Si en abril el sector de la biomasa térmica recibió un revés con el cierre de la planta de pélets de Afpurna en Ansó (Huesca), emblema de su desarrollo en Aragón, ahora le toca el turno a L Solé. El viernes anunció la presentación de un “expediente de concurso de acreedores a continuidad ante el juzgado mercantil número 8 de Barcelona”. “A continuidad” porque, afirman dede L Solé, la intención es “superar la situación adaptando su estructura”.
Aunque la empresa no lo da por cierto, según una información de El Economista trece personas, de una plantilla de veintitrés, ya han perdido su empleo motivado por esta situación. Sí reconoce L Solé que hay un ERE en marcha que afecta a los trabajadores del área de producción de los centros de Massanes (Girona) y Mataró (Barcelona).
Reestructurar externalizando la fabricación
De esta manera se reduce la plantilla a las personas que integran las áreas de gerencia, comercial e ingeniería. Enfatizan que la nueva estructura permitirá conservar su saber hacer en el campo de la biomasa térmica, “su activo más importante, y adaptarse mejor a las circunstancias del mercado”. “La intención es externalizar la labor fabril”, señalan.
Desde L Solé ponen nombre a las causas de esta situación: “influyen el ciclo económico mundial, que afecta al tono inversor (inversiones a recuperar en ciclos cortísimos), y los precios bajos de la energía fósil (no acelera especialmente el retorno de la inversión)”. “Ese entorno forma parte del reto externo a superar”, apostillan.
Con la presentación del expediente de concurso de acreedores, LSolé espera realizar la negociación de la quita, especialmente con la banca, que es el acreedor principal (75% de la deuda), y con otros proveedores.
Residuos de todo tipo en instalaciones de 45 países
La compañía había logrado una amplia cartera de clientes gracias a la capacidad de adaptar sus soluciones térmicas con biomasa a cada uno de los demandantes, principalmente industrias de todo tipo, desde la alimentaria a la textil pasando por la acuicultura y la madera, pélets incluidos.
España, pero también Chile, Francia o Polonia cuentan con ejemplos de los desarrollos tecnológicos de L Solé, que principalmente buscan el aprovechamiento energético de los propios residuos orgánicos que producen esas industrias.
La propia empresa presenta sus diseños como capaces de “adaptarse mejor a los consumos y necesidades del usuario, ya sea a través de la generación de electricidad, frío, aceite térmico, gases calientes, vapor, agua caliente o la combinación de varios o todos ellos”. Según los últimos datos aportados por L Solé, la potencia instalada llega a los 1.350 megavatios, repartidos en 450 instalaciones (de uno a cien megavatios) por 45 países.