El 6 de junio Transport & Environment revelaba el contenido del borrador de opinión del Comité de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria (conocido como Envi) del Parlamento Europeo. Está redactado por Bas Eickhout, del grupo de los Verdes/Alianza Libre Europea, y en él hace una serie de recomendaciones de modificación de la nueva directiva sobre energías renovables a aprobar por la CE, y más específicamente lo relacionado con la bioenergía: biomasa sólida, biocarburantes y biogás.
Energías Renovables ya adelantó algunas de sus propuestas en torno a los biocarburantes. En general afirma que, atendiendo a los condicionantes climáticos, “sólo se debe promover la bioenergía producida a partir de desechos y residuos, con las debidas salvaguardias en cuanto a la protección de la calidad del suelo, el carbono y la biodiversidad y el desplazamiento de otros usos”.
¿Se puede llegar al 45 por ciento de renovables con estos límites a la bioenergía?
Otra de las propuestas más controvertidas es la de “rebajar el umbral de aplicación de los criterios de sostenibilidad a las instalaciones con una capacidad igual o superior a un megavatio”. En la propuesta de reforma de la CE, las instalaciones, tanto de generación de calor como de electricidad, que deben someterse a estos criterios son las de una potencia mayor a 20 megavatios.
Poco después, Aebiom se preguntaba: "¿Cómo puede la UE alcanzar un objetivo, bienvenido, del 45 por ciento de renovables en 2030 (lo propone el propio Eickhout) al mismo tiempo que pone en peligro su principal fuente de energía renovable?” Aebiom recuerda que “la bioenergía representa actualmente el 60 por ciento de todo el consumo de energía renovable en Europa, y el 95 por ciento se produce dentro de la UE”.
Medidas ni proporcionales ni efectivas
En cuanto al detalle de las propuestas, para el secretario general de Aebiom, Jean-Marc Jossart, aplicar los criterios de sostenibilidad a instalaciones a partir de un megavatio “se traduciría en cargas adicionales para miles de pequeños y medianos operadores en toda Europa, y disuadiría el desarrollo de cientos de proyectos locales”.
Recuerda Jossart que las instalaciones entre 1 y 20 megavatios representan más del 80 por ciento del total de más de un megavatio en Europa, pero sólo el 25 por ciento del volumen de madera consumida. "Establecer el umbral en un megavatio es justo lo contrario a una medida proporcional y efectiva", apostilla Jossart.
A Aebiom tampoco le gusta nada que “se establezca una lista de los tipos de desechos y residuos de madera considerados como sostenibles y definidos arbitrariamente. Es otro ejemplo que demuestra que este informe ignora la realidad fundamental multifunción de la industria forestal y es totalmente contraproducente porque limitará las oportunidades para que los propietarios de los bosques los gestionen mejor gracias a fuentes adicionales de ingresos”.
Bioenergía de cero emisiones solo si se genera con residuos
Por último, el mismo día que T&E dio a conocer el borrador de opinión de Bas Eickhout, este publicaba un informe también sobre la propuesta de reglamento sobre las reducciones anuales vinculantes de las emisiones de gases de efecto invernadero por parte de los Estados miembros de 2021 a 2030 con objeto de cumplir con los compromisos del Acuerdo de París.
En dicho informe, por un lado, Eickhout propone que “a efectos del presente reglamento, la bioenergía se considera neutra en emisiones de carbono”. Sin embargo, apostilla, que “el factor de emisiones cero para la biomasa se aplica únicamente a la bioenergía generada a partir de desechos y residuos”.