“Debemos exigir coherencia al Ministerio (de Energía): si queremos un mix renovable y gestionable, la biomasa debe tener un mayor protagonismo. No podemos decir que las renovables no son gestionables porque se ignora deliberadamente a tecnologías que pueden aportar firmeza y generar en punta (de demanda)”.
Jordi Aguiló, presidente de la sección de Biomasa de la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA), defiende las potencialidades ahora “capadas” de la generación eléctrica con biomasa. En una nota de prensa, recuerdan que en la actualidad, la retribución regulada a la generación eléctrica con biomasa sólida, biogás y la fracción orgánica de residuos sólidos urbanos (FORSU) está limitada a 6.500 horas de funcionamiento al año.
APPA Biomasa, que defiende las tecnologías biomásicas por renovables y por gestionables, añade que “que pueden funcionar 24 horas al día y 365 días al año superando las 8.000 horas anuales y aportando estabilidad, firmeza y gestionabilidad sin comprometer los objetivos de renovables y de reducción de emisiones”.
“Sin el actual límite regulatorio –aseguran–, la producción eléctrica de las tecnologías biomásicas podría aumentar cerca de un 23 por ciento de un año para otro, contribuyendo a mejorar nuestro porcentaje de renovables con instalaciones que ya están construidas y están infrautilizadas”.
“8.000 megavatios que podrían aportar electricidad renovable totalmente gestionable”
Aunque APPA Biomasa se felicita del anuncio de la construcción de los primeros 90 megavatios asociados a la subasta de renovables de principios de 2016, añade que “podrían complementarse con proyectos adicionales".
Como ya adelantara Ignacio Colmenares, consejero delegado de la principal generadora de electricidad con biomasa (Ence), aseguran que "España cuenta con un potencial de, al menos, 8.000 megavatios que podrían aportar electricidad renovable totalmente gestionable si se realizasen subastas específicas”. En la actualidad, biomasa, biogás y FORSU suman 1.038 megavatios.
APPA Biomasa cita a los recursos agrícolas, forestales, ganaderos y de residuos orgánicos municipales, “actualmente desaprovechados”, que “podrían complementar a tecnologías menos gestionables como la solar y eólica, garantizando la transición energética en España sin recurrir a tecnologías fósiles que comprometen nuestros objetivos de descarbonización y de renovables”.