Energía y Celulosa (Ence), anunciaba el miércoles que, tras el acuerdo alcanzado hace un año con Elcogás para la compra del emplazamiento de su planta en Puertollano, y la tramitación ambiental y administrativa para desarrollar una de biomasa, ha llegado a otro acuerdo “para la compra de derechos para la instalación de una planta de generación de energía con biomasa de 50 megavatios en dicho emplazamiento”.
Según una información del periodista Tomás Díaz en El Economista, dicha compra de derechos es de los “58,5 MW obtenidos por Forestalia en la subasta de renovables de 2016”. Esta empresa obtuvo 108,5 MW, pero la contestación social a algunas de las plantas que ha propuesto, especialmente en Monzón (Huesca) y Guardo (Palencia), ha ido retrasando los trámites hasta hacer inviable que pueda cumplir con los plazos de puesta en marcha de las instalaciones que marca la subasta.
Forestalia confirma la venta de derechos y afirma que sigue adelante con Guardo
Forestalia confirma a Energías Renovables la información de El Economista: “en efecto, ha habido una transacción de derechos entre Forestalia y Ence”. Y reconoce que “por las incertidumbres temporales que había en determinados aspectos, y dado que la fase de construcción es de casi dos años, se ha tomado por prudencia esa decisión, de manera que la planta de Guardo ya no tiene esa fecha límite de estar en producción en marzo de 2020”.
La misma empresa afirma que “esto no significa que renunciemos a la planta de Guardo”. Señala que siguen adelante con su tramitación y va a adquirir los terrenos y a gestionar todo lo relativo al caudal de agua y a la evacuación eléctrica. Es decir, que sigue tramitando la planta, pero “deja de estar ceñida a los exigentes plazos de la subasta”.
Sener, como en Mérida y Huelva, construirá para Ence en Puertollano
Por el contrario, el proyecto de Ence en Puertollano, en el mismo lugar donde Elcogás tenía la planta de gasificación integrada en ciclo combinado de carbón y petróleo (GICC), sí va cumpliendo con los plazos que impone la subasta. El 7 de noviembre de 2017 el Gobierno de Castilla-La Mancha publicaba la autorización ambiental integrada para la planta.
Un día después de anunciarlo Ence, Sener informaba que había firmado con la compañía un contrato de modalidad llave en mano para el suministro la planta de generación eléctrica con biomasa de baja emisión de Puertollano. La ingeniería recordaba que el contrato se suma a los de Mérida y Huelva, también de Ence, y abarca “el diseño, suministro, construcción y puesta en marcha de la planta, así como la operación y el mantenimiento durante los dos primeros años”.
Ence da más detalles económicos, como los 115 millones de euros de inversión y los 13 millones de beneficios antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones (ebitda, en su acrónimo en inglés) que supondrá. También añadía que la entrada en operación comercial está prevista para el segundo semestre de 2019 y se unirá, así, a la planta de biomasa que ENCE construye actualmente en Huelva.
Caldera de Gestamp para Huelva y biomasa de sarmiento y orujillo para Puertollano
Días atrás, la misma compañía confirmaba la adjudicación, por 15 millones de euros, de la fabricación de la caldera de Huelva a Gestamp Biomass Solutions. Ence también aportaba detalles de la caldera, que cuenta “con una tecnología compuesta por una parrilla vibrante refrigerada por agua, ciclo de vapor con recalentamiento y sistema de filtrado de gases”.
Por su parte, Sener recuerda que las tres centrales (Mérida, Huelva y Puertollano) aplican su tecnología, con “un ciclo termodinámico de alta eficiencia, regenerativo y con recalentamiento, que incluye una caldera con recalentador y una turbina con dos cuerpos –de alta y de baja presión–, así como varias extracciones. Por su parte, la refrigeración se realiza mediante torres de refrigeración. Todo lo anterior contribuye a que la planta supere el 35 % de rendimiento bruto".
En cuanto a la biomasa a emplear en Puertollano, Ence concreta que “en el entorno hay abundante” para “contar con un suministro estable de combustible a un coste competitivo". “La planta consumirá fundamentalmente sarmiento y orujillo, así como residuos forestales locales, lo que contribuirá al aprovechamiento sostenible de estos recursos renovables y una importante generación de empleo rural”, concluyen.