Al sector le gustaba la letra, pero no el ritmo, del borrador de la orden ministerial que regula el mecanismo de subasta de energía renovable que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) presentó el pasado 6 de noviembre yexpuso para que se presentaran alegaciones al mismo.
La sección de Biomasa de APPA fue una de las que presentó alegaciones, valorando positivamente de antemano que se publique una subasta antes de que acabe el año y que exista una diferenciación por tecnologías. En lo que no estaban de acuerdo es en la potencia que se le asignaba a la biomasa para este año: ochenta megavatios. Pedían doscientos, pero al final el Miteco la ha dejado en cero.
El pasado sábado, en pleno puente de la Constitución y la Almudena, el Miteco anunciaba en una nota de prensa la aprobación de la orden ministerial que, entre otras cuestiones, pone en marcha el calendario indicativo de subastas para los próximos cinco años. En él aparecen los volúmenes mínimos de potencia acumulada para cada tecnología en el periodo 2020-2025, con cero megavatios para la biomasa en 2020.
Menos megavatios en 2022 y los mismos en 2025
El Mitecord explica que “para las tecnologías de biomasa y termosolar, la orden prevé subastas cada dos años, acumulando los objetivos anuales, con el objetivo de facilitar la viabilidad y participación de proyectos con una dimensión suficiente”. De esta manera se rebaja incluso la potencia estimada en el borrador para el primer tramo, hasta finales de 2022, que en el primer caso era de doscientos megavatios y ahora se queda en 140.
APPA Biomasa planteó en las alegaciones incrementar la capacidad subastada, elevándola en 2020 a doscientos megavatios con la intención de absorber los proyectos que han madurado en los últimos años. Con los datos que cuenta Energías Renovables, ahora mismo habría proyectos en firme que suman un total de 308 megavatios.
APPA Biomasa pide llegar a setecientos megavatios en 2025 para cumplir el objetivo del PNIEC
Otra cuestión importante es que el Miteco se mantiene firme en llegar a 2025 con 380 megavatios subastados de biomasa. Sí afirma que “el calendario se actualizará anualmente y estará orientado a la consecución de los objetivos de producción renovable establecidos en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC).
Precisamente para cumplir con los setecientos megavatios nuevos que deben estar instalados de aquí a 2030, APPA Biomasa pedía que, además de los doscientos megavatios de 2020, se subastaran al menos cien cada año hasta 2025 para estar cerca de esos setecientos, “lo que permitiría alcanzar el objetivo del PNIEC para la biomasa en 2030”.
Desde APPA Biomasa explican que “es importante para nuestro sector que se subaste la práctica totalidad de la capacidad en la primera mitad de la década si queremos garantizar que se cumpla el objetivo de 2030, pues el periodo de construcción y entrada en operación de las instalaciones de biomasa puede alargarse hasta cuatro años”.
Tampoco será cero el valor del coeficiente de ajuste del mercado para la biomasa
Otra de las alegaciones de APPA Biomasa que no ha tenido en cuenta el Mitecord es la referida a los parámetros retributivos de las tecnologías. “Entendemos que para instalaciones gestionables como la biomasa el valor del coeficiente de ajuste del mercado debería ser cero. Lo contrario resultaría discriminatorio, al penalizar el buen funcionamiento de la tecnología con biomasa, capaz de aportar gestionabilidad al sistema”, exponían desde dicha asociación.
La orden explica que “con el objetivo de optimizar la integración de renovables en el sistema y maximizar el ahorro para la factura eléctrica, se puede establecer que el precio resultado de la subasta sea corregido con incentivos de participación del adjudicatario en el mercado, introduciendo cierta exposición de las instalaciones al mercado eléctrico”. Para ello establece “el porcentaje de ajuste de mercado en un 25 por ciento para las tecnologías con capacidad de gestión de su nivel de producción y en un cinco por ciento para las que no dispongan de dicha capacidad”.
Dividir las subastas de biomasa en dos segmentos: mayores y menores de veinte megavatios
Por último, APPA Biomasa hacía otras dos alegaciones. La primera es para pedir que la capacidad que se subaste en cada anualidad se divida en dos segmentos de acuerdo al tamaño de las instalaciones: la mitad para instalaciones de hasta veinte megavatios y la otra mitad para instalaciones de más de veinte. “En caso de no adjudicarse la totalidad de potencia de un segmento, pasaría a estar disponible para el otro”, apostillan.
En segundo lugar, estiman crucial que el plazo máximo de entrega de energía se establezca en veinte años para las tecnologías vinculadas a la biomasa, “no solo porque cuentan con costes de inversión superiores al resto de renovables, sino porque al ser dependientes del suministro de un combustible consumible que debe ser comprado, requieren un apoyo retributivo a largo plazo”, añaden.