En 2017, año al que se refieren los datos de Cedigaz, es posible que Europa sobrepasara largamente las 503 plantas de biometano de 2016, ya que en este último año se sumaron 47 más con respecto a 2015, según el informe estadístico de la Asociación Europea del Biogás. Esto quiere decir que más de dos de cada tres plantas que hay en el mundo están en Europa, en especial en Alemania, que en 2016 sumó 198.
Así lo considera también el trabajo de Cedigaz, al asegurar que desde 2010 la producción de biometano ha aumentado exponencialmente alcanzando los 3.000 millones de metros cúbicos en 2017, de los que 2.000 millones se producen en Europa. Sin embargo, sitúa a Estados Unidos como líder mundial en el uso del biometano como combustible para vehículos, “después de su aumento en la producción entre 2014 y 2017, impulsado por las regulaciones federales y estatales”.
Otros mercados que destaca el informe de Cedigaz son los de China e India como emergentes, al haber desarrollado e implementado modernas tecnologías al respecto y fijar objetivos en la producción del biometano. En el resto del continente americano sobresale Brasil, que “está llevando a cabo medidas normativas para explotar su gran potencial”.
Desde Cedigaz pronostican que el aumento irá a más debido a que un número creciente de países está estableciendo marcos reguladores para apoyar el sector del biometano. Uno de los ejemplos que se ponen en el informe es el de Italia y su “decreto biometano”, dotado con 4.700 millones de euros hasta 2022 para primar a los productores de biometano, entre otros biocombustibles avanzados.
Con estos apoyos en diversos países y los avances tecnológicos, pronostican que pronto se llegará a las 1.020 plantas repartidas entre 34 países. España, con una sola instalación, la de Valdemingómez en Madrid, sigue estando muy alejada de los primeros puestos europeos, donde, aparte de Alemania, dominan el Reino Unido (ochenta plantas) y Suecia (62).