La petrolera de Abu Dabi (su principal accionista es Mubadala, compañía estatal de ese emirato árabe) ya dispensa este biocombustible de segunda generación a sus clientes profesionales (transportistas, flotas, etcétera) en una estación de servicio de Madrid (situada en la autovía A-3, a la altura del barrio de Vallecas), pero el diésel bio HVO estará además disponible, "antes de que finalice el año", en otras tres "localizaciones estratégicas" y, en 2024, lo estará en una veintena de estaciones de la red Cepsa, "situadas en los principales corredores y nodos logísticos del país". Según la petrolera, el HVO permite reducir hasta en un 90% las emisiones de CO2 en comparación con los combustibles tradicionales (la compañía hace balance de y estima todo el ciclo de vida, "desde la producción hasta su uso").
La composición química de este biocombustible -explican desde la empresa- es análoga a la de los combustibles fósiles tradicionales empleados en los motores diésel actuales, por lo que no hace falta realizar modificaciones en ellos ni en las infraestructuras de almacenamiento y distribución.
Cedric Vigneau, director de Flotas de Cepsa: “en Cepsa continuamos apostando por la movilidad sostenible y queremos avanzar hacia el futuro logrando un impacto tangible desde el presente. Por ello, vamos a suministrar HVO en localizaciones estratégicas para nuestros clientes profesionales, a quienes queremos ayudar a avanzar en la descarbonización de su actividad ofreciéndoles este biocombustible de alta calidad”
La compañía produce sus combustibles renovables en el Parque Energético La Rábida (Huelva), a partir de residuos orgánicos y aceites usados de cocina, y ya ha recibido -según explica en un comunicado- muestras de interés por este combustible renovable por parte de varios clientes, "entre los que se encuentran grandes compañías logísticas y compañías de distintos sectores". [Bajo estas líneas, infografía de Cepsa sobre lo que va a ser el Parque Energético Cepsa de La Rábida, en Palos de la Frontera, Huelva].
Segunda generación
Cepsa produce este biocombustible de segunda generación (HVO ó diésel renovable) en su Parque Energético La Rábida (Huelva) a partir de residuos orgánicos, como aceites usados de cocina o desechos agrícolas. Con el objetivo de garantizar el suministro a sus clientes de los sectores del transporte terrestre, marítimo y aéreo, Cepsa va a desarrollar junto a Bio-Oils la mayor planta de biocombustibles de segunda generación del sur de Europa, mediante una inversión de hasta 1.000 millones de euros. Esta instalación, que se pondrá en marcha en 2026 en Palos de la Frontera (Huelva), tendrá una capacidad de producción flexible de 500.000 toneladas de diésel renovable y de Sustainable Aviation Fuel (SAF).
Cepsa lanzó en 2022 su plan estratégico para 2030, Positive Motion, en el que anuncia su ambición de "liderar en 2030 en España y Portugal la fabricación de combustibles renovables, con una capacidad de producción anual de 2,5 millones de toneladas, y la producción de hidrógeno verde, con una capacidad de electrólisis de dos gigavatios".
Por otro lado, la petrolera está desarrollando en ambos países una amplia red de cargadores ultrarrápidos en sus estaciones de servicio.
De los combustibles bio
Los biocombustibles son combustibles renovables que provienen de la materia orgánica. Los de primera generación (1G) se fabrican a partir de cultivos agrícolas. Los de segunda generación (2G), a partir de residuos, como por ejemplo aceites de cocina usados o desechos agrícolas.
Biocombustibles de primera generación
Provienen de cultivos agrícolas como la caña de azúcar, la remolacha o la melaza; cereales como el trigo, la cebada o el maíz; o aceites como la colza o la soja.
Biocombustibles de segunda generación
Los biocombustibles de segunda generación son fabricados a partir de residuos orgánicos, como aceites usados de cocina, desechos agrícolas o ganaderos o biomasa forestal, entre otros.
Los biocombustibles "suponen una alternativa al petróleo y al gas -explican desde Cepsa- y ayudan a diversificar las fuentes energéticas, por lo que contribuyen a incrementar la seguridad de suministro y la independencia energética en España y Europa".
Aplicaciones y tipos
1. Combustibles aéreos: Sustainable Aviation Fuel, SAF
El más común es el tipo HEFA (hidroprocesado de ésteres y ácidos grasos), que se obtiene mediante el hidrotratamiento y craqueo/isomerización de aceites vegetales o grasas. Es el sustituto sostenible del queroseno tradicional empleado en la aviación. El porcentaje de mezcla máximo aprobado actualmente por las normas técnicas y organismos -explican desde Cepsa- es un 50%.
2. Combustibles marítimos y terrestres
1. Diésel renovable
Se obtiene mediante procesos de hidrotratamiento de aceites o grasas (en el caso del HVO, aceite vegetal hidrotratado) o de transesterificación (en el caso del FAME, éster metílico de ácidos grasos). Este combustible puede sustituir una parte, si es FAME, o hasta el 100%, si es HVO, del diésel tradicional empleado para el transporte marítimo y por carretera.
2. Bioetanol
Se obtiene mediante fermentación de azúcares de origen vegetal, como los de la caña de azúcar o la remolacha. Se usa, mezclado en distintos porcentajes con gasolina mediante adición directa o en forma de derivados (ETBE - etil-ter-butil-éter), como componente de los biocombustibles para el transporte rodado.
3. Biogás
Puede ser empleado en sustitución del gas natural que emplean algunos vehículos (también denominado por algunas petroleras "autogás").
3. Descarbonización de la industria
Biogás
Se produce a partir de residuos agrícolas, aguas residuales y residuos urbanos. Se usa, principalmente en forma de biometano o bio GLP, para la descarbonización de algunos procesos industriales en sustitución del gas natural de origen fósil o del propano.
Cuáles son las virtudes de los biocombustibles, según Cepsa
1. Tienen un carácter renovable y generan un nivel de emisiones netas de CO2 durante su ciclo de vida significativamente inferior al de los combustibles fósiles (hasta un 90% menos), ya que proceden de biomasa que durante su crecimiento ha absorbido CO2 de la atmósfera.
2. Son químicamente análogos a los combustibles fósiles empleados en los motores actuales, lo que permite su sustitución parcial o total sin necesidad de realizar modificaciones ni en el sistema de distribución ni en los motores.
3. Tienen la aptitud de poder sustituir directamente a sus equivalentes fósiles. "Puede hacerse desde ya -explican desde Cepsa-, lo que contribuye a una rápida descarbonización en todos los sectores donde se apliquen, especialmente en aquellos de compleja electrificación, como la aviación, el transporte terrestre pesado o el marítimo".
4. Existen tecnologías maduras para llevar a cabo su producción y, en ciertos casos, se pueden utilizar instalaciones industriales existentes, con ciertas modificaciones, para su fabricación.
5. Los biocombustibles de segunda generación fomentan la economía circular, al utilizar para su producción residuos que de otro modo serían desechados o terminarían en vertederos.
Los dos principales accionistas de Cepsa son Mubadala Investment Company (compañía estatal de Abu Dabi) y The Carlyle Group, que le compró a Mubadala en 2017 un 37% de la compañía.
