En el número de septiembre de Energías Renovables Joan Herrera afirmaba, en relación a la potencia eléctrica renovable instalada, que “necesitamos tecnologías de apoyo y hay dos desde mi punto de vista que son fundamentales: la termosolar y la biomasa”. Ahora, el nuevo director de Energías Renovables del IDAE, Joan Groizard, afirma que también es fundamental en el apartado térmico.
Así lo expresa en una entrevista en el número especial de fin de año de Energías Renovables: “Una parte de la demanda térmica se tendrá que electrificar, pero la biomasa juega un papel fundamental; te da una solución a un problema de gestión de lo que sería un residuo, pero que tú puedes convertir en un recurso. Hablo por ejemplo de los excedentes de biomasa forestal o de los restos agrícolas”.
Groizard también valora positivamente otros aspectos no vinculados directamente a lo energético o lo ambiental que hay que tener en cuenta: “tiene su repercusión a nivel de vertebración del territorio, de mantener puestos de trabajo en el ámbito rural, de evitar problemas de despoblación”.
Clave para mantener y recuperar actividad en el medio rural
En ese sentido, añade que en los debates sobre la transición energética dentro del Ministerio para la Transición Ecológica “ha salido de forma muy clara que la biomasa parece que puede desempeñar un papel clave en aquellas comunidades en las que hasta ahora la clave era el carbón (u otras tecnologías). Sí, la biomasa es clave para mantener o recuperar actividad en esos entornos”.
Tras el parón de ayudar a la biomasa que supuso, entre otras cosas, que fuera sustituida por la solar térmica en la segunda convocatoria del Programa de Ayudas para Actuaciones de Rehabilitación Energética de Edificios Existentes (Pareer II), se le pregunta si se va a volver a subvencionar la compra de estufas y calderas. “Justamente ahora lo estamos estudiando”, contesta Groizard.
Estamos definiendo líneas de nuevas ayudas a las renovables térmicas
“Tenemos un presupuesto procedente de los Fondos Europeos de Desarrollo Regional que hasta ahora se han ejecutado más en la parte de eficiencia energética y no tanto en la parte de renovables, y precisamente estamos ahora definiendo cuáles son las líneas a las que tendríamos que destinarlo”, apunta del director de Energías Renovables del IDAE.
Por último, apostilla que “tiene que haber una parte para renovables eléctricas, pero también otra para renovables térmicas. Habrá que ver también si tiene sentido que entremos nosotros allí donde están trabajando las comunidades autónomas o, por el contrario, tiene más sentido que vayamos a proyectos… quizá más grandes, donde las comunidades autónomas no pueden llegar”.
Biomasa, importante “renovable gestionable” para respaldar las “renovables fluyentes”
En el mismo número de la revista, también Luis Crespo, presidente de la Asociación Española para la Promoción de la Industria Termosolar (Protermosolar), valora el papel de una biomasa que “podría aportar una contribución significativa y muy flexible a nivel estacional” dentro de una transición energética con “renovables gestionables” que respalden a las “renovables fluyentes”.
En esta línea, Javier Díaz, presidente de la Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa, explica también a Energías Renovables que han reclamado “al Gobierno la convocatoria de nuevas subastas que dinamicen la generación eléctrica con biomasa, con el fin de mantener la base de generación gestionable necesaria, que nos permita sustituir la de las térmicas de carbón, las centrales de ciclo combinado y las nucleares, que se pretenden cerrar”.
Díaz añade que, tras las buenas expectativas creadas por el cambio de gobierno, “las novedades en el sector han brillado por su ausencia”. Como ejemplo cita que “no se ha eliminado la limitación de las 6.500 horas anuales en las plantas de generación eléctrica con biomasa, ni se han convocado subastas específicas para nuestro sector, si bien la retirada ‘provisional’ del impuesto a la generación (7 por ciento), fue un primer paso en positivo”.