Una información de la Cadena Ser de enero de este año insuflaba pesimismo a un proyecto de biorrefinería por el que han pasado hasta Sniace e Iberdrola. En ese momento se extinguían los acuerdos sobre licencias y adquisición de terrenos de una iniciativa que lleva más de diez años sobre la mesa de las autoridades de Castilla y León, y cuyo Gobierno no estaba dispuesto a prorrogar, según los promotores de la biorrefinería. Hasta que llegó el nuevo Gobierno de la región.
Tras las elecciones de mayo de este año, el Ejecutivo presidido por Alfonso Fernández retomó un proyecto que previamente había contado con el respaldo de organizaciones agrarias y ganaderas como la Alianza UPA-COAG o los europarlamentarios españoles de siete formaciones políticas. A principios de octubre se reunió con Vicente Merino, director general de Magdala, y Silverio Mayendía, administrador de Biorrefinería Multifuncional Barcial y director jurídico de Magdala.
Magdala es la empresa promotora de la biorrefinería y de la reunión mantenida con el consejero de Transparencia, Ordenación del Territorio y Acción Exterior, Francisco Igea, salió el compromiso de que, una vez que presentaran un nuevo expediente con memorias técnica, económica y financiera, la Junta de Castilla y León se comprometía a retomar el proyecto.
“El proyecto sigue adelante con el apoyo de la Diputación y el compromiso de la Junta”
Uno de los primeros pasos que van en esa dirección es el anuncio el pasado viernes, por parte del presidente de la Diputación de Zamora, Francisco Requejo, y ante el propio Vicente Merino, de que “se ha iniciado el proceso administrativo para adquirir terrenos en Barcial del Barco, por importe de 300.000 euros, y que continúa elaborando un protocolo de colaboración con la Biorrefinería Multifuncional de Barcial, única titular de la propiedad industrial, para el desarrollo del proyecto”.
En la misma nota de prensa, esta institución zamorana asegura que “el proyecto sigue adelante, ahora con el apoyo de la Diputación y el compromiso de la Junta de Castilla y León”. Añaden que se está “en pleno proceso de elaboración de la memoria por parte de sus promotores, que busca financiación para sacar adelante una inversión que asciende a 140 millones de euros”.
Apoyo firme de agricultores y ganaderos
Requejo afirmó que se trata de "un proyecto de notable importancia estratégica y económica para Zamora". La Alianza UPA-COAG, que ya en 2015 consideraba igualmente “clave para los intereses de la región la puesta en marcha de la biorrefinería”, volvió a reiterar en septiembre de este año que el nuevo Gobierno apueste “decididamente” por la ella, según expresaron en una rueda de prensa recogida por Zamora 24 Horas.
“El principal objetivo es que se materialice el proyecto, que consiste en la creación de una planta de etanol y piensos, y que utilizaría remolacha y también cereal como materia prima, con los beneficios que ello generaría entre agricultores, ganaderos y sociedad rural”, explicaban en la misma rueda de prensa.
En la presentación del relanzamiento del proyecto el pasado viernes, el presidente de la Diputación de Zamora incidió especialmente en el empleo que generará. Durante la construcción estima que serían 250 directos y cerca de 500 indirectos. Durante la explotación de la planta “serían sesenta personas (con contratos indefinidos y dando prioridad, en igualdad de condiciones a trabajadores de la provincia) y otros 120 empleos en talleres adjuntos, electromecánica, logística e I+D+i”. A ellos añadió dos mil empleos indirectos.
Manifiesto a favor de cien municipios
La Diputación admite que se trata de “apuesta personal del presidente y del equipo de gobierno”, algo que respaldan también más de un centenar de ayuntamientos de Zamora, Salamanca y León. Según una información de La Opinión/El Correo de Zamora, todos respaldan un manifiesto en el que se solicita a los grupos parlamentarios de las Cortes de Castilla y León y a la Junta "una partida presupuestaria para apoyar la capitalización y financiación de la biorrefinería”, así como que el proyecto "sea catalogado como prioritario y de urgente necesidad para la zona norte de Zamora y sur de León".
Vicente Merino reconoce que "nunca hubo mejor momento para este proyecto y su viabilidad". También afirmó que el bioetanol seguirá siendo esencial en la situación actual de transición ecológica y al menos durante los próximos veinticinco años. Se refirió igualmente al “uso multifuncional, sobre todo de remolacha”, por los productos que se derivarían de ella, que no solo serían etanol y piensos, sino también otros destinados a la industria química.
Los promotores de la biorrefinería, los agricultores y los municipios interesados inciden en la importancia y necesidad de la misma porque la producción de bioetanol y piensos se haría primordialmente a partir de remolacha y maíz, "materias primas propias de la zona del norte de Zamora y sur de León".