EPure ya avisaba a finales de junio, cuando se firmó el acuerdo UE-Mercosur que en él “se hacen concesiones a los países de Mercosur sobre el etanol que esencialmente sacrifica el sector agrícola de la UE y a la producción doméstica de una fuente de energía renovable, a cambio de ganancias en otros puntos del acuerdo”.
La misma patronal de la industria europea del etanol da a conocer ahora un “documento de posición” en torno al acuerdo que, básicamente, insiste en las críticas de junio. Aunque de las 650.000 toneladas 450.000 se derivarían hacia otros usos que no fueran como combustible, ePure las suma para denunciar que abarcaría el doce por ciento de la producción anual europea, que cifra en 5.081.600 en 2018, estableciendo un nuevo récord.
En Europa aumenta la producción y la exportación
Gran parte de esta cantidad se exporta fuera de la UE, ya que según el último barómetro de EurObserv’ER sobre el mercado de biocarburantes, el consumo total de bioetanol fue de 2,9 millones de toneladas equivalentes de petróleo. En España, según datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, las cuatro plantas de bioetanol produjeron 521.500 metros cúbicos y se exportaron 239.700.
En el documento de ePure se especifica que el volumen total que salió de las biorrefinerías europeas se consiguió operando estas al 72 por ciento de sus 7.066.600 toneladas de capacidad instalada. “Abrir aún más el mercado europeo a 650,000 toneladas de Mercosur agravaría la situación, con las refinerías de etanol potencialmente operando al 63 por ciento de su capacidad”.
Ni etanol como combustible ni en mezclas simples
Para que no ocurra esto, en lo que incide especialmente el documento de ePure es en exigir que “las 450.000 toneladas de uso químico se limiten al procesamiento de etanol en otros productos elaborados (en este caso químicos) y se excluyan las mezclas simples de etanol con otro producto, como por ejemplo, el etanol para la limpieza y lavado de pantallas y cristales”.
Advierte ePure que “una interpretación amplia de esta cuota para cubrir los usos industriales del etanol regalaría más del 55 por ciento de ese segmento del mercado europeo”. Por este motivo pide “cláusulas estrictas de uso final y una buena gestión del contingente arancelario para reducir los riesgos de perturbar el mercado”.
Vigilancia estricta en las aduanas
El etanol para limpieza de pantallas no es el único uso que piden excluir, también está el importante volumen que se destina a fabricar un aditivo (ETBE) que aumenta en los motores de explosión el índice de octano de la gasolina. Añade igualmente, entre otros, disolventes y compuestos orgánicos usados en pinturas y barnices, anticongelantes y aglutinantes para moldes o núcleos de fundición.
Por último, ePure insiste en reclamar una “vigilancia estrecha del uso final de las importaciones de etanol bajo la cuota de las 450.000 toneladas y hacer cumplir un estricto control aduanero”, ya que “no existe una diferencia sustancial a simple vista entre el etanol que se destina a unos usos y a otros”.