En 2017, el correspondiente estudio de APPA sobre el impacto macroeconómico referido a los biocarburantes ya dio señales de un crecimiento considerable del sector. En 2018, de forma más moderada, las cifras tendieron de nuevo al alza claramente. La contribución al PIB creció un 7,7 por ciento (27,5 en 2017) hasta llegar a los 824,6 millones de euros. De nuevo, el biodiésel aporta la mayor parte: 696, 5 millones.
El último informe de EurObserv’ER sobre biocarburantes en la UE, referido también a 2018, confirma igualmente la tendencia al alza del sector mostrada en 2017, el dominio casi absoluto del biodiésel y el notable crecimiento del consumo en España. Si en toda Europa el consumo de biocarburantes creció un 10,1 por ciento, en España llegó al 27 por ciento, pasando de 1.369.000 toneladas equivalentes de petróleo (tep) en 2017 a 1.728.000 en 2018, lo que ha hecho que suba un puesto, al tercero, entre los países más consumidores.
Del consumo mencionado, 1.568.000 tep corresponden al biodiésel y solo 160.000 al bioetanol. Por su parte, el estudio de APPA sitúa en 1.767.129 toneladas la producción de las plantas de biodiésel en España y en 412.452 las de bioetanol, siendo ambas cifras récord históricas y alcanzando los mayores ratios de utilización de la capacidad instalada: 56 por ciento en el biodiésel y desbordándose en el bioetanol con el 108 por ciento.
Aumentan los objetivos de biocarburantes y aumenta el consumo
EurObserv’ER explica del crecimiento del consumo en la UE (17 millones de tep y casi el cien por cien certificado como sostenible) por “el aumento en las cuotas u objetivos de incorporación de biocarburantes en el transporte en algunos países”. Incluso afirma que esta tendencia irá a más entre 2018 y 2020 al aumentar dichas cuotas.
De los 17 Mtep, la gran mayoría (13,9) corresponden al biodiésel, que incluye el hidrobiodiésel); 2,9 al bioetanol y unas escasas 160.000 tep al biometano, que se reparten prácticamente Suecia, con 118.000, y Alemania, con 34.000. En cuanto a los principales nombres propios de empresa, en el biodiésel destacan Neste (Finlandia), Avril (Francia) e Masol Iberia (España); y en el bioetanol Tereos (Francia), Crop Energies (Alemania) y Vivergo (Reino Unido).
El barómetro recuerda que “los requisitos para la incorporación de combustibles sostenibles en el contenido energético aumentarán del 7 al 9 por ciento en Italia, del 6 al 8,5 en España, del 7,5 al 8,5 en Polonia, del 8 al 16,4 en los Países Bajos, del 5,75 al 8,75 en Austria, del 15 al 20 en Finlandia y del 7,5 al 10 en Portugal”.
Según cálculos de EurObserv’ER, a finales de 2020 el consumo de biocarburantes podría superar los 20 Mtep e incluso alcanzar los 21 Mtep, incluido el Reino Unido. Según los cálculos de la Comisión Europea, en 2030 la producción alcanzaría los 36 Mtep, pero EurObserv'ER no cree que se alcance este nivel “debido a un menor interés en los agrocombustibles con un alto efecto del cambio indirecto del uso de la tierra y la creciente importancia de la movilidad eléctrica”.
El biodiésel consiguió en 2018 una cuota del 6,7 en los gasóleos
En cuanto a la explicación de la subida del consumo en España, el estudio de APPA la circunscribe dentro del “aumento tanto de la obligación de biocarburantes, que pasó del cinco por ciento en 2017 al seis en 2018, como de las ventas de carburantes de automoción (2,5 por ciento)”. La cuota real de dicho consumo en gasóleo pasó del 5,3 por ciento en términos energéticos en 2017 al 6,7 en 2018. Y en gasolina, del 2,9 al 3,1.
En el mercado del biodiésel, “aunque los productores españoles aumentaron sus ventas en España (+32,5 por ciento), su cuota del mercado nacional descendió por tercer año consecutivo hasta el 58,2 por ciento (desde el 62,6 en 2017,75 en 2016 y el 92,9 en 2015)”. APPA añade que “la decisión de la UE de eliminar en 2018 los derechos antidumping que se aplicaban al biodiésel argentino e indonesio desde finales de 2013 contribuyó a que las ventas totales de biocarburantes importados en España se incrementaran un 59,2 por ciento”.
El biodiésel de aceite de palma baja su consumo y crece el de soja
Los empleos también han notado esta bonanza. De entrada, 2018 ha sido el primer año desde 2012 que no ha cerrado ninguna planta de biodiésel. Ahora hay veinte de este biocarburante y cuatro de bioetanol. “El número total de empleos generados en 2018 fue de 4.483, lo que supone un aumento de 158 puestos de trabajo (+3,7 por ciento). De ellos, 2.798 fueron empleos directos y 1.685 empleos indirectos”, apostilla el estudio de APPA.
No obstante, España debe ajustar progresivamente su producción y consumo a una normativa europea que cada vez cuestiona más la principal materia prima que se ha utilizado en nuestro país: el aceite de palma. En 2018 se consumió el menor porcentaje de este tipo de biodiésel (un 55,4 por ciento) con respecto a otros años, y ha doblado sus número el de aceite de soja, llegando al 34,5 por ciento.