El último barómetro sobre biocarburantes del Observatoire des Energies Renouvelables (EurObserv’ER) marca un importante crecimiento del consumo en la UE (9,1 por ciento con respecto a 2016) que no se conocía desde que en 2013 el mercado comenzó a flojear. Aunque su cantidad sigue siendo testimonial (147.511 tep), el mayor incremento lo aporta el biometano (doce por ciento), seguido del biodiésel (diez por ciento) y el bioetanol (cinco por ciento).
El biodiésel domina claramente el mercado, ya que los vehículos de la UE consumieron en 2017 12,5 millones de tep. El bioetanol, con casi tres millones fue el segundo biocarburante más usado y el biometano el tercero con 147.511. Casi en su totalidad (111.000 tep), este último va a parar a los automóviles de Suecia, con una cuota más pequeña para Alemania (33.000).
Pero donde realmente destaca el país teutón es en el consumo de etanol. De los casi tres millones de tep repartidas entre 23 Estados miembros (Grecia, Eslovenia, Chipre, Malta y Croacia no aportan una sola tep), Alemania copa 731.000, más de una cuarta parte del total. Una empresa alemana, Crop Energies, está también a la cabeza de la mayor capacidad de producción instalada, con 1.300 millones de litros.
España crece un quince por ciento en consumo de biodiésel
Sin embargo, el principal consumidor de biocarburantes de la UE es Francia, seguida de Alemania, Suecia, España e Italia. Este primer puesto se lo da el biodiésel, que suma 2.796.000 tep, muy por encima del segundo, Alemania, que no llega a los dos millones (1,8). Una empresa francesa, Tereos, le pisa los talones a Crop Energies en capacidad de producción de bioetanol, y en biodiésel, otra compañía gala, Avril, está muy por detrás de la multinacional finlandesa Neste Oil.
España se mantiene en el cuarto puesto mejorando ligeramente las cifras de 2016 en bioetanol (de 135.000 a 139.000 tep) y subiendo de forma más notoria en consumo de biodiésel, tanto que el paso de 980.000 a 1.148.000, supera la media europea de crecimiento, con el quince por ciento. Además, acorde con el porcentaje de la UE (99,7%) la certificación de la sostenibilidad alcanzó al 99% del total de biocarburantes que entró en los vehículos españoles.
EurObserv’ER explica esta subida general en 2017 a partir de “los acuerdos alcanzados en torno a la futura directiva sobre energías renovables, que han terminado con el período de incertidumbre en torno al futuro de los biocarburantes”. Además, piensan que “la definitiva aclaración de la aportación de los biocarburantes y el marco de desarrollo propuesto deberían mejorar la estructura del sector, de cara al objetivo fundamental del paquete de energía climática: la lucha contra el cambio climático”.