Ya el 19 de abril, Jean-Philippe Puig declaraba al diario Les Echos que era necesario "dar un paso atrás" en la producción de biodiésel, desacelerando su producción a favor del aceite, confiando en una reanudación de los pedidos de este producto desde China. El grupo Avril actúa en toda la cadena de producción del biodiésel, ya que también controla la producción de semillas y el cultivo de colza que alimenta sus plantas.
El portal Biofuels International confirmaba tres días después que solo dos de las cinco plantas que producen biodiésel en Francia continúan operativas y que las otras tres han cerrado temporalmente. La razón principal, según Puig, es la disminución del sesenta por ciento en la circulación de coches que funcionan con diesel a raíz de las medidas tomadas en toda Europa para frenar la expansión del coronavirus.
A la lógica reducción de la demanda de biodiésel, se añade una clara bajada de su precio, aunque según Puig esta caída no se corresponde con otra del precio del aceite de colza, lo que hace que la producción del biocarburante no sea rentable. Puig señala en Biofuels International que “los precios son catastróficos y están en un nivel en el que deberíamos detener todo”.
Esta situación del biodiésel se une a la que sufre también el etanol. El consumo de gasolinas y gasóleos para automoción ha descendido en torno a un ochenta por ciento con respecto a las mismas semanas de 2019. A pesar de todo, en Les Echos el director general de Avril advierte que toda esta situación no cuestiona en absoluto el futuro de los biocarburantes.
Faltan detalles sobre las plantas cerradas y si afecta a otras en Europa
Otro portal, Argus Media, afirma que lo que no ha trascendido son las plantas que ha cerrado temporalmente Avril. Aunque cuenta con seis en Francia (Bassens, Sete, dos en Rouen, Lezoux y Le Meriot), informaciones como las que recoge el consorcio europeo Bio-Based Industries constatan que solo cinco producen el biodiésel de la marca Diester que tienen patentada.
Según el último barómetro de EurObserv’ER sobre la producción y consumo de biocarburantes en Europa, la suma de todas las plantas asociadas al grupo Avril en Francia, Alemania, Italia, Austria y Bélgica llega a una capacidad de producción de 1.552.000 toneladas anuales. Ninguna de las informaciones mencionadas ni el propio Avril informa sobre la situación del resto de plantas fuera de Francia.
En el mismo barómetro, se hacían eco de una nueva planta (BioTFuel), que implica, además de a Avril, a Axens, CEA, IFPEN, ThyssenKrupp y Total. La intención es que este mismo año estuviera operativa para llegar a producir 230 millones de litros de biodiésel avanzado a partir de un millón de toneladas de biomasa lignocelulósica. La planta de demostración se encuentra en una antigua refinería de Total en Dunquerque (Francia).