Nadie está pagando el impuesto al sol. El RD 900 que aprobó en octubre el Ejecutivo Rajoy obligaba (obliga) a inscribir toda instalación de autoconsumo en un registro, y, además, obligaba (y obliga) a pagar una tasa (el impuesto al sol) por cada kilovatio hora que genero con mis placas y consumo en mi casa, o sea, kilovatios que nunca entran en la red eléctrica pública. Si lo que quería el Ejecutivo era hacer un brindis al sol... lo ha conseguido. Si lo que pretendía con ese impuesto surrealista era estrangular el mercado, que las pymes del sector fuesen sucumbiendo, y que las grandes eléctricas ganasen algo de tiempo para preparar sus estrategias (y kits solares de autoconsumo)... pues también.
Un error estratégico
Iberdrola, Endesa y Gas Natural Fenosa apostaron hace quince años por los ciclos combinados, invirtieron en esa tecnología miles de millones de euros y se equivocaron. Erraron porque probablemente no previeron el rápido desarrollo de las tecnologías renovables (cada vez menos necesitadas de ayuda, cada vez más rentables) y erraron porque, probablemente también, se negaron a creer -negacionistas de facto (y de metano)- en las verdaderas dimensiones (físicas y políticas) del cambio climático. Ahora, los ciclos combinados están parados (es más rentable el viento y la nuclear y la gran hidráulica y la solar para generar electricidad) y los actores susodichos se han visto obligados a replantear su posición con respecto al Sol.
¿Problema?
Pues que -al calor de las primas- en el escenario solar español han crecido durante algunos años muchos pequeños o medianos actores. Y claro, eso es algo -película coral- a lo que no estaban (ni están acostumbradas) las divas de la gran escena energética nacional. ¿Solución? Estrangulamos al sector durante un lustro, que desaparezcan los figurantes más modestos y adelgace hasta la extenuación la clase media y volvemos a repartirnos el mercado de modo tal que todo acabe como empezó. La Era Rajoy, que va camino del quinquenio, empezó con la suspensión del Modelo Prima -enero del 12- y ha acabado con un RD de autoconsumo -octubre del 15- que no ha sido sino el último brindis al sol de una reforma que lo ha cambiado todo... para que nada cambie.
Impuesto
El último hito de esa reforma ha sido el RD de Autoconsumo y su impuesto al sol, un peaje, un gravamen, que ha sido rechazado, a lo largo de los últimos meses, por la inmensa mayoría de los actores del escenario energético nacional. Así, se han pronunciado explícitamente en su contra las cinco grandes organizaciones ecologistas del país (Greenpeace, WWF, Amigos de la Tierra, SEO/BirdLife y Ecologistas en Acción), las asociaciones de consumidores más importantes de España (Facua, OCU, Asgeco, etcétera), la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético, la Fundación Renovables y la Fundación Desarrollo Sostenible, los sindicatos Comisiones Obreras y UGT y todos los grupos parlamentarios del último Congreso (todos, menos el PP, lógicamente).
Decenas
El impuesto al sol ha sido además el clímax de la orgía regulatoria que ha vivido España en los últimos años: "las leyes y reales decretos se cuentan por decenas, y las disposiciones, por cientos... y, en un sector en el que hay que invertir a largo plazo, no se puede improvisar o no se debe improvisar tanto", decía el presidente de la Asociación de Empresas de Energías Renovables, José Miguel Villarig, el pasado mes de marzo en una jornada en la que compartía cartel con el comisario de Acción por el Clima y Energía, Miguel Arias Cañete. En fin, que nadie está pagando el impuesto al sol, porque el escribano de esa norma -Alberto Nadal, secretario de estado de Energía- redactó tan alambicado el texto que ninguna compañía sabe cómo cobrarlo.
Desde la primavera del 12
A pesar de todo, el impuesto al sol y las sanciones-amenaza (multas desorbitadas para los que no inscriban su instalación de autoconsumo en el registro del Ministerio) han dominado toda la legislatura. Toda, pues las primeras noticias del impuesto susodicho datan de la primavera de 2012. "La situación política afecta bastante -nos contaba hace poco el ingeniero Javier Gamazo, de Gamo Energías (Salamanca)-, porque hay gente que sí está interesada en esto, pero que te dice que, con esta incertidumbre... La gente está esperando a ver si entra un gobierno nuevo y quita el decreto". En todo caso, Gamazo explica que, "aunque el actual RD de Autoconsumo no nos beneficia en absoluto... es el que tenemos, y digo más: se pueden hacer cosas en ese marco".
Un RD que no es el mejor del mundo
De la misma opinión es Miguel Jarque, responsable de Ventas de Sofos, empresa catalana de larga trayectoria en el segmento del autoconsumo. Jarque cuenta que en estos últimos años han puesto en marcha aproximadamente 1,2 megavatios de autoconsumos. Además, nos explica que ya han firmado tres proyectos importantes este año: de 70, 80 y 100 kilovatios de potencia. "El RD que tenemos no es el mejor del mundo, pero al menos tenemos uno. Los números siguen saliendo en las instalaciones industriales. Incluso con el impuesto al sol, el período de amortización se prolonga un año; como mucho, año y medio, o sea, de 7 a 8,5 años. No es lo mejor que podría pasarnos, pero tampoco es el fin. De hecho, hemos notado un aumento de interés".
Comercializadoras
Otra cosa que apunta Jarque es que "a día de hoy ninguna comercializadora está cobrando a nuestros clientes el impuesto al sol". Más aún -explica-, "tenemos clientes que están con comercializadoras pequeñas que les dicen que están pensando en alguna solución para no cobrar el impuesto, porque es que no saben ni cómo hacerlo. Han pedido que les hagan una especie de vademécum, una guía. Y aún están esperando. Al final las comercializadoras son intermediarias. Cobran al productor, pero, a la postre, tienen que pagar a la distribuidora. Y la distribuidora no sabe/no contesta. Nosotros hemos preguntado a Endesa qué trámites debemos seguir para adaptar las instalaciones al nuevo marco -les preguntamos hace meses- y seguimos esperando la respuesta. De momento, en todo caso, lo dicho: ninguno de nuestros clientes está pagando ese peaje".
Consultas
Manel Romero, de la empresa SUD Energies, apunta en la misma dirección: "no conocemos de ningún caso en que un autoconsumidor esté plenamente registrado y haya comenzado a pagar el conflictivo impuesto al sol". Además –añade Romero-, el Gobierno aún no ha publicado la operativa de liquidación del pago de los peajes (el impuesto al sol), ni tampoco las instrucciones técnicas que deben definir aspectos como la medida de la energía: "el Minetur tiene habilitado un buzón de consultas (autoconsumo@minetur.es) y va respondiendo, pero con cuentagotas. Hasta el punto de que hay un montón de consultas que hace meses que esperan respuesta". Con las elecciones a quince días vista (y la gobernabilidad, en aprietos), no parece que vaya a cambiar nada a corto plazo.
La reunión
Entre tanto, y según diversas fuentes, representantes de Red Eléctrica de España y de las principales distribuidoras del país se habrían reunido el martes en Ifema para tratar de aclarar cómo facturar el impuesto al sol, un impuesto al que la mayoría de los actores de la escena energética nacional empieza a dar por muerto definitivamente; un impuesto amenaza en todo caso que ha mantenido al sector al ralentí durante los últimos cuatro años, pues las primeras noticias del impuesto susodicho -ya se dijo- datan de la primavera de 2012. Si lo que quería el Ejecutivo era hacer un brindis al sol... lo ha conseguido. Si lo que pretendía con ese impuesto surrealista era estrangular el mercado, que las pymes del sector fuesen sucumbiendo, y que las grandes eléctricas ganasen algo de tiempo para preparar sus estrategias (y sus kits solares de autoconsumo)... pues también.
Jornada UNEF
Genera acogió ayer una jornada técnica -más de cuatro horas- sobre autoconsumo (organizaba la Unión Española Fotovoltaica, UNEF). La sala estaba abarrotada (ni una sola butaca libre), decenas de personas de pie, a ambos lados de la platea y al fondo, tras el patio de butacas. Y allí estaban las pymes, los instaladores, entre el público, y también sentados a la mesa de los ponentes, explicando casos de éxito de autoconsumo. El sector está vivo, ha resistido. Muchos han quedado por el camino. El director general de UNEF, José Donoso, contaba en un corrillo, antes de que comenzara el acto, que han sido muchas las empresas que, a lo largo de estos cuatro años, han desaparecido o han tenido que buscarse la vida en el exilio. Pero la sensación generalizada es que está cerca el final del atolladero. El comentario estrella de esta feria Genera ha sido y es, en todo caso, "a ver qué pasa el 26J".
Coincidencias
Son muchos los análisis, y muy diversos. Pero hay algunas coincidencias. La primera es que todo el mundo sabe que 227 diputados ratificaron su no al impuesto al sol hace apenas unas semanas. La segunda es que, a estas alturas, solo el sector más ultra del Partido Popular sigue defendiendo el impuesto fantasma, ese que nunca fue. Si, tal y como parece, el PP sale perjudicado de este segundo asalto electoral, lo más probable es que esa mayoría absoluta (227 noes) acabe siendo aún más absoluta. Y, así, va a ser complicado que el impuesto que nunca nadie pagó empiece a pasar factura. Solo hay una posibilidad de que sobreviva el impuesto-amenaza, contaba ayer en Genera un conocido analista del mercado eléctrico: que PP y Cs pacten y que, en ese pacto, Rivera se olvide del autoconsumo, o sea, que el no al impuesto al sol no sea una línea roja para el partido naranja.
Todas las demás ecuaciones dan el mismo resultado
El impuesto al sol que escribió en un RD el secretario Nadal -el paladín más ultra del Partido Popular- ha sido un brindis al sol (a la salud de Unesa), o un coitus interruptus (para las pymes que buscaban la salida de la crisis por la puerta del autoconsumo). El impuesto al sol -amenaza nunca materializada pero siempre presente a lo largo de estos cuatro años- no ha servido más que para destruir unos cuantos miles de puestos de trabajo (cuántas pymes) y enviar al exilio a un montón de magníficos profesionales que solo así han podido aguantar el tipo. Pero, además (y sobre todo), ha servido para que los chamanes del clan del kilovatio ganen tiempo y puedan ir perfilando sus estrategias de control de mercado. El 26J, en todo caso, puede marcar un antes y un después en la historia de la energía en este país, en esta España camarera de sol y playa que ya quiere ser (y puede) de I+D, de autoconsumo y soberana (o sea, independiente energéticamente). Y puede serlo, porque hay recurso, hay profesionales de primer nivel y hay demanda, como se hartaron de repetir ayer cuantos participaron en la jornada de UNEF.
Modo Espera
¿Y la reunión secreta de Genera? ¿Red Eléctrica de España y las distribuidoras intentando aclarar cómo facturar el impuesto al sol? (Ese era el rumor en los pasillos de la feria). No parece muy probable. Sí parece creíble esa reunión -de los chamanes del clan del kilovatio-, pero más bien convocada en petit comité, efectivamente, para compartir presumibles cuitas -intercambio de impresiones- a la vista de las urnas. Que uno los imagina preguntándose unos a otros: ¿y tú cómo ves lo del 26J? El autoconsumo sigue (casi) en Modo Espera, o al menos al ralentí, lo que probablemente era el objetivo del legislador perverso. A pesar de todo, en España podría haber unos 50 megavatios de autoconsumo a día de hoy, y siguen ejecutándose instalaciones, porque, incluso con un impuesto/amenaza (impuesto al sol que nunca ha sido, impuesto fantasma; impuesto insensato que tiene además los días contados)... incluso así... salen los números, según repetían el jueves todos los ponentes de la Jornada UNEF. El autoconsumo ya está aquí. Y el RD de Nadal, ese que nació muerto, ya tiene destino: una urna.