La demanda se registró el 23 de mayo por las sociedades Nextera Energy Holdings y Nextera Energy Spain, a quienes representarán frente a la Abogacía del Estado los despachos de abogados británicos Skadden, Arps, Slate y Meagher & Flom. La quinta denuncia ante los tribunales internacionales llega después de las ya presentadas por la firma de Abu Dabi Masdar Solar y por los fondos europeos Eiser Infrastructure Limited, RREEF y Antin.
Nextera tiene su sede en Florida y está presente en España desde 2008 a través del proyecto Termosol, que cuenta con dos plantas termosolares de 49 MW cada una en Extremadura, en la localidad de Navalvillar de Pela (Badajoz).
Europa Press recoge que tras conocerse las primeras denuncias el pasado 9 de diciembre, el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, ya indicó que los servicios jurídicos del Estado han respaldado los recortes a las renovables y consideró que los demandantes aspiraban a rentabilidades del 20%.
“Estas empresas hicieron unas inversiones considerando que iba a haber una rentabilidad razonable superior al 20% durante toda la vida, y eso no ocurre en ningún país del mundo, porque si eso ocurriera el resultado sería que el sistema eléctrico simplemente quebraría”, afirmó en su momento Soria.
Todo indica que Industria aprobará en las próximas semanas el nuevo modelo de retribución a las renovables, que todo el sector espera desde principios de año. Muchos analistas creen que el Ministerio ha preferido retrasar su aprobación para evitar el efecto negativo que los nuevos recortes, calculados en unos 1.670 millones de euros, tendrían de cara a las pasadas elecciones europeas.
En el caso de NextEra, la antigua Florida Power, los recortes en las primas a la energía termosolar le han obligado a provisionar cerca de 350 millones de dólares. Provisión realizada después de que el valor en libros de sus proyectos en Extremadura hayan pasado de cerca de 800 millones de dólares a unos 500. Nextera es una de las mayores empresas de renovables del mundo. El pasado año ocupaba el tercer puesto entre los operadores eólicos, por detrás de Iberdrola. En 2013 facturó 11.000 millones de euros, cuenta con 42.000 MW de potencia instalada (incluida nuclear y ciclos combinados de gas) y da empleo a 14.000 personas en 26 países.