Energías Renovables publicó el texto de José Luis Navarro -que titulamos «Presente y futuro de la energía solar termoeléctrica en Extremadura»- en su edición estival (julio-agosto). El entonces consejero nos había remitido el texto unos días antes, a finales de junio. Pues bien, apenas un mes después de publicado en nuestras páginas el artículo de Navarro, un texto en el que el extremeño hacía una encendida defensa de la tecnología termosolar -tecnología que puede operar en funciones de respaldo para el sistema eléctrico nacional-, el Gobierno de Pedro Sánchez anunciaba (a finales de julio) el nombramiento de este ingeniero industrial extremeño como presidente de la Empresa Nacional de Residuos (Enresa), que es la empresa que se dedica a la gestión de los residuos radiactivos en España y que está llamada a desmantelar las instalaciones nucleares.
El nombramiento tiene lugar en un marco de transición energética en el que ya son muchas las voces que reclaman el cierre nuclear definitivo, o, en términos más específicos, la no renovación de los permisos de explotación de esas instalaciones una vez expiren sus actuales permisos y/o hayan cumplido cuarenta años. La última de las centrales españolas en llegar a esa edad es Trillo, que alcanzará la cuarentena en 2028. La primera, la extremeña Almaraz, que cuenta con dos reactores nucleares: Almaraz I, que tiene 1.049 megavatios de potencia y comenzó a operar en septiembre de 1983; y Almaraz II, que tiene 1.044,5 megas y comenzó a operar en marzo de 1984. ¿Será Navarro el hombre llamado a emprender la desnuclearización de España? El exconsejero de Economía e Infraestructuras del Gobierno de Extremadura se expresaba en estos términos, en nuestras páginas, en la edición de papel de Energías Renovables (ER 174), de julio-agosto de 2018.
Presente y futuro de la energía solar termoeléctrica en Extremadura, por José Luis Navarro
Extremadura es la región con mayor densidad de centrales termosolares operativas del mundo. El año pasado, la termosolar fue la primera fuente renovable de generación allí (más aún: termosolar y fotovoltaica atendieron en 2017 el 62,66% de la demanda de electricidad extremeña, un valor que no se alcanza en ningún otro lugar del planeta). La región reúne todos los requisitos necesarios para que la termosolar siga haciendo historia allí -alta radiación, gran capacidad de evacuación, más “horas de vuelo” que nadie- y el gobierno extremeño lo sabe. Seguramente por eso ha colocado al frente de su Consejería de Infraestructuras a José Luis Navarro Ribera, un ingeniero industrial que está recorriendo todos los caminos -SETplan, Connecting Europe Facility, Innovfin, H2020, JRC- para ver renacer en su tierra una tecnología que está llamada a marcar la transición energética de España. Suyas son estas líneas. El placer es nuestro.
«Extremadura es una de las pocas zonas del mundo donde la generación de electricidad a partir de fuentes renovables supera la mayoría de los años a su propia demanda eléctrica. Aunque la principal fuente de generación eléctrica son los dos reactores de la central nuclear de Almaraz, la suma de las producciones hidráulica, termosolar, fotovoltaica y térmica renovable (biomasa) sería aritméticamente suficiente para atender la demanda regional en un año hidrológico medio. De acuerdo con lo previsto en la Directiva 2009/28/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 23 de abril de 2009, relativa al fomento del uso de energía procedente de fuentes renovables, en su artículo 5, la contribución de la electricidad generada en centrales hidroeléctricas que ha de ser considerada es la correspondiente a la media de los últimos 15 años. Así, el valor medio de la producción hidroeléctrica en Extremadura en los últimos 15 años es de 2.235 gigavatios hora (GWh), frente a los 1.359 GWh realmente producidos en el año 2017, que fue muy seco. Teniendo este criterio en cuenta, la cobertura de la demanda de electricidad a partir de fuentes renovables, alcanzó en el año 2017 un 111,37 %.
La primera tecnología renovable por producción en 2017 en Extremadura fue la solar termoeléctrica. El conjunto de la generación termosolar y fotovoltaica supuso en 2017 el 62,66 % de la demanda. Un valor que no se alcanza en ninguna otra región del mundo. En España, por valores absolutos de potencia termosolar instalada y de energía generada, Extremadura ocupa el segundo lugar, a escasa distancia de Andalucía. Por provincias, Badajoz lidera el ranking con claridad. Las razones de esta realidad ya existente son claras. Extremadura reúne todos los requisitos necesarios para la implantación de plantas solares termoeléctricas: alta radiación solar, gran capacidad de evacuación en la red de transporte, disponibilidad de suelo ambientalmente adecuado y abundancia de agua para la refrigeración. Y también, una administración autonómica comprometida en apoyar el desarrollo de los proyectos, con agilidad en la tramitación de las autorizaciones administrativas.
La tecnología termosolar, como es sabido, aporta al sistema eléctrico una característica muy importante. Tiene la posibilidad de almacenamiento mediante sales fundidas, a diferencia de fotovoltaica, eólica y biomasa. Y en capacidad de almacenamiento existente, Extremadura es la primera región española y Badajoz la primera provincia. Lamentablemente, en España no se ha desarrollado ningún nuevo proyecto termosolar desde que en 2012 el Gobierno del Partido Popular decretó una moratoria total para la generación de electricidad mediante energías renovables. Como consecuencia, a varias empresas españolas, líderes tecnológicos mundiales en termosolar, se les cortó la posibilidad de continuar desarrollando mejoras tecnológicas en España. Algunas de ellas han continuado construyendo plantas termosolares en otros países, especialmente del denominado cinturón solar, consiguiendo una continuada reducción de los costes de generación, con expectativas de que se convierta en un mercado emergente de grandes proporciones.
Pero, volviendo a España, es importante no olvidar que no tiene sentido comparar directamente el coste de la electricidad solar termoeléctrica con otras renovables no gestionables, como la fotovoltaica y la eólica. Parece imprescindible considerar los perfiles de despacho específicos de las tecnologías renovables. No se ajusta a las necesidades del sistema eléctrico hacer competir a las renovables gestionables con las no gestionables o con las convencionales sin tener en cuenta la discriminación horaria. Un estudio de la asociación Protermosolar sobre la transición del sector eléctrico español presentado recientemente, concluye que con la tecnología solar termoeléctrica se puede acelerar el recorrido hacia un mix renovable de generación eléctrica, sin incrementar los costes. La clave está en operar de forma complementaria la fotovoltaica y la termosolar.
Pero, para conseguirlo, es necesario modificar las reglas del actual mercado eléctrico, al menos introduciendo subastas de renovables a coste fijo de la energía durante la vida regulatoria. Mientras esa reforma llega, desde Extremadura pensamos que hay que empezar a dar los primeros pasos para la instalación en el sur de España de un parque de generación solar termoeléctrica de segunda generación. Pensamos que no se puede perder más tiempo. Conjuntamente con el sector termosolar europeo, estamos planteando que puedan construirse nuevas centrales de tamaño y operación comercial que exporten la energía producida a países centroeuropeos. Recientemente, el comité del SETplan, compuesto por representantes de los Estados Miembros, ha aprobado el Plan de Implementación de la Iniciativa Termosolar, en el que, además de las líneas de investigación consensuadas con la industria, se considera pieza esencial un primer proyecto exportador “first of a kind” (FOAK).
Este proyecto abriría una vía para el futuro despliegue de nuevas centrales termosolares, con la más avanzada tecnología, que permitiría a Europa, y muy en especial a España, continuar siendo líder mundial en este sector. El principal elemento para que dicho proyecto llegue a concretarse es encontrar el mecanismo por el que se pagará el diferencial de coste que, respecto al precio del pool, tienen todavía las centrales termosolares, que, sin embargo, ya compiten favorablemente contra los ciclos combinados cuando se comparan los costes de nuevas centrales gestionables y de gran factor de capacidad (por encima de 3.500 horas anuales). Los “mecanismos de cooperación” de la Directiva de Renovables y las exigencias de intercambios de electricidad, para fomentar que las inversiones se realicen donde se dispone de mejor recurso, ofrecen posibilidades de cubrir ese diferencial, así como los apoyos a proyectos transfronterizos de la reciente propuesta del Mecanismo “Conectar Europa” (Connecting Europe Facility).
Otros instrumentos europeos de apoyo a demostraciones comerciales de nuevas tecnologías, como el sucesor del antiguo NER 300, junto con mecanismos mixtos de subvenciones y financiación, como el nuevo instrumento Innovfin (EU Finance for innovators), podrían permitir que el coste de la generación de electricidad solar termoeléctrica ya estuviera a los niveles de mercado, en cuyo caso se podría realizar la venta de la energía a través de los agentes de intermediación que operan en los mercados.
Al mismo tiempo, algunas compañías eléctricas europeas podrían estar considerando la promoción directa de proyectos de generación termosolar para completar y compensar su cartera de renovables no gestionables, pudiendo beneficiarse de las ventajas de que tuviera la consideración FOAK dentro del SETPlan. Como se ha dicho antes, Extremadura es la región mundial con mayor densidad de centrales termosolares operativas. Por este motivo, lidera, junto con la región portuguesa de Alentejo, el Partenariado de Energía Solar de regiones europeas (Smart Specialisation Platform on Energy, S3PEnergy), una iniciativa del Centro Común de Investigación de la Comisión Europea (Joint Research Centre, JRC), a través de su sede de Sevilla.
Desde la creación del Partenariado de Energía Solar, sus actividades presentan sinergias con el FOAK termosolar del SETPlan, pues en la cadena de valor de la industria termosolar hay aportaciones de un gran número de regiones europeas. Entre ambas iniciativas, SETPlan y S3P, se pueden crear las condiciones necesarias para que pueda materializarse la promoción empresarial de dicho primer proyecto comercial, con un fuerte componente innovador. Con el apoyo del programa H2020 podría convertirse en un gran laboratorio a escala real de la red europea EUSolaris de centros de investigación, para que se ensayaran nuevos desarrollos tecnológicos, sin interferir en la producción de la central y abriendo las puertas a los investigadores para identificar líneas de mejoras en la operación y mantenimiento de las centrales.
El objetivo es muy ambicioso y complejo. Dado que el proyecto, o proyectos, tendrá que ser promovido desde el sector empresarial privado, para poder avanzar en la concreción de su alcance técnico, la Junta de Extremadura ha lanzado una petición de expresiones de interés a promotores privados nacionales y europeos, que ha tenido una amplia y positiva acogida. El concepto de torre, con receptor de sales y gran volumen de almacenamiento, que, por la latitud de España, permite un mejor equilibrio estacional de la producción, así como un mayor rendimiento y expectativas de menores costes, parece que sería la opción tecnológica que podrían elegir los promotores. Las alternativas de hibridación, bien con biomasa, para reforzar la gestionabilidad y la firmeza en la operación, o con fotovoltaica, para reducir el precio de la generación conjunta, son otras posibilidades que algunos promotores ya han avanzado en los contactos previos mantenidos.
En paralelo, es imprescindible disponer cuanto antes de una nueva planificación de la red de transporte de energía eléctrica. La vigente, aprobada para el periodo 2015-2020, se elaboró con unos criterios enormemente restrictivos y en un contexto en el que era inimaginable el gran interés que hoy existe por invertir en renovables. El procedimiento de planificación es largo y si no se actúa con diligencia, la falta de capacidad de evacuación será el cuello de botella que limite el desarrollo de las renovables en España en los próximos años. Nos queda mucho camino por recorrer, pero el acuerdo alcanzado entre el Consejo, la Comisión y el Parlamento, para fijar el objetivo del 32% de renovables para 2030, refuerza nuestra confianza en que estamos trabajando en la dirección correcta.
La transición energética hacia una economía descarbonizada vuelve a poner a Extremadura en la primera línea de las energías renovables. Tras seis años de travesía del desierto en toda España, a contracorriente del mundo, los promotores, nacionales e internacionales, han vuelto a elegir Extremadura para sus grandes proyectos. Más de diez gigavatios (diez mil megavatios) suman los proyectos fotovoltaicos con solicitud de acceso a la red y más de dos gigavatios están tramitando las autorizaciones administrativas o ya disponen de ellas. Además de la fotovoltaica, la energía solar termoeléctrica, junto con el autoconsumo y la biomasa, suponen una gran oportunidad para Extremadura, no sólo por la actividad y el empleo que genera la construcción y explotación, sino también por la posibilidad de desarrollar la industria y la I+D+i de la región».
Autor: José Luis Navarro Ribera. Ingeniero Industrial. Consejero de Economía e Infraestructuras de la Junta de Extremadura en el momento de firmar este artículo, que publicamos en la edición de papel de julio de la revista Energías Renovables. El Gobierno de Pedro Sánchez nombró a Navarro presidente de la Empresa Nacional de Residuos (Enresa) el pasado 30 de julio