En esta línea, las grandes compañías, entre ellas Schneider Electric, se están comprometiendo con planes de acciones concretos y ambiciosos que integran como un elemento vertebrador en el corazón de sus estrategias empresariales, de tal manera que permitan reducir la huella de su impacto en el Planeta e incluso alcanzar la neutralidad en las emisiones de CO2.
El sector eléctrico debe jugar un papel protagonista liderando el cambio. Su transición hacia un nuevo modelo energético, así como iniciativas dirigidas a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero o su consumo energético, serán claves en el proceso.
Para que esto sea posible, la digitalización y la innovación serán palancas fundamentales.
La digitalización como claro habilitador que impulsará una mejor toma de decisiones gracias a la conectividad y sensorización de los equipos de los cuales podremos recoger datos clave, analizarlos y convertirlos en información de valor para poder actuar sobre la optimización de los procesos y la mejora del ciclo de vida de los propios equipos.
Innovar para reducir los gases de efecto invernadero
En cuanto a la innovación, aquí es donde entra en juego la nueva tecnología desarrollada para eliminar el hexafluoruro de azufre, también conocido como SF6. Cierto es que se trata de un gas muy seguro y que ha sido ampliamente utilizado durante décadas en el sector eléctrico por su fiabilidad y eficacia, pero no podemos perder de vista que se trata de un gas cuyo efecto invernadero (GEI) es de los más potentes.
En todo el mundo, la producción, el uso y, por tanto, las emisiones de SF6 están creciendo. Desde que empezaron las mediciones en 1973, la concentración atmosférica de este gas se ha multiplicado por 10 y las compañías eléctricas constituyen el 80% de su mercado. Sabemos que en el mundo hay instalados más de 30 millones de unidades de aparamenta eléctrica de Media Tensión y que un interruptor-seccionador típico contiene, de media, un kilo de gas SF6. Pues bien, ese kilo de gas SF6 tiene el mismo impacto sobre el medioambiente que 23.500 kg de CO2, lo que equivale a la emisiones de un coche que haga 150.000 km o 12 vuelos entre París y Pekín.
Todas esas cifras nos ayudan a entender por qué los fabricantes de tecnología eléctrica han decidido invertir y apostar por encontrar soluciones alternativas más ecológicas.
Eliminación progresiva
En el caso de España es especialmente relevante el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC 2021-2030), que surge como respuesta al Reglamento (UE) 2018/1999 del Parlamento Europeo y del Consejo de 11 de diciembre de 2018 sobre la gobernanza de la Unión de la Energía y de la Acción por el Clima y al Anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética.
Las medidas contempladas en este documento van dirigidas a alcanzar y superar en 2030 los objetivos planteados en el Anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética –que son los que le tocaría cumplir a España en base a su peso en la Unión Europea–, entre ellos, la reducción del 23% de emisiones de gases de efecto invernadero respecto a 1990 o la mejora del 39,5% de la eficiencia energética en la próxima década. Estos objetivos, además, están alineados con el acuerdo de París 2015 y su meta de mantener el incremento de la temperatura media global por debajo de los 2ºC respecto a los niveles preindustriales e, incluso si es posible, por debajo de 1,5ºC.
El PNIEC 2021-2030, además, servirá como la herramienta para la reactivación económica tras el Covid-19 con lo que gran parte de los fondos que la Unión Europea destine a España estarán relacionados con el impulso a las renovables, medidas de ahorro y eficiencia, y electrificación y redes.
En lo que respecta al apartado de descarbonización, el PNIEC incluye la necesidad de reducir las emisiones de GEI relacionadas con los gases fluorados sustituyendo las instalaciones que los utilizan por otras que usen gases de bajo o nulo PCA. Además, también se menciona la recuperación y la gestión de los gases fluorados al final de la vida útil de los equipos.
La alternativa ecológica al SF6 ya existe
Schneider Electric ya ha hecho públicos sus compromisos ambientales, fijándose, entre otros, el objetivo de eliminar gradualmente el gas de efecto invernadero SF6 de todos sus productos para el año 2025 – lo que le permitirá evitar el equivalente a cerca de 4 millones de toneladas de emisiones de CO2 al año. Además, ha desarrollado una nueva gama de celdas de media tensión con tecnología libre de gas SF6, la SMAir SeT, que utiliza aire puro combinado con tecnología de corte en vacío.
Esta innovadora solución, sostenible y digital, permite a las compañías del sector ahorrar hasta 2,4 kg de SF6 en las subestaciones de media tensión –equivalentes a 56,4 toneladas de CO2–, evitar los costes de tratamiento y reciclaje del SF6, así como futuros riesgos regulatorios. Buen ejemplo de ello son los casos de compañías como EON, Green ALp, Engie, que ya han aplicado esta solución, manteniendo las mismas ventajas y fiabilidad que el SF6, pero reduciendo su huella ambiental.
En este nuevo escenario en el que nos encontramos fruto de la pandemia del Covid-19, la sostenibilidad se alza sin lugar a dudas como una prioridad. Apostando por soluciones eficientes y de bajo impacto ecológico, como la aparamenta libre de SF6, el sector de la energía liderará el camino hacia la recuperación verde.