– Schneider Electric ha sido uno de los pioneros en la tecnología de las celdas de media tensión (MT) sin SF6, que presentó en 2020. El hexafluoruro de azufre (SF6) es un gas muy usado en el sector eléctrico. Un gas fiable y eficaz, pero con un enorme potencial de efecto invernadero: 23.500 veces mayor que el CO2. ¿Cuál es la situación actual? ¿Cómo ha progresado la sustitución de ese parque instalado de celdas MT por otras libres de gases con tanto impacto sobre le medio ambiente?
La situación actual está marcada por un factor principal: la normativa Europea en su Procedimiento Europeo 2022/0099/COD PE-CONS 60/23, que indica que a partir del 1 de enero de 2026 se prohibirá la puesta en funcionamiento de toda la aparamenta con SF6 de hasta 24 kV de aislamiento. Esta norma tiene una serie de salvedades como el hecho de poner en marcha, posteriormente a la fecha indicada, aparamenta con SF6 si el material fue adquirido 20 días después de la entrada en vigor de la norma (es decir comprado antes del 11 de marzo de 2024). Evidentemente la normativa se va endureciendo con el paso del tiempo ya que el fin último es la completa sustitución de esa tecnología.
Como se desprende de la propia norma el foco lo tenemos en el nuevo parque a instalar. Es decir, en los nuevos proyectos que se deban acometer a partir del 1 de enero del 2026. Y en ese sentido mi percepción personal es que, como industria, la concienciación de la normativa en un principio ha sido lenta. También tenemos la percepción de que esa concienciación se está acelerando a medida que más componentes del mercado acceden a esa información de la normativa.
– ¿Qué porcentaje de celdas de media tensión consideraríais un éxito un vuestra tasa de sustitución en España y Portugal?
En este año, nuestro objetivo es que, al menos, el 33% de las celdas de media tensión suministradas sean libres de SF6. Esto implica que una de cada tres celdas debería cumplir con esta especificación. Es un paso importante para adaptarnos a las regulaciones y avanzar hacia tecnologías más sostenibles. Para el siguiente año, apuntamos a un 66% de celdas sin SF6. Es un desafío mayor, pero también una oportunidad para demostrar nuestro compromiso con la transición hacia alternativas más sostenibles.
Finalmente, en 2026 aspiramos a que la práctica totalidad de los suministros sean libres de SF6. Esto es crucial para cumplir con la normativa europea y reducir nuestra huella ambiental. Alcanzar o superar estos porcentajes cada año es fundamental para considerarlo un éxito en nuestra estrategia de sustitución. En resumen, estamos avanzando en la dirección correcta, y la concienciación sobre estas regulaciones está creciendo. Mantenernos en la “zona exitosa” implica seguir trabajando en colaboración con fabricantes, clientes y otros actores del mercado para lograr una transición exitosa hacia tecnologías más limpias y eficientes.
– La SM AirSeT era una innovadora tecnología que utiliza el aire puro como aislante y la tecnología de Interrupción de Corte en Vacío. ¿Qué aportan las dos nuevas gamas lanzadas ahora, RM AirSet y GM AirSet respecto al SM AirSeT de 2020? ¿Se sigue instalando la tecnología SM AirSeT?
La tecnología SM AirSeT, lanzada en 2020, fue pionera al utilizar aire puro como aislante y la tecnología de interrupción de corte en vacío. Esta innovación marcó un antes y un después en el mercado de la media tensión, ofreciendo una solución modular que se adaptaba a diversas configuraciones, ideal para el sector industrial, infraestructuras y edificaciones.
Las series RM AirSeT y GM AirSet extienden esta innovación: RM AirSet se enfoca en infraestructuras públicas con su diseño compacto, mientras que la GM AirSet está diseñada para la distribución primaria. Ambas mantienen el compromiso con la sostenibilidad y la innovación. La SM6 sigue siendo relevante para el mercado privado con su GIS de aire puro. La SM AirSeT se instala ampliamente por su adaptabilidad. En conjunto, RM AirSet y GM AirSet representan la evolución de SM AirSeT, ofreciendo soluciones sin SF6 para distintas necesidades del mercado.
– ¿Cómo ha evolucionado en estos años la normativa que regula el SF6? ¿Cómo considera que están cumpliendo con esta normativa las empresas afectadas?
La normativa europea sobre el SF6 ha experimentado una evolución significativa, pasando de propuestas iniciales poco definidas a un marco regulatorio más concreto y exigente. El Reglamento (UE) n.º 517/2014 fue un paso importante en este proceso, estableciendo normas sobre la contención, uso, recuperación y destrucción de gases fluorados, incluido el SF6. Este reglamento busca reducir las emisiones de gases fluorados de la UE en dos tercios para 2030 en comparación con los niveles de 2014.
La fecha clave a considerar es el 1 de enero de 2026, cuando se prohibirá la puesta en servicio de celdas con SF6. Aunque aún no podemos evaluar el cumplimiento total, ya que nos encontramos a un año y medio de la fecha límite, es evidente que las empresas afectadas deben acelerar su adaptación a la normativa.
Las empresas han respondido a través de acuerdos voluntarios y colaboraciones para gestionar el uso del SF6 y reducir sus emisiones. Estos esfuerzos son cruciales para cumplir con la normativa y avanzar hacia la descarbonización del sistema energético. Sin embargo, la velocidad de adaptación ha sido una preocupación, y aún queda trabajo por hacer para asegurar que todos los actores del mercado estén plenamente informados y comprometidos con el cumplimiento de estas regulaciones. En este sentido, los medios especializados desempeñan un papel vital en la concienciación y educación sobre estas normativas. A medida que se acerque la fecha límite, se espera que la demanda se oriente exclusivamente hacia tecnologías libres de SF6, lo que permitirá una evaluación más precisa del conocimiento y cumplimiento de la normativa por parte del mercado.
– En estos cuatro años la digitalización ha dado pasos de gigante. ¿Cómo está contribuyendo esta digitalización en la mejora de los procesos de descarbonización de la economía?
La digitalización está impulsando la descarbonización económica al facilitar la transición de combustibles fósiles a la electrificación. Este cambio incrementa la complejidad de la gestión de la red, donde la digitalización juega un papel crucial al permitir una monitorización precisa y proporcionar una visión integral de los límites y capacidades de la red. Esto es esencial para un uso eficiente de la energía.
Con la generación de energía inclinándose hacia las renovables, los procesos no solo se electrifican, sino que también se vuelven más eficientes energética y económicamente. La digitalización ayuda a optimizar las inversiones, enfocándose en áreas clave y utilizando aplicaciones como los gemelos digitales para mejorar la gestión de infraestructuras y prolongar la vida útil de los activos.
Además, es fundamental implementar controles predictivos y en tiempo real para manejar posibles congestiones en la red a medida que avanza la electrificación. Aplicaciones especializadas para la red de distribución y para la red en su conjunto son necesarias para abordar cualquier situación que surja.
Finalmente, la electrificación implica aprovechar la flexibilidad del usuario final para gestionar la demanda de manera efectiva, lo que contribuye significativamente a la descarbonización de la economía. La digitalización, por lo tanto, no solo mejora los procesos actuales, sino que también establece las bases para futuras innovaciones en la gestión de la energía y la sostenibilidad ambiental.