La jornada Eólica y Mercado, que organizó la semana pasada la Asociación Empresarial Eólica en Madrid, abrió cartel con una dupla de altura: Juan Diego Díaz Vega, presidente de AEE, y Carmen Becerril, presidenta del Operador del Mercado Ibérico de Electricidad (OMIE). Díaz Vega identificó los retos a los que se enfrenta ahora mismo el sector eólico nacional: la competencia china, el proteccionismo estadounidense y las tramitaciones lentas y complejas en lo doméstico. Pero, además, señaló el que algunos autores consideran el gran desafío de las energías renovables en el corto plazo en España: la falta de flexibilidad por parte del sistema para encajar toda la potencia renovable que viene.
Porque es mucha la eólica que viene, y porque es mucha, también, la solar que está en camino. Y puede haber momentos en que, si genera toda la solar a la vez (a mediodía), o toda la eólica a la vez (de madrugada, por ejemplo), corremos el riesgo de que no haya demanda suficiente como para aprovecharla y corremos el riesgo de que el operador envíe consigna de parada: pare usted la máquina, que no hay demanda, lo que en el sector se conoce como "vertido".
¿Soluciones? Ensanchemos las interconexiones para que quepa más electricidad por el tubo rumbo a Francia (al gran mercado de Europa) o desarrollemos sistemas de almacenamiento (bombeos, baterías, termosolar) que eviten esos "vertidos" (ese desperdicio).
¿Problema? Pues que "las tecnologías que deben aportar flexibilidad a las renovables no están penetrando al nivel necesario".
"Salvo que algo cambie -ha dicho Díaz Vega-, a dos años vista, el sistema no podrá acoger la generación renovable que prevemos en base a las autorizaciones otorgadas, lo que tensionará fuertemente los planes de negocio de las compañías, así como la gestión técnica de los nudos".
La presidenta de OMIE, Carmen Becerril, también ha identificado con claridad el gran problema de los "vertidos".
"Es verdad -ha dicho- que las horas centrales del día tienen una expectativa de caída de los precios por exceso de oferta de energía. Y si hay algo indigno en el sector eléctrico es verter megavatios hora. Eso es lo que no podemos permitir".
Como solución, Becerril ha apostado por "incentivar la electrificación de una manera muy rotunda", como primer elemento de los que conforman la flexibilidad como concepto. Eso sí: "atendiendo a las señales de precio", ha dicho.
"No es lo mismo cargar un vehículo eléctrico a las cinco de la tarde en verano, que a las diez de la noche. No es lo mismo. No puede ser lo mismo. No podemos ir al concepto de la tarifa plana. No tiene ningún sentido".
En el marco de la flexibilidad, la presidenta de OMIE también ha hablado "por supuesto del desarrollo de las baterías y del desarrollo de los bombeos (...). Creo que se echa de menos -ha dicho- un impulso rotundo que permita la implantación de las baterías y de todos los mecanismos de flexibilidad de una manera ordenada".
Las interconexiones, la electrificación, la flexibilidad "son temas centrales -ha sentenciado Becerril- que tienen que ser objeto de atención porque son en buena medida la esencia de la transición energética".
Carmen Becerril: "me llama la atención que un discurso en el que España ha estado anclado durante décadas, las interconexiones eléctricas, sea un tema que parece que se ha difuminado. Y el tema de las interconexiones en España sigue siendo un tema esencial, porque no nos olvidemos de que las oportunidades de las renovables en la península ibérica tienen que encontrar también una forma de optimización económica precisamente en la exportación de energía"
El problema está a la vista. Y es el hundimiento de los precios en determinadas horas. Mucha oferta, poca demanda, precios muy bajos. Y si los precios son muy bajos los inversores no van a querer invertir, o sea, que no va a haber transición energética. ¿La solución? Electrificar, o sea, aumentar la demanda (calefacción eléctrica en vez de calefacción de gas; vehículo eléctrico en vez de gasóil); interconexiones y almacenamiento, según Becerril.
Y aquí volvemos al principio. A Build to Zero. A Joaquín Coronado, que ha participado, tras la intervención de Becerril, en la primera mesa de la jornada: "Nuevo diseño del mercado eléctrico a partir de la experiencia". Lo ha hecho junto a Rafael Gómez-Elvira, de OMIE; Eduardo Moreda, de Endesa; Rocío García, de EDPR; y Javier Revuelta, de Afry.
Ha abierto fuego Gómez-Elvira, que ha criticado con dureza la propuesta de reforma del mercado.
Rafael Gómez-Elvira, director de Relaciones Internacionales y Márketing de OMIE: "la primera reacción [a la guerra] fue muy emocional. Poco racional. Y es normal, porque el contexto macro era un contexto doloroso. Y porque en el fondo teníamos una guerra en Europa (...). Eso provoca a los ciudadanos un sentimiento de dolor, un sentimiento de sufrimiento, en el sentido humano, y en el sentido económico (...). Vemos unos precios de la electricidad desbocados, respecto a lo que ha sido el histórico en todos estos años de liberalización. Entonces entonamos expresiones como 'no hay derecho' (...). Los políticos, que tienen que representar a la sociedad, en seguida hacen suyos esos lemas y lejos de amortiguar con conocimiento esas expresiones, las excitan más. Y vienen lo que yo llamo accidentes políticos. Para mí el accidente político bandera han sido las declaraciones de la señora Von der Leyen diciendo, en esa longitud de onda de 'no hay derecho', que 'este mercado ha dejado de hacer justicia a los consumidores'. Entonces ya la hemos liado. Porque estamos soltando eslógans en un campo emocional para empatizar con una sociedad que sufre pero que no entiende lo que está pasando"
¿Solución? Elvira lo ha tenido claro: "el cambio tiene que ser hacia más Europa. Y más Europa para un sistema eléctrico es más integración, más acoplamiento, y por supuesto libertad de comercio, y más mercado". Más mercado, mercado abierto a todos los actores -ha insistido- y así mismo "abierto a todos los recursos, a propósito, a los transfronterizos también" (por alusión a las interconexiones).
Revuelta (Afry) se ha centrado en el almacenamiento. "Algo hay que hacer para que un inversor en almacenamiento pueda acometer esa inversión". Revuelta no lo deja todo al albur del mercado, sino que considera necesaria la intervención del gobierno en algunos aspectos: "por ejemplo la veo clara en el mercado de capacidad (...). La potencia de respaldo y el almacenamiento creo que sí que necesitan alguna señal de largo plazo que venga de un mecanismo que sea centralizado".
Moreda (Endesa) también ha hablado del largo plazo. "¿Dónde está la clave de esta reforma? Yo creo que el debate en Europa está centrado en el largo plazo. El problema que tenemos es una falta de desarrollo del largo plazo. No es un problema de diseño de mercado, sino falta de desarrollo. Hasta ahora el largo plazo no ha preocupado a casi nadie. Tenemos un sistema bastante estable, 25 años. Había oscilaciones, años caros, años baratos, pero todo dentro de un esquema muy contenido. Donde se debería hacer el esfuerzo es en el largo plazo". El subdirector de Regulación, Mercados Mayoristas y Gas de Endesa tampoco ve necesaria la reforma del mercado (como Elvira): "el único capaz de buscar la eficiencia en ese entorno [el de la incertidumbre con respecto a la evolución de los costes de las distintas tecnologías] es el mercado".
Y un inciso aquí: al principio de la jornada, Becerril, durante su conferencia de apertura, había hablado también de (1) el mercado -"la lección aprendida después de 25 años es que el mercado funciona, y ha funcionado, también en 2022"; y ha incidido así mismo, como Moreda, en (2) la importancia del largo plazo, que oferta virtudes, pero que atraviesa un mal momento: "los mercados de futuros, que no dejan de ser mercados que blindan contra la volatilidad extrema, o contra situaciones como las que hemos vivido en estos últimos meses... pues los mercados de futuros verdaderamente ni mucho menos están aprovechados. Se observa una caída de la negociación de forma constante particularmente en los dos últimos años, y cuando hablo de caída... hablo de caída de más del 50%. Los mercados forward organizados están en una situación de caída libre, casi casi enfrentados a la desaparición".
Contra la reforma, o contra las medidas excepcionales, también se ha manifestado Rocío García, directora de Regulación y Mercados en EDP Renewables. He aquí tres frases que pueden resumir su intervención: (1) "no podemos permitir que haya medidas y excepciones a nivel nacional, que lo único que hacen es ir contra la integridad del mercado y crear distorsión"; (2) "con la excepción ibérica hemos visto mucha más generación con gas de la debida, cuando esperábamos, o pensábamos, que debía de ser justamente lo contrario"; y (3) "hemos visto también mucha incertidumbre regulatoria, lo que hace que las inversiones se paren. En una reforma que es estructural [por alusión a la reforma que se plantea desde el Gobierno], que es lo que va a conducir las inversiones de aquí a los próximos 20 o 30 años, no lo podemos permitir. Tenemos que llegar a un modelo de mercado único, integrado y lo mismo para toda la UE".
Y entonces ha llegado la intervención de Coronado, Build to Zero, que ha arrancado con un rotundo: "estoy bastante en desacuerdo con casi todo lo que se ha dicho". Coronado no cree que la reforma del mercado eléctrico que plantea Alemania sea tal. "La propuesta de Alemania no es ninguna propuesta. Yo no veo la propuesta por ningún sitio. Es una serie de generalidades que al final vienen a decir que todo siga igual".
Más allá del mercado, ha señalado directamente a las interconexiones: "yo no confío nada en que la interconexión vaya a tener lugar (...). Tenemos 2.800 MW de interconexión. En el año 2013 se declaró proyecto de interés común la interconexión a través de Bahía de Vizcaya. Diez años después aquí seguimos. El proyecto costaba al principio 1.200 millones de euros. El último presupuesto parece que está por los 2.700 . España tiene que pagar un 43%, Francia un 27, un 30% la UE. Todavía no hemos empezado. Tenía que estar funcionando en 2027 y no sé si va a estar en 2037".
¿Conclusión? Coronado la tiene clara: "eso [por la interconexión] no va a ocurrir. Ojalá ocurriera. Pero creo que tenemos que planificar como si no fuera a ocurrir. Como si no fuéramos a tener los 5.000 MW de interconexión. Y ojo: que la UE dice que en 2030 los países deberían de tener tener el 15% de su consumo con interconexión. Nosotros aquí nos conformamos con 5.000 MW, lo que no llega ni a un 1,5%".
Así que "tenemos que planificar sin eso", ha dicho el presidente de Build to Zero. Sin interconexiones y sin bombeos.
Joaquín Coronado: "el sector renovable tiene un problema. Y ustedes tienen un problema. Porque se han concedido 735 permisos en los últimos doce meses por 50.864 megavatios. Y esto sin interconexión ni flexibilidad no va a funcionar. Entonces entro en el tema de la flexibilidad. La flexibilidad se consigue construyendo bombeos y construyendo baterías. Yo en el fondo en el que estoy en el consejo he analizado un proyecto de un bombeo y después de tres años hemos sido incapaces de hacer un underwriting de la inversión después de contratar a varios consultores porque queríamos de verdad poner esos millones de euros. No funcionó. Porque no hay certeza de qué va a ocurrir con eso"
¿La alternativa? Pues, grosso modo, aprovechar el statu quo de España (que tiene un sector desarrollado y experimentado) y los recursos naturales característicos del país (Sol y viento abundantes) para generar electricidad limpia (ergo transición energética) a un precio menor al que pueda ofertar el resto de Europa (¿50, 60 euros?, ha planteado) y así atraer industria.
O sea, industrializar España a lomos del despliegue renovable y no dejar al sector al albur de la construcción de formidables interconexiones que se van a ver enfrentadas siempre a futuribles sobrecostes, rechazo social por impacto ambiental, etcétera, etc.
Porque "al final -ha dicho Coronado- la gente no quiere construir líneas eléctricas ni en Pirineos, ni entre Carmona y Sevilla. No quiere construir líneas eléctricas en ningún sitio".
"Vamos a generar mucho más valor añadido y muchos más puestos de trabajo exportando bienes manufacturados que vendiendo electrones y además repartiéndonos la diferencia de precio con Francia".
