10.600 megavatios eólicos con Declaración de Impacto Ambiental positiva en 16 meses (más 3.800 con DIAs negativas). Es uno de los datos que ha visto la luz en la jornada Eólica y Mercado, que organizó ayer la Asociación Empresarial Eólica en Madrid. Más de 250 profesionales han acudido a la cita, en la que el presidente de AEE, Juan Diego Díaz Vega, ha alertado sobre el gran reto al que se enfrenta el sector renovable: la integración de la nueva potencia en el sistema. "Consideramos que se ha hecho un enorme esfuerzo en los últimos meses -ha señalado- para llegar al famoso hito del 25 de enero con la mayor cantidad de expedientes renovables resueltos por parte de las administraciones en lo que se refiere a las Declaraciones de Impacto Ambiental". Pero ese logro ha sido materializado de manera muy atropellada. Según los datos facilitados por Díaz Vega, "hemos pasado de estar tramitando 50 megavatios eólicos por trimestre a principios de 2021 a tramitar 4.000 en el último trimestre de 2022".
Y eso (esa terrible laxitud inicial que acaba en atropellamiento) propicia una serie de problemas: "el efecto de pasar de una sequía de proyectos a una acumulación masiva (...) genera tensiones industriales y saturación en la cadena de suministro", cuando lo que "nuestra industria necesita es sostenibilidad y confortabilidad en toda la cadena de valor para mantenerse y seguir siendo competitiva". La industria necesita además -ha añadido- visibilidad de mercado "a más largo plazo, y no solo de los dos próximos años, a fin de realizar una planificación estratégica adecuada que conlleve una optimización de costes".
Pero el gran problema al que se enfrenta el sector es el de la falta de flexibilidad por parte del sistema para encajar toda la potencia renovable que viene. "Las tecnologías que deben aportar flexibilidad a las renovables no están penetrando al nivel necesario", ha dicho Díaz Vega. Más aún: "salvo que algo cambie -ha añadido-, a dos años vista, el sistema no podrá acoger la generación renovable que prevemos en base a las autorizaciones otorgadas, lo que tensionará fuertemente los planes de negocio de las compañías, así como la gestión técnica de los nudos".
El objetivo que marca el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 es 74% de generación eléctrica renovable sobre el total de la generación en esa fecha horizonte, y, en lo que respecta a almacenamiento, determina una potencia adicional de 6.000 megavatios, que debe aportar "una mayor capacidad de gestión a la generación" (página 12 del Plan).
Ello, junto con el impulso de la flexibilidad y gestión de la demanda, "debe permitir una mayor integración de la generación renovable en el sistema, contribuyendo a la seguridad del suministro" (página 12).
Pero lo cierto es que esos 6.000 megavatios están ahora mismo solo sobre el papel y muy lejos de materializarse.
El plan habla específicamente de baterías, centrales termosolares, bombeos hidráulicos e hidrógeno como soluciones que aportan flexibilidad al sistema eléctrico, algo "esencial para alcanzar un alto grado de penetración en el sistema de generación renovable no gestionable" (página 19).
¿Problema? Que la termosolar y el bombeo están congelados desde hace diez años, las baterías dan para lo que dan (poco), la gestión de la demanda parece aún muy lejos, y al hidrógeno aún le quedan ¿diez años?
"Salvo que algo cambie -ha dicho el presidente de AEE-, a dos años vista, el sistema no podrá acoger la generación renovable que prevemos en base a las autorizaciones otorgadas".
Situación actual de la industria eólica
El presidente de AEE ha reflexionado así mismo sobre los esfuerzos de la industria eólica para seguir siendo competitiva. Para ello, debe seguir fabricando los componentes eólicos en España y en toda Europa. "La competencia generada por la industria china, que cuenta con un apoyo estructural gubernamental que permite lograr precios medios por debajo de los estándares europeos es ya una realidad".
Por otro lado -ha añadido-, los mecanismos de atracción de la inversión industrial y tecnológica aprobados en Estados Unidos con el IRA (Inflation Reduction Act) "están impactando gravemente en la dinámica exportadora de componentes eólicos fabricados en España".
A este respecto -ha dicho-, el Green Deal Industrial Plan con su Net Zero industrial Act son las herramientas fundamentales, pero deben ser ágiles y precisas para garantizar la permanencia de las inversiones industriales en nuestro continente
Por fin, el presidente de la Asociación, en el marco de la reforma del mercado eléctrico en el que se encuentra el sector, ha planteado la propuesta AEE. "Desde AEE tenemos claro que un buen diseño de mercado debe basarse en una serie de pilares fundamentales, como son, entre otros".
1. Garantizar la libertad de todos los actores para optar por las diversas herramientas o mecanismos, sin limitaciones ni obligaciones.
2. Aportar entornos atractivos para los inversores haciendo convivir todas las posibilidades de operación en el mercado.
3. Garantizar la estabilidad regulatoria y la Seguridad Jurídica, asegurando que en ningún caso haya efectos retroactivos sobre los contratos en vigor, ni impacto sobre los
agentes del sector que puedan poner en peligro la rentabilidad de sus inversiones.
4. Incluir un Plan de Transición desde el actual modelo a la vez que se elabora el nuevo diseño de mercado y establecer entornos de prueba del diseño adoptado para valorar
fallos y posibles ajustes.
5. Incentivar la inversión en electrificación tanto directa como indirecta (mediante el hidrógeno renovable) del sistema energético europeo, impulsando que esa demanda sea cubierta únicamente con energía renovable.
La jornada ha congregado más de 250 profesionales de las principales empresas del sector.
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