La singularidad canaria -redes insulares menos malladas que las que tenemos en el continente y, además, no interconectadas entre ellas- y la inoperancia y/o ineptitud de los últimos gobiernos nacionalistas -ora sostenidos por el PSOE, ora por el Partido Popular- han situado al archipiélago de las islas afortunadas en el furgón de cola del despliegue de las energías renovables en España. Y eso que el Sol y el recurso eólico son en aquellas islas extraordinariamente generosos. A pesar de ello, y a pesar de que España cuenta con un sector científico, tecnológico e industrial de primera categoría en lo que se refiere a las energías renovables, el archipiélago canario sigue anclado -en materia de electricidad- en los combustibles fósiles: gasóil, diésel oil, fuel oil. Hasta el punto de que estos generaron el 92% de la electricidad canaria en 2016, de ahí que la electricidad allí sea la más cara de España.
La moratoria renovable -decretada por el ministro, precisamente canario, José Manuel Soria- tampoco ha ayudado a la transición energética insular en estos últimos cinco años. El caso es que el Gobierno regional se ha marcado ahora, en su Estrategia Energética 2025 (recientemente presentada al Observatorio de Energía de Canarias) un objetivo con el que pretende sacar del pozo fósil a la economía de las islas. En ese documento, aún en fase de elaboración, el Ejecutivo regional se marca como prioridad "incrementar al 45% la participación de las energías renovables en la generación eléctrica, frente al 8% registrado en 2016". Con ese fin -informa el Gobierno canario-, "se propone aumentar la potencia eléctrica renovable instalada en las islas desde los 350 megavatios registrados en 2015 a los 1.660,5 megavatios en 2025".
Discurso impecable
El discurso del consejero de Economía, Industria, Comercio y Conocimiento de Canarias, Pedro Ortega, es hoy tan válido como lo hubiese sido hace cinco años. Ortega ha dicho -según recoge un comunicado que acaba de publicar el Ejecutivo regional- que "Canarias cuenta con una serie de ventajas y oportunidades aún sin explotar, entre las que destacan las condiciones climáticas y recursos renovables, cuyo aprovechamiento reduciría de forma considerable su dependencia del exterior y las emisiones contaminantes derivadas de su uso. Además -añade Ortega, según el comunicado-, la expansión de renovables contribuiría a la promoción y desarrollo de la economía y la generación de nuevos puestos de trabajo de calidad". En fin, idéntico discurso al que cualquier consejero del ramo podría haber pronunciado hace cinco (o diez) años.
Eólica, solar, biomasa
El caso es que el viernes pasado, la Consejería que dirige Ortega difundió ese comunicado, en el que señala que, "en este contexto, la Estrategia Energética de Canarias 2025 se concentra en potenciar la instalación de tecnologías renovables de origen eólico terrestre, solar fotovoltaica y a partir de biomasa". Al mismo tiempo -continúa el comunicado-, el Ejecutivo regional "busca promover el desarrollo de otras energías renovables no tan extendidas pero que tienen un gran potencial de crecimiento en Canarias, como es el caso de la energía marina". Según el Gobierno de Canarias, el 45% renovable recogido en su Estrategia sintoniza con la directiva europea de renovables y, así mismo, "con el Plan nacional de Energías Renovables (PER) 2011-2020, en el que se contempla que un 38,1% del consumo eléctrico sea renovable".
Vehículo eléctrico
Según el Ejecutivo autónomo, la Estrategia destaca "la necesidad de acelerar la introducción del vehículo eléctrico en Canarias, no solo para reducir las emisiones de CO2 y contribuir al cambio climático, sino también como un factor importante que puede impulsar el desarrollo de las energías renovables". Para ello, el documento se centra en "trabajar para establecer una red de carga que garantice la movilidad en vehículo eléctrico; promover un marco normativo que facilite la viabilidad del vehículo eléctrico en las islas; y concienciar a los conductores acerca de las ventajas de la movilidad eléctrica".
Según Ortega, la Estrategia Canaria 2025 "es un documento vivo que recoge objetivos, acciones y herramientas necesarias, que son flexibles y ajustables, pero que suponen un importante punto de partida desde el que avanzar hacia un modelo energético bajo en carbono, más sostenible, estable y respetuoso con el medio ambiente". Es por ello -informa el Gobierno canario- por lo que se prevé un Plan de Seguimiento y Evaluación, en el que se quiere contar con la implicación del Observatorio de Energía de Canarias, "de manera que se puedan reorientar las actuaciones propuestas para alcanzar los objetivos marcados, si se comprueba que hay desviaciones de las metas propuestas en la Estrategia".
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