Para ello, resultará fundamental dejar de quemar fósiles e incorporar vectores energéticos alternativos, como el hidrogeno verde, que sirva de combustible y agente reductor en los procesos para producir hierro de reducción directa. También, se debe fomentar el uso exclusivo de fuentes renovables para suministrar energía a los hornos de arco eléctrico.
Sin embargo, ambas opciones implicarán un incremento a gran escala de potencia renovable, por lo que es imprescindible garantizar que este se lleve a cabo de forma planificada y compatible con la protección de las comunidades locales, la biodiversidad y el territorio. No obstante, la transformación del sector siderúrgico no debe enfocarse exclusivamente en términos de “descarbonización”. La solución no debe basarse en sustituir una fuente de energía por otra, sino que se debe apostar por soluciones enfocadas a la reducción de la demanda mediante la mejora en la eficiencia de los materiales y nuevos modelos de negocio circulares, así como en incrementar el porcentaje de reciclado del acero.
Siderurgia en España
En España, el sector siderúrgico también juega un papel de especial relevancia dentro del sector industrial, que es responsable del 22,5% de las emisiones de gases de efecto invernadero. La producción del acero se basa en su mayoría en el uso de hornos de arco eléctrico, a excepción de la acería de Gijón, propiedad de ArcelorMittal, que utiliza carbón y forma parte de las diez acerías más contaminantes en Europa según datos de Eurostat.
Con independencia de la aprobación, en diciembre de 2022, del proyecto estratégico para la recuperación y transformación económica (Perte) de Descarbonización Industrial, que aspira a poner en marcha las inversiones necesarias para la descarbonización del sector, no se cuenta todavía con una hoja de ruta que incluya objetivos y medidas a corto y medio plazo que garanticen la transformación que se necesita, ya que esta no puede ni debe depender solamente de la existencia de ayudas económicas.
Tanto es así que, bajo el marco de este Perte, en abril de 2023 ya se concedió una subvención de 450 millones de euros a Arcelormittal para su acería de Gijón para la construcción de una planta de reducción directa alimentada con hidrógeno verde, que permitiría sustituir uno de los dos hornos altos que quemaban carbón. Esta inversión es parte del plan de descarbonización de la empresa, que incluye también la puesta en marcha de un horno de arco eléctrico híbrido. Sin embargo, está aún pendiente de aprobación por parte de la empresa, no quedando suficientemente claro si finalmente se producirá, a pesar de haberse otorgado la subvención.
Desafíos del sector siderúrgico
El recorrido hacia la transformación integral de la siderurgia española no es tarea fácil y el sector está llamado a enfrentarse a importantes desafíos. Para lograrlo, es imprescindible contar con una planificación temprana y adecuada con hitos a 2030 y 2040, objetivos de reducción de la demanda, mejora de eficiencia energética y reciclaje, de electrificación de los procesos y del uso de hidrógeno verde y energías renovables, así como abordar el problema de la gran volatilidad de los precios de la energía. Es en esta planificación y bajo estrictas condiciones en cuanto a su aplicación, en la que se debe basarla inversión público-privada que se otorgue.
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