Ni el gas de Arabia (donde la mujer que quiere casarse necesita el permiso de un tutor varón), ni el uranio de Namibia (nación que ocupa el puesto número 118 en el Índice de Desarrollo Humano), ni el petróleo de todos los golfos -el Pérsico, el de México- han producido tantos kilovatios eléctricos este año en España como las fuentes de energía renovable: léase el viento, el sol, el agua y la biomasa, que han sido en 2013 las grandes generadoras de electricidad en nuestro país. A saber: 42,4% para la energía limpia; 36,6% para los combustibles fósiles (carbón, crudo y gas); y 21,0% para la nuclear. Es sin duda el éxito más incontestable de las energías renovables: la independencia energética. Porque cada uno de esos kilovatios autóctonos libera en una cierta medida a España de la dictadura de los mercados, esos que "nadie" parece controlar, esos que en todo caso no son capaces de contener el precio del oro negro, por ejemplo.
Sí, independencia
Según el Estudio del Impacto Macroeconómico de las Energías Renovables en España, que ha sido recientemente publicado por APPA, los kilovatios eléctricos producidos en las instalaciones de generación de energía renovable inscritas en el denominado régimen especial (biomasa, termosolar, fotovoltaica, eólica) evitaron al país el año pasado la importación de 13,5 millones de toneladas equivalentes de petróleo, lo que le supuso a España como nación "un ahorro económico equivalente de 2.429 millones de euros" (si sumamos a esa cuantía los ahorros obtenidos gracias a la gran hidráulica, que también emplea agua como fuente de generación, estaríamos hablando de más de 3.000 millones de euros de ahorro en importaciones en 2012).
El Cártel del Gas
A pesar de ello, y a pesar de que ha bajado la demanda de energía (por culpa de la crisis), el déficit energético nacional registrado el año pasado ha sido el más elevado de la historia de este país, 45.504 millones de euros, que esa fue la cantidad que envió España el año pasado allende sus fronteras en pos de uranio, gas natural y crudo. La cifra, incontestable -la fuente es la Agencia Tributaria-, contrasta amargamente con el discurso (y con la política) del Ministerio de Industria, que parece tan empeñado en destruir la única vía de independencia energética que nos queda -las energías renovables-, como ansioso por satisfacer los intereses del Cártel del Gas (léase El PP quiere convertir España en "el mercado de referencia del gas natural en el Mediterráneo").
Hacienda somos todos
Todo ello sucede a pesar de que todos los estudios publicados a lo largo de los últimos años insisten machaconamente en que las energías renovables son matemáticamente rentables para la economía española. El Estudio Macroeconómico que acaba de publicar APPA muestra que, aunque el sector español de las renovables importó el año pasado bienes y servicios por valor de 2.343 millones de euros (M€), sus exportaciones fueron muy mayores, pues alcanzaron los 3.067 (724 millones netos de diferencia positiva para la economía española). Además -explica APPA-, las administraciones españolas recaudaron el año pasado del sector (impuesto sobre sociedades, IBI, tasas, impuestos locales y otros) 580 M€, que habría que añadir también a la cuenta del haber.
Gases de efecto invernadero, promotores del cambio climático
Más aún: si tenemos en cuenta que un aerogenerador o una placa solar no emiten CO2 y consideramos asimismo que la tonelada de dióxido de carbono cotizaba en el mercado en 2012 a razón de 7,37 €, las renovables le evitaron ese año a la economía nacional un gasto de 270 M€. Según APPA, en el período 2005-2012, las energías limpias le han ahorrado al país por ese motivo 3.095 M€. Además, la asociación explica en su informe que el año pasado las renovables abarataron el precio de la electricidad en más de 4.000 M€ (véanse páginas 31 y 32). Ahorro debido al mecanismo de formación de precio del Mercado Diario de OMIE, mecanismo por el que, cuantos más kilovatios verdes entran en la red, más barata es la energía, pues menos cabida tienen los kilovatios generados con gas o carbón, combustibles más caros que el viento o la luz (FV).
Y, por fin, las primas
Según APPA, el año pasado las renovables percibieron en concepto de prima 6.136 millones de euros. Este año la cantidad rondará los 7.000, sin ninguna duda. O sea, que mentía descaradamente, en la televisión pública española (Los Desayunos de TVE), el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, cuando aseguraba, el jueves pasado, con la convicción y aplomo que le caracterizan, lo siguiente (reproducimos literalmente): "en todo el mundo, el gasto en incentivos renovables, en todo el mundo, en el año 2013, habrá sido de 100.000 millones de euros. ¿Sabe usted cuánto corresponde a España? 10.000 millones. Eso es absolutamente insostenible. Porque, Nativel [estaba dirigiéndose en ese momento a la periodista Nativel Preciado], eso es lo que al final va directamente al recibo. Hay que explicarlo".
Mentira
El señor ministro tiene problemas con las matemáticas (o con la verdad). Según la Comisión Nacional de Energía (véase Información Estadística -hasta el 31 de agosto- sobre las Ventas de Energía del Régimen Especial), las energías renovables percibieron 5.337 millones de euros en concepto de prima en ese período (uno de enero-31 de agosto), por lo que parece absolutamente improbable que vayan a cerrar el año habiéndose apuntado los 10.000 millones de euros que recitaba Soria (todas las estimaciones sensatas sitúan esa cantidad en el entorno de los 7.000 M€). Según datos de REE, en 2013 se sumaron al parque de generación eléctrica nacional 173 MW de eólica y 440 MW de tecnologías solares (140 MW de fotovoltaica y 300 MW de termoeléctrica). Al finalizar el año, el sistema eléctrico nacional -especifica REE- totaliza así 102.281 MW.