La Federación Nacional de Empresarios de Instalaciones Eléctricas y Telecomunicaciones de España (Fenie) publicó el pasado mes de junio en su revista corporativa –Fenie Informa (edición número 34)– un espléndido reportaje-repaso de todos los políticos que no se han quedado en el paro tras perder su empleo en el gobierno (socialistas y populares), de todos los políticos que han ido saliendo del gobierno –porque un día perdieron las elecciones– para ser fichados por las grandes compañías energéticas españolas poco menos que al día siguiente. Entre ellos, Fenie señalaba a los arriba mencionados –Felipe, Aznar, Salgado, Acebes, Solbes– y asimismo a Manuel Marín, expresidente del Congreso de los Diputados y ahora presidente de la Fundación Iberdrola; Luis Carlos Croissier, exministro de Industria, ahora en Repsol; o Rodolfo Martín Villa, político incombustible, diputado, ministro y miembro de la ejecutiva nacional del Partido Popular, que presidiera Endesa cuando aún era parcialmente –un 67%– pública y que es, sin duda, epítome de la "transparencia" actual del sector eléctrico nacional (véase si no este álbum fotográfico que repasa su trayectoria).
Por la transparencia
Pues bien, contra la oscuridad que parece envolver a todo lo que rodea a la factura de la luz, el pasado domingo, la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético publicó en Avaaz.org Peticiones de la Comunidad una carta en la que le pide al comisario de Energía de la Unión Europea, Gunther H. Oetinger, que haga "una investigación en profundidad para determinar los costes del sistema eléctrico que han dado origen al déficit tarifario". La Plataforma es un heterogéneo colectivo compuesto por organizaciones ecologistas (como Greenpeace), sociales (como la cooperativa Som Energía o Ingeniería sin Fronteras) y empresariales (como las compañías ecooo o Zenit Embarcaciones Híbridas). Además, a ella también se han adherido partidos políticos (como Equo, Izquierda Plural o Izquierda Capitalista), sindicatos y ciudadanos a título personal. Pero, aparte de haber impulsado la campaña en la red, el martes pasado, una delegación de esta plataforma viajó a Bruselas para entrevistarse "con el comisario Oetinger, con otros responsables de energía de la Unión Europea y con parlamentarios clave", entre ellos, por ejemplo, Juan Fernando López Aguilar, presidente del eurogrupo socialista español, o el director general de la DG Energy de la Comisión Europea, Fabrizio Barbaso.
García Breva, López de Uralde y Cote Romero
La comitiva de la plataforma ha estado encabezada por el presidente de la Fundación Renovables, Javier García Breva, efímero director en tiempos del primer Gobierno Zapatero del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía; el líder de la plataforma ecopolítica Equo, Juan López de Uralde; y la directora general de la empresa ecooo, Cote Romero. La plataforma, que fue presentada en sociedad en Madrid el pasado mes de septiembre, publicó a la sazón el que denomina su Documento Base, un manifiesto en el que ya reclama la susodicha auditoría y en el que, además, propone al gobierno –para evitar el colapso del sector de las renovables– y entre otras muchas cosas, la adopción "urgente" de dos medidas. A saber: la eliminación de todo tipo de barreras al autoconsumo, "bien sea en la modalidad de autoconsumo instantáneo, bien en la modalidad de balance neto, que es aquella que permite verter a la red eléctrica energía excedentaria en ciertos momentos para posteriormente recuperarla"; y la "inmediata" restitución de la seguridad jurídica en el sector de las renovables en España, que ha sido "fuertemente dañada en los últimos años y que condiciona enormemente su desarrollo futuro".
Contra la retroactividad
Según la plataforma, en concreto, "deben derogarse las disposiciones que afectan a proyectos renovables iniciados contenidas en los Reales Decretos-Ley 14/2010 (recortes retroactivos a la fotovoltaica) y 1/12 (moratoria indefinida a las renovables)". Más aún: "bastará con la auditoría del sector eléctrico de la que se hablaba en el punto anterior, para que salgan a la luz ingentes recursos económicos que quedarán liberados para apoyar a las tecnologías aún no maduras". Con respecto a la nuclear, la plataforma también tiene una postura muy clara: "la nuclear es incompatible con la penetración de nuevas centrales de electricidad limpia, como lo demuestran los repetidos episodios de desconexión de parques eólicos para permitir evacuar su producción eléctrica a estas centrales" (cuando sopla mucho el viento y es baja la demanda –por ejemplo, por la noche–, el operador del sistema, o sea, Red Eléctrica de España, ordena a las centrales térmicas de carbón y gas que bajen potencia para que no haya sobrecargas en el sistema (estas centrales se quedan entonces al ralentí); si la oferta eólica sigue creciendo –sigue soplando el viento y sopla más y más– y la demanda permanece baja, lo ideal para el consumidor sería que parase la nuclear (así ahorraríamos uranio y residuos), pero eso no es posible porque las dinámicas de funcionamiento de nuestras centrales nucleares, obsoletas, no permiten parar y arrancar con la celeridad que sería preciso. Así, entonces, la orden de REE es parar los molinos. La prioridad de la Plataforma, dice su Documento Base, es, en fin, "que la ciudadanía conozca, entre otras cosas, las razones de por qué la tarifa eléctrica ha subido un 80% desde el año 2004".
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