El Observatorio de Sostenibilidad, uno de los colectivos de expertos en energía referente en España, y la consultora GrandMother acaban de publicar la última edición de Descarbonización, informe cuya primera edición se remonta a 2012, que trabaja con series históricas desde 2008 y que le pone nombre y apellidos a las millones de toneladas de gases de efecto invernadero (GEI) que emiten las empresas más sucias (en términos de CO2 equivalente) de España. "En realidad -matizan los autores del informe-, las emisiones de las empresas son mucho mayores, porque se deben incluir las emisiones de alcance 1, 2 y 3 (y en el mercado de emisiones no están incluidas ni las de alcance 2, ni las de alcance 3). Además -añaden desde el Observatorio-, muchas de estas empresas trabajan en entornos internacionales con otras actividades fuera de las fronteras que no se incluyen en esta métrica".
Hechas las salvedades ("en realidad las emisiones de las empresas son mucho mayores"), la edición 2023 del informe, que recoge los datos correspondientes al año 22, deja una lista (un Top 10) manifiestamente reconocible. Para empezar, los cinco primeros puestos de la clasificación los ocupan cuatro compañías energéticas (todas generan y comercializan electricidad) y una siderúrgica. La marca más sucia de todas las integrantes del Top 10 es Repsol, que emitió (Alcance 1 tan solo en España, insisten los autores) casi doce millones y medio de toneladas de CO2 equivalente (12,5 MTonCO2eq). ¿Beneficio neto en ese curso? 4.251 millones de euros. Los principales accionistas de Repsol, antaño empresa pública española, son el banco francés Credit Agricole y el fondo estadounidense BlackRock.
Tras Repsol, la segunda compañía del Top GEI es la italiana Endesa: más de once millones y medio de toneladas emitió en 2022 (Endesa es propiedad de Enel, empresa pública cuyo principal accionista es el Ministerio de Economía y Finanzas de Italia). Endesa (Empresa Nacional de Electricidad SA), antaño también pública (pero española), registró el año pasado más de 2.500 millones de euros de beneficio neto. En tercer lugar se sitúa la luso-china EDP, que emitió en España casi once millones de toneladas equivalentes de CO2 el año pasado y que registró 679 millones de euros de beneficio neto (el principal accionista de Energias de Portugal es la empresa estatal china China Three Gorges, que controla más del 20% de la compañía; el fondo BlackRock es otro de los accionistas relevantes).
Las otras tres compañías eléctricas que más emisiones de gases de efecto invernadero se han apuntado en 2022 en España han sido Naturgy, Cepsa e Iberdrola. La primera emitió el año pasado casi siete millones y medio de toneladas de ceodós (7,44 MtonCO2eq) y registró un beneficio neto de 1.649 millones de euros (+35% con respecto al curso anterior). Cepsa (cuyo principal accionista es el estado de Abu Dabi) emitió casi cinco millones de toneladas de CO2 equivalente en España y ha registrado un beneficio neto de 790 millones de euros. Y, por fin, Iberdrola, que también tiene en el Golfo Pérsico a su principal accionista (el fondo soberano de Catar), emitió el año pasado en España, según el informe del Observatorio, casi 3 millones de toneladas de humo, o sea, cerca de 350 kilos de CO2... por hora. Iberdrola ha declarado un beneficio neto de 4.339 millones de euros en 2022.
El Top 10 lo completan una siderúrgica (ArcelorMittal, más de cinco millones de toneladas de CO2 equivalente y unos beneficios desorbitados a escala global); la constructora FCC (3,4 MTonCO2eq y 315 millones de euros de beneficio neto en 2022); el operador del sistema gasístico Enagas (2,3 MTonCO2eq y 376 millones de euros de beneficio neto); y la cementera Cemex (2,04 MTon CO2 y 858 millones de euros de beneficio).
Solo tres de las empresas integrantes del Top GEI han reducido sus emisiones: Cemex (-16%), ArcelorMittal (-10%) y FCC (-2%). "Cepsa e Iberdrola -dice el informe- las habrían mantenido constantes".Han incrementado sus emisiones en 2022 Enagás (+111%); Naturgy (+53%); EDP (+32%); Endesa (+24%); y Repsol (+16%).
El discurso del Observatorio
«El seguimiento detallado de la descarbonización y la transparencia de los datos son clave para observar cuáles son los resultados reales de las políticas implantadas por gobiernos y empresas, y tienen profundas implicaciones para los grupos financieros. Porque sirven para evaluar el riesgo de sus inversiones y así mismo como rendición de cuentas a la sociedad sobre si nuestras empresas y sectores más contaminantes están haciendo lo suficiente para cumplir los objetivos de emisiones de no aumentar las temperaturas en más de 1,5ºC, que es el umbral compatible con un escenario más seguro para el futuro de la humanidad»
Las emisiones de estas 10 empresas -concretan desde el Observatorio- suponen el 60,5% de las emisiones del mercado de carbono y el 20,5% de las emisiones totales del país. España aumentó sus emisiones de mercado de carbono en 2022 en nueve puntos: +9%. Las emisiones GEI asociadas a la producción de energía aumentaron un 24%.
Dos son las conclusiones principales del informe
Uno: "no se ha observado descarbonización en España en el año 2022, cuando se debería estar observando una profunda descarbonización del orden del 7%, como recomienda Naciones Unidas, de todos los sectores; descarbonización que además se debería acelerar para alcanzar los objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 de España, que marca una reducción de emisiones GEI del 23% para el año 2030 y que actualmente está siendo revisado para incrementar estos objetivos".
Y dos: "como casi único avance positivo se observa el aumento de la penetración de las energías renovables eléctricas, en especial fotovoltaica, avance sin embargo que se está haciendo con profundos impactos ambientales y territoriales".
¿Previsión a 2023? "La permanencia de los ciclos combinados y el carbón, además de la prolongación de la sequía (que hace que se desplome la producción hidroeléctrica) y el aumento del transporte dibujan otra vez un escenario para el 2023 complicado".
Fernando Prieto coordinador del Observatorio de Sostenibilidad: “se observan responsabilidades diferenciadas en las emisiones de CO2. Muy pocas empresas son responsables de un parte muy importante del calentamiento global. Por otro lado, tras los buenos resultados puntuales del 2020, en 2021 y 2022 España se ha vuelto a alejar de los objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, que apunta -con muy poca ambición- a la reducción del 23% de emisiones de gases de efecto invernadero para 2030. Será necesario un cambio radical en los próximos años para cumplir los objetivos de descarbonización en el sector industrial, energético y en los sectores del transporte, residencial, comercial e institucional"
Juan A. Avellaner, doctor ingeniero industrial, miembro del Observatorio: “la descarbonización es un imperativo global por encima de cualquier contingencia. Tenemos soluciones innovadoras y tecnologías para descarbonizar la economía, apliquémoslas sin más excusas y dilación”
Borja Zausen, GrandMother: “descarbonizar nuestra actividad desbocada es crucial. Debemos desacelerar nuestro ritmo de consumo y crecimiento infinito de forma justa, honesta, sincera y valiente"
El Observatorio de Sostenibilidad y la consultora GrandMother consideran "crucial" este informe anual "porque recoge las tendencias del país en su comportamiento respecto a uno de los mayores problemas planteados a corto plazo, como es el cambio climático". El verano de 2022 por sus extremos meteorológicos en temperaturas, olas de calor, noches tórridas, sequía, incendios … ha sido determinante para que la sociedad española asuma la gravedad del reto y la necesidad de tomar medidas urgentes de descarbonización y adaptación al cambio climático.
