"Damos la bienvenida al paquete legislativo presentado hoy [por ayer] por la Comisión Europea para conseguir que la UE reduzca sus emisiones de CO2 un 55% en 2030 con relación al nivel de 1990". En esos términos ha recibido la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico el lanzamiento del paquete Listos para el 55, que "responde -ha dicho- a la necesidad de acelerar el proceso de descarbonización y actuar con políticas más ambiciosas, alineadas con la ciencia, al objeto de cumplir con el Acuerdo de París. Con este paquete, la UE mantiene el liderazgo creíble en la lucha internacional contra el cambio climático".
Según Ribera, España ha venido demandando esta mayor ambición: "no es casualidad que ese 55% comunitario se ajuste sin aristas con el objetivo que nos fijamos en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, con metas de renovables o de eficiencia energética por encima de la cuota que nos correspondía en el esfuerzo común de los socios europeos; así lo subrayó la propia Comisión al evaluar el Plan, que, por cierto, lo consideró una “sólida base” para la recuperación económica tras la crisis de la Covid-19".
La ministra se ha comprometido a analizar "con detalle" las propuestas de la Comisión, que abarcan desde el fomento del hidrógeno verde, "por el que España ha hecho una apuesta de país", hasta el establecimiento de un arancel de CO2 para proteger la industria hasta que el mercado de carbono se universalice.
Teresa Ribera, ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico: "nos preocupa la aplicación de este mercado de carbono al transporte y la edificación, porque debe medirse muy bien para evitar efectos indeseados, y creemos oportuno establecer un mecanismo de control operativo sobre el precio del CO2, porque la dinámica actual no es sostenible en este momento"
La vicepresidenta ha expresado también la necesidad de diferenciar los impactos del calentamiento, que no en todas partes son igualmente graves: "entendemos que debe haber una perspectiva de cohesión climática en la política comunitaria, porque no todos los países sufrimos igual el impacto del calentamiento y debemos evitar que esta diferencia se convierta en un elemento perturbador adicional; por ejemplo, nuestros bosques mediterráneos no pueden homologarse a los del resto del continente: su crecimiento es más lento y están más expuestos a sequías e incendios, lo que dificulta aplicar soluciones basadas en la naturaleza".
Por fin, en el marco de la valoración institucional que ha hecho la ministra del paquete legislativo Listos para el 55, la ministra ha apelado a la transición justa y ha pedido no olvidar la cohesión social, "indispensable al abordar la lucha contra el calentamiento y mitigar sus efectos: vamos a velar en todo momento para que se mantenga la equidad y la protección de la población vulnerable durante el proceso de transición, para no dejar a nadie atrás y para que todos y todas podamos beneficiarnos de las grandes ventajas y oportunidades que proporciona la transición ecológica”.
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