La posibilidad de ampliar el calendario de cierre nuclear hasta 2035, acordada -según varios medios de comunicación- por la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, y las tres principales empresas eléctricas supondría que todos los reactores pasaran de 40 años de funcionamiento y, en algún caso, hasta de los 50. Pues bien, para el Movimiento Ibérico Antinuclear, del que forma parte Ecologistas en Acción, esta propuesta es "inadmisible". Por problemas de seguridad, "que se agudizarán según los sistemas de las centrales vayan envejeciendo". En ese sentido, MIA alerta sobre la prolongación de los permisos de funcionamiento, prolongación que "implicará -aseguran los ecologistas- costosas y complejas revisiones de seguridad que forzarán a las empresas eléctricas a invertir miles de millones de euros que, sin duda, repercutirán sobre el precio de la electricidad".
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Además, MIA recuerda por otro lado que ese futurible alargamiento "aumentará el volumen de residuos de alta actividad, en razón de unas 175 toneladas al año, sin que exista un método aceptable para la gestión definitiva". Lo mismo ocurre -añaden los ecologistas- con la producción de residuos de media y baja actividad, "que no cabrán en el cementerio nuclear de El Cabril (Córdoba)". En este sentido, el Movimiento Ibérico Antinuclear señala que el sexto programa de gestión de residuos radiactivos es en la práctica "papel mojado".
Tecnología obsoleta
Según Ecologistas en Acción, el mantenimiento de las centrales nucleares en funcionamiento dificulta la transición a un modelo basado en las energías renovables debido a la nula flexibilidad de las nucleares: "el apagado o encendido de un reactor nuclear es un proceso complejo que lleva unas 24 horas, por lo que esta fuente de energía convive mal en el mix eléctrico con fuentes intermitentes como las renovables". De esta forma -alertan desde MIA-, no podrían desconectarse de la red para que las renovables viertan su producción. "Esto genera el derroche de la energía, un problema que se agravará conforme se produzca mayor despliegue renovable".
Así, Ecologistas en Acción denuncia que "el PSOE se muestra, una vez más, incapaz de cumplir su promesa de cierre de nucleares cuando se cumplan 40 años de explotación, como ya ocurrió con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, que no se atrevió a fijar esa edad en la Ley de Economía Sostenible". Pero hay más, según el Movimiento Ibérico Antinuclear: esta falta de regulación "puede conllevar a un nuevo pago por lucro cesante si no existe una adecuada planificación". Por todo ello, los ecologistas considera que "la mejor opción es la no renovación de los permisos, de tal forma que en 2024 el país se encuentre libre de esta amenaza". MIA considera que ese será el "único modo de garantizar que la ciudadanía no pague por posibles problemas que surjan con la concesión de nuevos permisos de explotación".