La transición energética está en marcha. Tras seis largos años de parálisis, el sector ha vuelto a mostrar su músculo en 2018. El ejemplo más rotundo de esa reactivación lo ha protagonizado el sector solar. La Unión Española Fotovoltaica (UNEF) hacía público ayer precisamente su Balance Anual. Según las que son sus primeras estimaciones de la actividad desarrollada el año pasado, España ha añadido en 2018 a su parque fotovoltaico nacional 261,7 megavatios de nueva potencia fotovoltaica, un 94% más que durante el ejercicio anterior (2017) y casi un 500% más que en 2016, cuando el sector solo instaló 55 megas (las previsiones para este curso además son mejores aún). La eólica también ha vuelto a respirar tras un sexenio negro, el que se abrió en 2012 y se cerró el año pasado, un sexenio a lo largo del cual prácticamente no ha habido actividad puertas adentro, hasta el punto de que casi el 100% de la producción eólica ha debido buscar mercado allende las fronteras durante todo este lapso; los EREs de Vestas y Siemens Gamesa son el fruto maduro de ese largo erial (véase a pie de página la "Evolución anual y acumulada de la potencia eólica instalada en España"; fuente: Asociación Empresarial Eólica).
2018 ha marcado el cambio de tendencia, gracias a las subastas que convocó el Gobierno Rajoy en el último minuto de la prórroga (la potencia adjudicada se ha empezado a materializar precisamente en 2018) y gracias a algunos proyectos adicionales que han ido surgiendo fuera de subasta. Estamos hablando en todo caso de una actividad muy modesta (quizá cien megas en todo el año) si la comparamos con el frenesí de la década anterior, cuando el sector instalaba 1.500, 2.000 e incluso 3.000 megavatios en un solo ejercicio.
Casi el doble
Así las cosas, el parque de generación renovable ha producido en enero el 39% de los kilovatios que ha demandado España, casi el doble que la nuclear. La eólica produjo durante el mes pasado 5.961 gigavatios hora, el 25,3% del total mensual de generación peninsular. Respecto al mismo mes del 2018, el viento ha incrementado su producción un 12,7%.
Tras las fuentes limpias de energía se han situado los combustibles fósiles, que han producido en enero el 38,2% de los kilovatios hora que ha demandado el país (el gas se ha apuntado el 25% -cogeneración y ciclo combinado- y el carbón, el 13,2%). Por último, la nuclear ha cerrado el círculo, con el 21,4.
Crecimiento apenas perceptible
La demanda de energía eléctrica ha aumentado un 3,4% en enero (con respecto al enero de 2018), hasta situarse en los 23.359 gigavatios hora. Teniendo en cuenta los efectos del calendario y las temperaturas, la demanda peninsular de energía eléctrica ha aumentado un 0,9% con respecto a enero del 2018. Todos los datos proceden del operador del sistema eléctrico nacional, Red Eléctrica de España, REE.