Ayer se concentraron en Bruselas representantes de Greenpeace y de las organizaciones no gubernamentales Avaaz y Transport & Environment con varias pancartas en las que se leía “Nuestro dinero, nuestro futuro” en varios idiomas. Los activistas solicitan que el dinero público no sostenga las prácticas comerciales de las industrias contaminantes (el sector de la aviación -recuerdan desde Greenpeace- ya ha pedido "un rescate gubernamental sin precedentes", por valor de 34.000 millones de euros, "sin condiciones ambientales vinculantes". Ese sector, que ha crecido mucho durante los últimos años (como sus emisiones) se está viendo también muy afectado por la crisis Covid, y está siendo objeto de un seguimiento muy estrecho (desde antes de la crisis Covid) por parte del movimiento ecologista. Los números le dan la razón a Greenpeace y compañía. Según el Avance del Inventario 2019 de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero de España, las emisiones del sector de la aviación han crecido aquí, en 2019, más de un 7% con respecto a 2018. Más aún: la Coalición Internacional para la Aviación Sostenible (ICSA) alertaba hace unos meses de la previsible llegada de hasta 30.000 nuevas aeronaves de gran tamaño al parque aéreo global, lo que triplicaría las emisiones de dióxido de carbono de los aviones en todo el mundo antes de 2050).
A pesar de todo ello -denuncian los ecologistas-, a 26 de junio de 2020, las líneas aéreas europeas -como Air France, KLM, Lufthansa, EasyJet, Scandinavian Airlines y las "españolas" Iberia y Vueling- ya habían recibido un apoyo financiero por valor de 29.900 millones de euros, con 4.500 millones de euros en discusión para otras líneas aéreas. "La UE -lamenta Greenpeace- no ha introducido ninguna condición climática vinculante para el rescate, y las condiciones establecidas por los gobiernos nacionales no son suficientemente vinculantes y no están en consonancia con los objetivos del Acuerdo de París".
Lo que hoy se debate
La Unión Europea (UE) ha puesto sobre la mesa 1,85 billones de euros a través del presupuesto y el fondo de recuperación comunitario [veáse Nota de detalle a pie de página]. Para Greenpeace, "es una condición indispensable que estos fondos no se destinen a industrias contaminantes sin condiciones ambientales vinculantes". En ese contexto, la organización ecologista ha enviado una carta al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, para exigirle el establecimiento de condiciones ambientales -"líneas rojas que protejan el medio ambiente"- en el paquete europeo y nacional de reconstrucción económica. Los ecologistas consideran que "es imprescindible también que, en el ámbito nacional, se apruebe la condicionalidad ambiental y social necesaria para garantizar que el dinero público se destina a las empresas comprometidas con la descarbonización y las soluciones sostenibles frente a la crisis climática y de biodiversidad".
Magda Stoczkiewicz, subdirectora de Greenpeace para la UE: “los líderes europeos deberían usar el dinero público para financiar un futuro verde y justo para todas las personas, no para mantener a las industrias contaminantes. Los bosques que nos quedan se están convirtiendo en humo y los casquetes polares se están derritiendo a una velocidad alarmante: millones de personas exigen acciones ya. Actividades económicas obsoletas y contaminantes, como la aviación, los combustibles fósiles o la agricultura industrial no tienen cabida en las inversiones europeas del futuro. Los gobiernos tienen el deber de acordar normas y condiciones claras sobre la forma en que nuestro dinero apoyará la regeneración ecológica de Europa, invirtiendo al mismo tiempo en empleos verdes, energía renovable, transporte público y agricultura ecológica”
La Agencia Internacional de la Energía así como algunos destacados economistas se encuentran entre los que han pedido una “recuperación verde” postCovid, que “reconstruya mejor”, reduciendo las emisiones de CO2 y al mismo tiempo impulsando la economía. Sin embargo -alertan desde Greenpeace-, según los expertos del colectivo alemán Agora Energiewende, solo 80.000 millones de los 1,85 billones de euros están bloqueados para la protección del clima, cuando se necesitan 2,4 billones de euros antes de 2027 para cumplir el objetivo climático de 2030 de la UE.
El próximo martes, 21 de julio, el Congreso de los Diputados debatirá y votará en el Pleno los cuatro documentos de conclusiones para la reconstrucción del país (sobre el partícular léase Crítica demoledora de Ecodes a la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica).
Tatiana Nuño, responsable de la campaña de Cambio Climático de Greenpeace España: "confiamos en que se actúe con una valentía necesaria que esté a la altura de la crisis ambiental que vivimos y que se apueste por una recuperación verde y justa. No hay tiempo para medias tintas. Es el momento de darle la vuelta al sistema. ¿De verdad vamos a dejar pasar esta oportunidad histórica de construir una sociedad resiliente a las crisis?”
Nota Greenpeace
«Los 1,85 billones de euros incluyen 1,1 billones de euros del presupuesto general de la UE, el llamado Marco Financiero Plurianual (MFF) para el período 2021-2027, más 750.000 millones de euros de dinero nuevo que la Comisión Europea propone gastar para hacer frente a la crisis económica provocada por la pandemia de la Covid-19. El mayor fondo del paquete de recuperación (el Fondo para la Recuperación y la Resistencia, por valor de 560.000 millones de euros) no incluye salvaguardas ambientales básicas, como una lista para excluir las actividades perjudiciales para el medio ambiente (Art.16)»