Según explica Endesa en un comunicado, estos más de 30 GW, que permiten atender el consumo de casi 20 millones de hogares y evitar la emisión de unas 30 millones de toneladas de CO2, evidencian el creciente protagonismo de la red de distribución como vía de acceso de la generación renovable a la red eléctrica.
De hecho, los datos de Eurelectric indican que el 70% de la capacidad de generación verde que se conectará al sistema eléctrico para 2030 lo hará a través de la red de distribución, una tendencia que reforzada por la evolución de los últimos años.
En el caso de la red gestionada por Endesa, al cierre del mes de noviembre había conectadas más de 18.600 instalaciones de producción de energía renovable de mediano tamaño, en su mayor parte instalaciones fotovoltaicas. Por su parte, las instalaciones de autoconsumo activas en la red de e-distribución rozan ya las 305.000 (asociadas a 327.000 suministros), lo que supone multiplicar por 37 la cifra con que cerró 2020.
En concreto, desde 2020 se han conectado casi 11 GW de capacidad renovable distribuida a la red de Endesa, una potencia que pone de manifiesto la necesidad de contar con un marco regulatorio que promueva la inversión en redes y la agilidad en la concesión de permisos para atender al aumento de las solicitudes de acceso.
José Manuel Revuelta, director general de Redes de Endesa: “Las redes son la columna vertebral de la transición energética, ese elemento que está en segundo plano, pero sin el que no se lograrán los objetivos de descarbonización de la economía. Es vital que se promueva la inversión en redes tanto para atender las peticiones de conexión de productores de energía renovable, como de la demanda, desde industrias a centros de datos, desaladoras o plantas de hidrógeno verde".