Ignacio Sánchez Galán se mantendrá en el puesto de presidente al menos hasta los 76 años y Armando Martínez será ratificado como número dos de la energética, un nombramiento que ya se anunció a finales del pasado mes de octubre. El que el grupo separaba así los cargos de presidente ejecutivo y consejero delegado que aglutinaba Galán desde hace casi dos décadas. El presidente de la energética indicó entonces que el nombramiento de Martínez como consejero delegado suponía “un signo de continuidad” y no una “revolución”, ya que la decisión era algo que estaba ya “planificado”.
Asimismo, la junta votará la reelección de María Helena Antolín como consejera externa y la de Manuel Moreu, Sara de la Rica y Xabier Sagredo como consejeros independientes, además de fijar en 14 el número de miembros del consejo de administración. También se someterá a votación de los accionistas la aprobación de un bono estratégico dirigido a profesionales de las sociedades del grupo vinculado al desempeño de la sociedad durante el período 2023-2025, a liquidar de forma fraccionada y diferida mediante entregas de acciones.
En concreto, el bono está dirigido a los 300 directivos que componen la cúpula ejecutiva de Iberdrola, incluido su presidente y el nuevo consejero delegado, y consistirá en la distribución de un total de 14 millones de acciones. De esa cifra, 2,5 millones de títulos se reservan para los consejeros ejecutivos que posean este cargo en el momento de la liquidación del bonus. Este bonus estará vinculado a cumplir una serie de parámetros operativos, financieros y de responsabilidad social corporativa.
Dividendo de involucración
Por otra parte, Iberdrola premiará con un dividendo de involucración de 0,005 euros brutos por acción (un euro bruto por cada 200 acciones) si en la junta se alcanza un quórum de constitución de, al menos, el 70% del capital social. El dividendo de involucración se enmarca dentro de un concepto de junta más participativa, accesible, cercana, sostenible e innovadora que pretende la empresa.
La junta, que tendrá un formato híbrido, como viene siendo habitual desde la pandemia, será presencial en la sede social de la energética en Bilbao y también se podrá seguir de manera telemática.
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