"Hasta el momento, no se han determinado las causas que originaron la desconexión, por lo que pedimos prudencia en los diagnósticos". Así aborda la Fundación Renovables -así de explícita- el cero energético que vivió España el pasado lunes. El que pasa por ser el colectivo de expertos en energía más influyente del país destaca en su análisis varios extremos. El primero es probablemente el más esclarecedor.
«La información que ha trascendido desde fuentes oficiales es que el lunes, a las 12.33 horas, hubo una 'desaparición', durante cinco segundos, de 15.000 megavatios de potencia. Es decir, una caída abrupta de la generación. En ese momento las centrales renovables españolas de más de dos megavatios se desconectaron de la red ante una perturbación en la frecuencia de la red, por motivos de seguridad, comportándose tal y como dicta el protocolo de actuación recogido en la normativa española (Orden TED/749/2020 de 16 de julio).
Esta norma establece que las centrales renovables deben disponer de equipamientos de hueco de tensión para desconectarse por un periodo corto (menos de 0,5 segundos) cuando hay una disminución brusca (hasta el 80%) en la tensión de la red eléctrica. Es decir, la desconexión que se produjo, al igual que ha ocurrido con las centrales nucleares y el resto de las tecnologías, fue una consecuencia y no la causa. Este apagón se realiza para proteger a las plantas y a los operarios que trabajan en ellas ante una posible corriente descontrolada»
En línea con lo apuntado por la FR, el presidente Pedro Sánchez descartaba ya ayer que el apagón se debiera a un exceso de generación renovable.
La Fundación Renovables insiste.
«Las renovables no fueron la causa de la caída de la red eléctrica, sino que la desconexión de las plantas renovables fue una consecuencia del cero de red. Las plantas de más de dos megavatios cuentan, por regulación, con sistemas para protegerse ante los huecos de tensión, como medida de seguridad. Tenemos que seguir apostando por el desarrollo de la red eléctrica y las interconexiones con el exterior y por la hibridación del almacenamiento con la generación renovable»
Las renovables han formado parte de la solución para el restablecimiento del suministro
El 56,8% de toda la electricidad generada en nuestro país durante 2024 empleó fuentes naturales como el viento, el sol o el agua para su producción. El 16 de abril de 2025 se alcanzó el 100% renovable durante unas horas. “El gran porcentaje renovable de España y la flexibilidad de tecnologías como la hidráulica nos permitieron reaccionar y recuperar el sistema con mayor velocidad. Dicho de otro modo, si España no hubiera tenido tanta capacidad renovable la vuelta a la normalidad de la red se habría dilatado más en el tiempo”, señalan desde la Fundación Renovables.
“El sector -concluye la FR- actuó tal cual dictan los protocolos de procedimiento españoles cuando hay un elemento externo que falla. Ese elemento externo -denuncian desde la Fundación- es el que aún no ha trascendido y el que se está investigando”.
A falta de explicaciones oficiales sobre las causas, varias organizaciones están abogando por no especular acerca de la causa que ha iniciado el fallo en cadena, así como por no compartir información cuya procedencia y veracidad se desconozca.
Otro prestigioso think tank, RAP, ya ha apuntado en anteriores trabajos -recuerdan desde el GSCC- que ninguno de los recientes incidentes ocurridos en mercados con una elevada cuota de renovables como España se ha debido a una dependencia excesiva de las renovables para proporcionar un suministro eléctrico suficiente. Existen otros mercados con aún mayor penetración de las renovables en los que el sistema funciona correctamente.
En cualquier caso -matizan desde Ecologistas en Acción-, el incidente subraya la importancia de modernizar y fortalecer el sistema eléctrico para garantizar la resiliencia en la transición energética. “La caída a 0 de la red es un toque de atención que debería conducir a una planificación adecuada de la red eléctrica”.
La valoración de Ecologistas es compartida por la Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés), que señalaba recientemente que los Gobiernos deben tomarse en serio la inversión en redes eléctricas: “los responsables políticos deben sopesar los mayores costes iniciales de unas infraestructuras más resilientes frente a los beneficios que supone la reducción de las interrupciones en el suministro energético”.
El apagón también pone de manifiesto, según otros actores del sector, la necesidad de reforzar las interconexiones eléctricas de España con Europa para evitar situaciones como esta en el futuro. Entre esos actores se encuentra la asociación de empresas de energías renovables y otras tecnologías limpias de la Comunitat Valenciana (Avaesen): "tenemos una interconexión insuficiente. Esto limita nuestra capacidad de reacción ante crisis técnicas".
Precisamente el presidente de Avaesen, Marcos J. Lacruz, subraya las ventajas de adaptación de la energía fotovoltaica sobre otras tecnologías y advierte de la necesidad de aumentar la capacidad de almacenamiento para construir un sistema energético más sólido.
“Necesitamos aumentar -sostiene Lacruz- la capacidad de almacenamiento drásticamente. Tenemos que instalar baterías que nos permitan aprovechar la energía cuando está barata en horas en las que no lo es. Esto hará que tengamos un sistema mucho más económico, pero también mucho más sólido”.
De manera similar se han expresado tanto desde Fundación Renovables como Ecologistas en Acción, al opinar que el debate también lleva a reflexionar sobre la necesidad de avanzar en tecnologías de almacenamiento (como las baterías o las centrales hidráulicas reversibles) que se hibriden con un mix energético equilibrado con tecnologías solar, eólica, hidráulica.
Toda la información aquí recogida ha sido recopilada por The Global Strategic Communications Council (GSCC), que es una red global de profesionales de la comunicación del campo del clima, la energía y la naturaleza.