El informe de la AIE Renovables 2023 (Renewables 2023) es la primera evaluación en profundidad de cómo está evolucionando la transición energética hacia las renovables publicada tras la Cumbre Mundial del Clima de Dubai, que tuvo lugar el pasado mes de diciembre. El informe incluye un análisis detallado país a país sobre el progreso en la consecución del objetivo 3x (triplicar la potencia renovable instalada) y explora lo que puede suceder si los responsables políticos refuerzan sus políticas de apoyo a las energías renovables e imprimen una mayor velocidad a sus transiciones (mayor de la hasta ahora comprometida). Según el informe de la AIE, el año pasado el mundo añadió a su parque de generación casi 510.000 megavatios de nueva potencia renovable (510 gigavatios, GW), lo que supone un crecimiento del 50% con respecto a la potencia renovable instalada un año antes, en 2022. La tecnología solar fotovoltaica representó el 75% de ese total de nueva potencia instalada. El país en el que mayor crecimiento se ha registrado en este curso recién concluido (o sea, en el año 2023) ha sido China, que conectó a sus redes tanta nueva potencia solar fotovoltaica (FV) como la que conectó todo el mundo en el año 2022.
El informe muestra que, con las actuales políticas y con la actuales condiciones de mercado, se espera que la capacidad mundial de energía renovable aumente hasta 7.300 GW entre 2023 y 2028, período cubierto por este análisis prospectivo. Las tecnologías FV y eólica se llevarán el 95% del crecimiento, y lograrán desplazar al carbón como principal fuente de electricidad a escala global tan pronto como en 2025, es decir, el año que viene.
A pesar sin embargo del "crecimiento sin precedentes" registrado en 2023 y de las expectativas de fuerte crecimiento para el medio plazo, el mundo debe acelerar -apuntan desde la AIE- si quiere materializar el objetivo 3x fijado para 2030. Porque ahora mismo, y dadas las tendencias actuales, la potencia de generación de electricidad renovable está en ruta para multiplicarse por 2,5 de aquí a finales de década, o sea, de aquí a 2030.
Renewables 2023 es la primera entrega (el primer informe) que responde al compromiso adquirido por la Agencia Internacional de la Energía de hacer un seguimiento de los avances de los resultados energéticos de la CoP28 celebrada en Dubai el mes pasado. La materialización de los compromisos adquiridos entonces -explica la Agencia en su informe- va a ser crítica para lograr que permanezca abierta la posibilidad de mantener las temperaturas globales por debajo de +1,5ºC de incremento de la temperatura, que es el objetivo acordado en 2015 en la Cumbre del Clima de París.
La Agencia asegura por lo demás que, aparte de evaluar los progresos, está trabajando de manera estrecha con los responsables políticos y el sector energético en el diseño e implementación de políticas adecuadas al objetivo 3x.
En ese sentido, la AIE recuerda que este mismo primer trimestre del año tiene previsto publicar su Observatorio Global del Metano (Global Methane Tracker), que pasa por ser la referencia internacional clave para el seguimiento de las emisiones de este gas de efecto invernadero producidas por el sector energético. En ese sentido, el mes que viene la AIE auspiciará una reunión internacional en París, que va a ser el primer foro ministerial específico sobre Clima y Energía de alto nivel postCoP28, y que está llamada a señalar la ruta inmediata de acciones.
La Agencia en todo caso ya está trabajando sobre el particular. En Davos, el director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol, se ha entrevistado con el ministro de Minas y Energía del Brail, Alexandre Silveira, y con el ministro de Petróleo y Gas Natural de India, Hardeep Singh Puri, para tratar con ellos las que deben ser las prioridades en materia de energía y clima de los dos próximos encuentros del G20 (Brasil ostentará la presidencia de este grupo en 2024 y la India, en 2025). Las conversaciones -adelantan desde la AIE- se han centrado en cómo la Agencia puede continuar prestando su apoyo al G20.
La AIE y Brasil, por ejemplo han acordado ya intensificar su colaboración en áreas como el acceso a la energía, la industria de las renovables y lo que se ha dado en denominar la transición energética inclusiva y justa. Los biocombustibles van a constituirse -adelantan desde la Agencia- van a constituirse en una de las prioridades clave para las presidencias india y brasileña (estos son área clave e importante de crecimiento de las energías limpias en la que ambos países están desempeñando un papel de liderazgo, recuerdan desde la AIE).
En el marco de la Cumbre Global del Clima de Dubái (CoP28), el director ejecutivo de la Agencia, Fatih Birol, también se reunió con el enviado presidencial especial de los Estados Unidos John Kerry, el ministro de Economía de Azerbayán, Mikayil Jabbarov, y la directora ejecutiva de la compañía energética francesa Engie, Catherine MacGregor, ante los que enfatizó la necesidad de que los gobiernos implementen medidas robustas de cara a la próxima cumbre climática de Naciones Unidas (CoP29), que tendrá lugar en la capital de Azerbayán, Bakú, a finales de este año. Así mismo, y también en Dubái, Birol se reunió con el secretario ejecutivo de la Convención Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático, Simon Stiell, con el que mantuvo -informa AIE- una "constructiva discusión" sobre cómo implementar los compromisos adquiridos en Dubái.
Por lo demás, la Agencia ha publicado también hoy una nota sobre las "crecientes tensiones geopolíticas" en Oriente Medio, región por la que pasa un tercio del comercio marítimo mundial de petróleo. Las tensiones han causado una cierta incertidumbre -reconoce la AIE en su último Oil Market Report- en este comienzo de año. "Pero, aparte del riesgo geopolítico -matizan desde AIE-, parece que los mercados deberían estar suficientemente abastecidos este año".
Los ataques aéreos de aviones británicos y estadounidenses sobre objetivos hutíes en Yemen -respuesta a los ataques sobre buques mercantes que ha protagonizado este grupo (al que respalda Irán) en el Mar Rojo- han elevado la preocupación sobre una posible escalada del conflicto en la región, escalada que podría conllevar una disrupción en el flujo de petróleo. La AIE advierte en ese sentido de que la producción de petróleo y gas natural licuado no se ha visto impactada de momento, pero destaca que un número creciente de navieras están buscando rutas alternativas al Mar Rojo.
El mercado en todo caso va a seguir estando razonablemente atendido durante 2024, gracias entre otras cosas al incremento (más elevado de lo esperado) de la producción de petróleo de países no-OPEC+, incremento con el que va a haber suficiente oferta como para atender, con "márgenes saludables" -dice la AIE-, la creciente demanda de petróleo. Este año -concreta la Agencia-, el suministro global de petróleo está previsto alcance el millón y medio de barriles por día.
