Jordi Sevilla Segura (Valencia, 1956) tan sólo llevaba año y medio en la presidencia de Red Eléctrica de España (REE). Licenciado en Ciencias Económicas y funcionario por oposición del Cuerpo Superior de Técnicos Comerciales y Economistas del Estado desde 1983, el exministro socialista ya generó polémica en su entorno político a finales de la década pasada, cuando publicó un artículo en el que sostenía (en alusión directa a la nuclear) que, en el futuro, "todas las energías sin carbono deberán aliarse para reducir el peso abrumador que sigue conservando éste en nuestra estructura de consumo". Tras más de una década como alto funcionario del Estado, fue elegido diputado en 2000 y nombrado ministro de Administraciones Públicas entre 2004 y 2007. A partir de 2009, desarrolló su actividad en la empresa privada, primero en PriceWaterHouseCoopers (PwC) y luego en la consultora de comunicación Llorente y Cuenca, a la vez que fue asesor económico del actual presidente del Gobierno durante las elecciones de 2016, que perdió Sánchez.
Durante su paso por PwC, la consultora publicó un informe -«El Modelo Eléctrico Español 2030: Escenario y Alternativas»- que trabajaba con cuatro escenarios para la España de 2030. Solo uno de ellos planteaba "el cierre progresivo de la capacidad de generación nuclear existente". Dos de ellos sugerían el alargamiento de la vida operativa de las centrales nucleares hasta los sesenta años, y el más agresivo de los cuatro planteaba, "además del alargamiento de vida de las nucleares existentes, la construcción de hasta tres centrales nuevas de 1.500 megavatios cada una".
El informe fue presentado en Madrid por el propio Sevilla, que fue muy explícito sobre el particular: "no hay que excluir la opción nuclear ni económicamente ni desde el punto de vista del impacto de CO2 en la configuración del futuro mix energético"
Su apuesta por la energía nuclear ya la había dejado clara meses atrás en su propio blog personal: "las actuales nucleares obtienen con sus prórrogas de actividad grandes beneficios que podrían redirigirse, por ejemplo, hacia la investigación en renovables".
Según diversas fuentes, Sevilla habría protagonizado diversos encontronazos con la ahora vicepresidenta Teresa Ribera, que ha salido muy reforzada en el nuevo gobierno. Ribera, que llegó a la primera línea del PSOE de la mano de la antinuclear Cristina Narbona, actual presidenta del PSOE, estaría lejos de un Sevilla que también coqueteó en un momento dado con hacer carrera en las áreas de Energía, Medio Ambiente y Transición Ecológica, pero desde un territorio ideológico mucho más próximo a Ciudadanos.
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