El gas natural se ha disparado entre un 30% y un 40% en 24 horas, llegando a alcanzar los 125 euros el megavatio. Y el petróleo Brent supera hoy los 105 dólares el barril. Así que Occidente se dispone a tirar de sus reservas estratégicas y reza lo que sabe para que la crisis de Ucrania no se eternice. Rusia es el segundo productor mundial de petróleo y el segundo suministrador de gas de Europa. Un 35% del gas natural que consume Europa llega precisamente desde el país que acaba de atacar Ucrania sin ningún miramiento.
Lo que pueda pasar a partir de ahora es una incógnita absoluta. La compañía rusa estatal Gazprom asegura que, por ahora, el flujo de gas sigue llegando a Europa. Pero es imposible saber qué pasará mañana. Y mientras tanto, los precios en el mercado eléctrico y en el gas natural que consumimos en los hogares o en el transporte se ha disparado. Muchos de estos últimos son profesionales de sectores como el taxi, que ven atónitos cómo el gas está ahora más caro incluso que la gasolina. Y a pesar de que en 2021, el año de los precios locos de la electricidad, el gas natural solo produjo el 17,2% de la electricidad que consumimos en España, el sistema marginalista del mercado eléctrico europeo ha permitido que el gas ponga el precio de la luz por las nubes.
Ante semejante panorama, la única solución es reforzar aún más la apuesta por las renovables. Una apuesta que no va a cambiar la situación de la noche a la mañana, pero que irá reduciendo estos riesgos estratégicos hasta acabar con ellos. Las renovables llevan años diciendo que, además de energías limpias y baratas, son autóctonas. El sol, el viento, el agua, la bioenergía, son nuestro gas, son nuestro petróleo. Y tenemos que seguir trabajando para que cada día lo sean más. Para que llegue el momento en que amenazas como la que acaba de destapar Rusia no nos hagan temblar.
Hace tres meses publicábamos una noticia que conviene recuperar: el precio de la electricidad en España será más bajo que en el resto de Europa a partir de 2025. Y lo será precisamente gracias a las renovables, a la apuesta que llevamos haciendo desde hace años. Lo dijo Carmen Becerril, la presidenta del Operador del Mercado Eléctrico (OMEL), en el Congreso Nacional de Energías Renovables de APPA. Los precios –decía– se van a mantener altos durante bastante tiempo, pero a partir de 2025 la curva de precios de España se separa rotundamente de la curva de precios europea: cuando Francia y Alemania siguen en el año 2025 marcando precios de 60-70 euros, aquí estaremos en 50.
Habrá que esperar unos años hasta ver en qué medida esas previsiones se ajustan a la realidad. En todo caso, los argumentos que encierran son más importantes que nunca. Más renovables nos harán más independientes. Y no serán nunca una excusa para la guerra.