"El Gobierno ha priorizado con esta Ley los intereses de los poderosos frente a la vida de las personas a las que dice representar". Extinction Rebellion (XR) valora negativamente la norma que acaba de aprobar el Congreso (y cuyo periplo legislativo debe concluir ahora en el Senado, donde no se esperan cambios significativos). Según esta organización no gubernamental, la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, que "parece realizada desde los sectores más reaccionarios y negacionistas", debería ser denominada Ley Tortuga, pues es una ley que se mueve demasiado lentamente para hacer frente a un problema inminente: "la Ley -señalan desde Extinction- contempla unos plazos incompatibles con la supervivencia de los ecosistemas y nos conduce a un aumento de temperaturas de consecuencias catastróficas a nivel global".
La oenegé critica duramente la falta de ambición de la nueva norma, que establece como objetivo de reducción de emisiones a diez años vista un raquítico -23% (o sea, que España emita en 2030 un 23% menos de lo que emitía en 1990). Como punto de comparación, Extinction Rebellion señala en ese sentido los ya de por sí "poco ambiciosos" objetivos de la UE (-55%), que en todo caso se encuentran muy por encima de lo legislado ahora en el Congreso español. "La reducción del 23% -señalan desde la oenegé- no es sino poner un parche para blanquear la imagen de un Gobierno que no le planta cara a la Crisis Climática".
Extinction Rebellion considera por otro lado "inconcebible" una Ley para paliar los efectos de la crisis climática que no haga siquiera mención a la posibilidad de tipificar el delito de "ecocidio" que desde XR y otros movimientos, colectivos y asociaciones ecologistas se viene reclamando a nivel internacional.
Expolio
La oenegé también critica el abandono que muestra la ley de la "perspectiva globalista". Esta ley -dicen desde XR- no va a evitar el expolio de los recursos que hacen empresas españolas en otros países y la contaminación que allí generan. "Una medida vital -explican desde la oenegé- habría sido prohibir la importación del gas natural licuado, pues una parte importante y cada vez mayor de este gas consiste en gas de esquisto, producido mediante la técnica del fracking, para cuya obtención se están devastando amplias regiones en América Latina y África". Desde esa perspectiva globalista, XR denuncia así mismo que la Ley aprobada en el Congreso "tampoco atiende a las necesidades de la comunidad migrante y sigue sin contemplar la posibilidad de dar asilo o refugio a las refugiadas climáticas".
Una declaración de intenciones de los 90
Así, y según Extinction Rebellion, la ley "parece más un copia y pega de una declaración de intenciones de los años 90 que una Ley adaptada a la situación nacional". Y, así, y entre otras carencias, señala las siguientes:
• no se tienen en cuenta el desigual desarrollo de nuestras regiones o la urbanización y consecuente destrucción del litoral;
• tampoco se habla del cambio de modelo productivo que se viene imponiendo como única solución, "como ya mencionó el pasado lunes el doctor en Física Teórica Antonio Turiel ante el Senado";
• la Ley cae en el error de no salir del paradigma crecentista, cuando sabemos que, ante la crisis energética y climática en la que nos encontramos, cuanto más tardemos en cambiar el modelo productivo más desastrosas serán sus consecuencias;
• en lugar de promover como solución la descentralización de la producción de alimentos y energía, aboga por un continuismo en el sistema y una mayor electrificación.
Asambleas ciudadanas
En el otro platillo de la balanza, XR destaca la inclusión de las Asambleas Ciudadanas: "nos congratulamos de que finalmente se haya incluido en esta Ley el establecimiento de Asambleas Ciudadanas, tal y como demandábamos desde XR, si bien es necesario destacar que ha sido gracias a enmiendas de última hora en lugar de haberse incluido en el texto inicial". La oenegé en todo caso lamenta que "en ningún momento se reconoce que sus decisiones vayan a ser vinculantes y, yendo más allá, nos preguntamos si estas no quedarían vacías de contenido con la hoja de ruta ya marcada por la Ley Tortuga".
El movimiento climático también ve con buenos ojos el establecimiento de un "Comité de Expertos de Cambio Climático y Transición Energética, como órgano responsable de evaluar y hacer recomendaciones sobre las políticas y medidas". Sin embargo -matizan desde XR-, de nada sirve contar con expertas si no se trata de un Comité de Expertas Científicas independiente, y no elegido a dedo para no cuestionar el status quo: "este comité independiente debe asesorar a las Asambleas Ciudadanas para la toma de decisiones democrática y fundamentada en la ciencia".
Extinction Rebellion: "de poco sirve firmar leyes de cambio climático con una mano, mientras se firman con la otra mano tratados de libre comercio como el de UE-Mercosur, que alimenta a una agroindustria con objetivos opuestos a los de la transición ecológica, o un Tratado de la Carta de la Energía que blinda los intereses económicos de unas empresas energéticas fósiles cuyos beneficios son incompatibles con una transición energética real; no es sólo la falta de atención a la Crisis Climática, es la oportunidad perdida de iniciar una reforma que ponga la vida en el centro"
Como alternativa, Extinction Rebellion Spain propone que las decisiones sobre la Crisis Climática puedan ser tomadas por la ciudadanía: "reclamamos al Gobierno que cumpla con su compromiso y proceda a convocar una Asamblea Ciudadana vinculante de forma inmediata".
Extinction Rebellion se define como un "movimiento internacional políticamente no partidista, descentralizado, que utiliza la acción directa no violenta y la desobediencia civil para persuadir a los gobiernos de que actúen con justicia en la Emergencia climática y ecológica".
