Así lo pusieron de manifiesto los expertos que analizaron la cuestión en la séptima reunión del grupo de trabajo de Energía de la Convención de Especies Migratorias (ETF/CMS) celebrada entre el 24 y 25 de abril en la sede del Miteco. En dicha reunión se identificaron los problemas emergentes relacionados con la planificación de las energías renovables y se discutió sobre los próximos pasos para lograr el objetivo común: una transición justa hacia las energías renovables sin dañar a las especies migratorias.
Ubicación de las infraestructuras para reducir impactos
En el encuentro se subrayó la importancia de la ubicación de la infraestructura para reducir los impactos, una de las mejores medidas preventivas y la que principalmente se tiene en cuenta en la evaluación ambiental, ya que es mucho más eficaz para evitar impactos que las medidas correctoras o compensatorias que se puedan proponer una vez implementada la infraestructura energética.
Por ello, la ordenación del territorio y la elaboración de mapas de sensibilidad constituyen la principal herramienta para garantizar el cumplimiento de los objetivos energéticos y climáticos en un ámbito de seguridad jurídica para los operadores, lo que evita una demanda excesiva de suelo y previene efectos indeseables sobre las especies migratorias.
María Jesús Rodríguez de Sancho, directora general de Biodiversidad, Bosques y Desertificación del Miteco: "Tanto las administraciones como la propia sociedad civil compartimos el compromiso profundo de alcanzar un equilibrio entre el logro de los objetivos ambientales derivados de la implantación de energías renovables, con la necesaria protección de la biodiversidad derivada de la instalación de infraestructuras energéticas".
Planificación espacial
Además, Rodríguez de Sancho señaló que "entre los retos más importantes que se concitan en España está la adecuada planificación espacial en la ubicación de nuevos desarrollos fotovoltaicos y eólicos, para evitar la pérdida de hábitats esenciales para aves migratorias ligadas a ambientes agro-esteparios, en el primero de los casos, y para reducir las tasas de mortalidad por colisión con aerogeneradores en buitres y murciélagos, principalmente".
Paralelamente, durante la reunión se discutió también la problemática de los tendidos eléctricos ya que, cada año, cientos de miles de aves y murciélagos chocan con turbinas eólicas y líneas eléctricas y muchos otros se electrocutan o son desplazados por la infraestructura.
Respecto a este tema, la directora general del MITECO puso de manifiesto "el intenso trabajo de adecuación de infraestructuras energéticas a las necesidades ambientales, especialmente en la aplicación de medidas para evitar la electrocución y colisión de aves en tendidos eléctricos durante los últimos 40 años, con una inversión superior a los 100 millones de euros, que ha logrado reducir significativamente las tasas de mortalidad de grandes rapaces y aves planeadoras en España.”
La reunión concluyó con la decisión del grupo de trabajo de crear un fondo de pequeñas becas para financiar proyectos que tengan como objetivo la armonización entre el despliegue de las energías renovables y la conservación de la biodiversidad.
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