La guerra de Ucrania, la guerra del gas, arroja a estas alturas, cuando está a punto de cumplirse un año desde que comenzara la "operación especial" del Ejército ruso, un balance en víctimas civiles sencillamente terrible y otro, descorazonador, en términos energéticos y/o económicos. Según el último boletín de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos de España (Cores, Ministerio para la Transición Ecológica), que repasa los datos del mes de diciembre de 2022 y hace balance de todo el año pasado, a España han llegado entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2022 desde Rusia 56.021 gigavatios hora de gas, lo que supone un crecimiento de esas importaciones del 54,8% con respecto a las registradas entre enero y diciembre del 21.
Las importaciones pues han sido muy mayores, pero es que el precio de las mismas ha sido así mismo extraordinario. España, que pagó en 2021 por sus importaciones de gas 9.602 millones de euros, ha pagado casi el triple, hasta 24.134 millones de euros, por ese mismo concepto entre enero y noviembre del 22 (aún no se ha hecho público el dato de diciembre). Los datos son todos de la Secretaría de Estado de Comercio (Ministerio de Industria). La conclusión es que hemos comprado más gas (446.208 gigavatios hora en 2022; 415.569 en 2021); y encima ese gas ha estado más caro que nunca.
El otro gran beneficiario de todo ello es Estados Unidos, cuyas ventas de gas a España han crecido un 112%. Hasta tal punto ha crecido el suministro de gas made in USA a las compañías energéticas que operan en nuestro mercado (Endesa, Iberdrola, Naturgy, etcétera) que la gran nación del norte de América ha sido en 2022 el primer proveedor de gas de España, apeando a Argelia del trono que durante tantos años ostentara (Argelia ha sido la primera fuente de gas durante décadas para España).
Los resultados de ese incremento se han visto reflejados en el mix eléctrico de manera inequívoca. El gas se ha convertido en 2022 en la principal fuente de electricidad en España, desbancando de ese lugar a la eólica, que lo fue el año anterior (2021). Según los datos de Red Eléctrica de España (véase tabla adjunta), las centrales de ciclo combinado españolas (que queman gas natural para generar electricidad) produjeron 44.500 gigavatios hora en 2021 y han generado 68.138 en 2022, lo que supone un incremento de su aportación al mix del 53%. Precisamente en el año en el que más caro ha estado el gas (y la electricidad).
Una derivada del asunto han sido las emisiones de CO2 del sector energético español, que han crecido 22 puntos en 2022, según el informe, publicado en enero, Evolución de las emisiones de gases de efecto invernadero en España (1990-2022), que ha elaborado el Observatorio de Sostenibilidad (autor principal: José Santamarta).
Solo tres empresas (Naturgy, Endesa e Iberdrola) controlan 15.000 de los 26.000 megavatios de los ciclos combinados que hay instalados en España (centrales que queman gas para generar electricidad). Iberdrola cuenta ahora mismo con casi 6.000 megavatios de gas en ciclos combinados y cogeneración (prácticamente todas las centrales de cogeneración usan también gas para generar electricidad). Endesa tiene más de 5.600 megas en ciclos combinados. Y Naturgy, antes conocida como Gas Natural Fenosa, 7.400. Son las tres compañías que más gas queman y más CO2 emiten.