La organización ecologista denuncia que se está tramitando una licencia sin participación pública, "rompiendo las buenas prácticas en materia de seguridad nuclear [véase Anexo I] y en contra de la voluntad de la mayoría de los representantes del Congreso de los Diputados, que se han opuesto públicamente a esta reapertura". Por ello, Greenpeace también está pidiendo estos días a los diputados que insten al Consejo a que paralice el proceso hasta que haya nuevo gobierno. “El pleno del CSN, sin unanimidad, está permitiendo que el Ministro de Industria del Partido Popular pueda conceder una licencia a Garoña. Así, Iberdrola y Endesa podrán exigir lucro cesante si el próximo Gobierno decidiera cerrarla. El Parlamento debe impedir el expolio de la hacienda pública que se está tramando por parte del Gobierno en funciones”, ha declarado Raquel Montón, responsable de la campaña nuclear de Greenpeace.
Hasta 2031
Greenpeace denuncia que el CSN está acelerando la publicación de un informe condicionado, sobre la licencia hasta 2031 de la central nuclear para que el Ministerio de Industria pueda dar, en los últimos días de su gobierno en funciones, la autorización a Nuclenor (Iberdrola y Endesa) para volver a abrir la central. De esta manera, las compañías propietarias podrían reclamar pérdidas por “lucro cesante” en caso de que el próximo gobierno decidiera desmantelar la vieja planta atómica. Según la organización ecologista, estaríamos ante "una renovación inédita en la historia de la seguridad nuclear de España, porque autorizaría a llevar un reactor nuclear hasta los 60 años de vida (su vida útil de diseño estaba prevista hasta los 40 años) y porque permitiría una autorización administrativa de 17 años consecutivos (jamás en España se había dado una renovación de autorización de explotación por más de 10 años)".
Manifestación de los trabajadores
Los propios técnicos del CSN -asegura Greenpeace en su comunicado- han denunciado públicamente la opacidad y dificultades para poder realizar su trabajo: "la situación interna de los técnicos del CSN, enfrentados algunos de ellos a las decisiones políticas que está tomando el organismo, es crítica y hay una manifestación de trabajadores y trabajadoras del CSN en estos momentos por este motivo a las puertas de la reunión", ha comentado Raquel Montón a su llegada a la reunión. En la reunión, Greenpeace también tratará los siguientes temas: la modificación del procedimiento interno para la clasificación en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares y Radiológicos (INES), el retraso de la actualización del Plan General de Residuos Radiactivos, motivada por el retraso del proyecto del ATC al ser este un elemento estratégico del PGRR, la situación del Código Ético y Plan de Comunicación que el CSN debía realizar y las recomendaciones de la organización sobre la actualización de la información relativa a Palomares por parte del CSN.
Artículos relacionados
¿Está apañándose alguien un buen retiro?
Garoña, tres años parada y sin novedad
Equo denuncia que el Ejecutivo Rajoy quiere cerrar la legislatura reabriendo Garoña