La organización ecologista WWF ha difundido hace unos minutos un comunicado de valoración de esa votación en el que lamenta que el Parlamento Europeo, al igual que han hecho la Comisión y el Consejo, haya respaldado en la votación de la sesión plenaria de hoy "un paquete de normas de financiación sostenible que canalizarán miles de millones de euros hacia actividades que acelerarán el cambio climático y dañarán el planeta". Según WWF, los eurodiputados han tenido la oportunidad de rechazar esta mañana la pieza legislativa (acto delegado complementario) que incluye el gas y la energía nuclear en la Taxonomía de la UE, la guía de inversiones verdes de la UE, pero, lejos de hacerlo, han dado su visto bueno al planteamiento de la Comisión que preside la conservadora Ursula von der Leyen (solo han sido 278 los eurodiputados que han intentado neutralizar la iniciativa de la Comisión. 353 han dicho adelante, y ha habido además 33 abstenciones).
La nueva legislación otorga al gas y a la energía nuclear una etiqueta verde, "a pesar -explican desde WWF- de las elevadas emisiones del gas y de los residuos radiactivos que produce la energía nuclear", propiciando así "el riesgo de canalizar miles de millones de euros de inversiones hacia estas fuentes de energía perjudiciales y alejarlas de las renovables, realmente sostenibles, como la eólica y la solar".
Mar Asunción, responsable del programa de Clima y Energía de WWF: "el gas y la energía nuclear no son sostenibles, y etiquetarlos como tales es un flagrante lavado verde: esta decisión perjudica al clima y a las generaciones futuras. Hoy, los lobbies del gas y la energía nuclear se han llevado el premio gordo, permitiendo desviar miles de millones de inversiones que son muy necesarias para garantizar la transición climática"
La organización ecologista no obstante ya ha adelantado, por boca de Asunción, que va a continuar trabajando hasta lograr una taxonomía verde. "Creemos que la votación de hoy -ha dicho la responsable del programa de Clima y Energía de WWF- es incompatible con el reglamento de la Taxonomía, por lo que, junto con otras organizaciones, como ClientEarth, WWF estudiará la posibilidad de llevarlo a los tribunales como último recurso obligatorio para detener el lavado verde y proteger la credibilidad de toda la Taxonomía de la UE".
La oenegé del oso pands ha pedido ya, además, a los Estados miembros y a los eurodiputados que denuncien así mismo. El artículo 19 de la Taxonomía de la UE exige que sus criterios se basen en la ciencia, que no den un trato especial a determinadas tecnologías y que sean fácilmente verificables. Sin embargo -critican desde WWF-, los criterios sobre el gas del nuevo acto delegado incumplen cada uno de estos requisitos y, por lo tanto, son incoherentes con el reglamento de la Taxonomía.
Por este motivo, WWF anuncia que ella y otras organizaciones están estudiando las "opciones para impugnar el acto delegado en los tribunales". Además, la organización ecologista hace un llamamiento a las instituciones financieras "para que no contaminen su financiación verde utilizando este acto delegado, y se nieguen a apoyar o comprar falsos bonos verdes que incluyan gas o energía nuclear, ya que el actual mercado mundial de bonos verdes excluye a ambos".
La oenegé ecologista recuerda por fin que más de 489.182 personas de toda Europa han instado a sus diputados a rechazar el lavado verde de la Taxonomía de la UE. Esta cifra incluye los correos electrónicos recogidos por la campaña #StopFakeGreen defendida por WWF, Greenpeace, Transport & Environment, 350.org, EEB y las peticiones de WeMove EU y Avaaz.
La Taxonomía -explica la oenegé del oso panda- es un instrumento que tiene como objetivo establecer los criterios para clasificar si una actividad económica es ambientalmente sostenible, a efectos de que los participantes en los mercados financieros y las empresas puedan identificar el grado de sostenibilidad de una inversión.
Sobre el gas natural
El gas natural es un combustible fósil que contribuye al cambio climático, tanto por la generación de emisiones de CO2 en la combustión como por las emisiones fugitivas de metano. El metano es un gas con un potencial de calentamiento global 86 veces superior al del CO2 en los primeros 20 años de vida. Emitir un kilogramo de metano es equivalente a emitir 86 de CO2. Además, cada vez más investigaciones científicas demuestran que las fugas de metano no han estado bien contabilizadas y representan un problema climático mayor del que se creía.
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