"Los empleos en renovables casi se duplicaron en la última década alcanzando los 13,7 millones en 2022". Así han titulado Irena y la OIT la nota de prensa que recoge las claves de esta última edición de Renewable Energy and Jobs, obra resultado de la colaboración continuada entre ambas organizaciones. ¿Subtítulo de la nota de prensa? "El empleo crece a pesar de las crisis y los desafíos". El sector global de las energías renovables produce más de cien nuevos puestos de trabajo (114) cada hora. O lo que es lo mismo: un millón de empleos en los doce meses de 2022. El dato es uno de los muchos que trufan el que pasa por ser el informe anual más ambicioso a escala global en esta materia (el empleo y las energías renovables). Según los autores del informe, la mayoría de los empleos están concentrados en unos pocos estados, especialmente en China, que representa el 41% del total global. Brasil, los países de la Unión Europea (UE), India y los Estados Unidos de América son los otros viveros significativos de empleo renovable. Ese puñado de territorios -concreta el estudio- acoge la mayoría de las instalaciones renovables a nivel global y también la mayoría de los centros de producción de equipos, ingeniería y servicios asociados.
Por tecnologías
La energía solar fotovoltaica (FV) ha vuelto a encabezar la generación de empleo en 2022, según el estudio, con la creación de 4,9 millones de puestos de trabajo nuevos, más de un tercio de la fuerza laboral total en el sector de las energías renovables. La energía hidroeléctrica y los biocombustibles registraron cifras de empleo parecidas a las de 2021: alrededor de 2,5 millones de puestos de trabajo cada uno. Y, por fin, la energía eólica cerró el curso con 1,4 millones de empleos.
Francesco La Camera, director general de Irena: "2022 ha sido otro año excelente para el empleo en las energías renovables, a pesar de que los desafíos se multiplican. La creación de millones de empleos adicionales requerirá un ritmo de inversión mucho más rápido en tecnologías de transición energética. A principios de este mes, los líderes del G20 acordaron intensificar los esfuerzos para triplicar la capacidad mundial de generación de renovables de aquí a 2030, en consonancia con nuestras recomendaciones de cara a la CoP28. Insto a todos los responsables políticos para que aprovechen este impulso como una oportunidad para adoptar políticas ambiciosas que promuevan el cambio sistémico necesario"
Gilbert F. Houngbo, director general de la OIT: "a fin de aprovechar las importantes oportunidades de alcanzar un empleo pleno, productivo, libremente elegido, así como inclusión social y trabajo digno para todos durante estas transiciones complejas, es necesario desarrollar e implementar políticas específicas para conseguir un crecimiento macroeconómico inclusivo, la creación de empresas sostenibles, la adquisición de habilidades, otras intervenciones activas en el mercado de trabajo, protección social, seguridad y salud ocupacionales y otros derechos laborales, así como encontrar nuevas soluciones a través del diálogo social"
Los autores del estudio destacan que la calidad de los puestos de trabajo es tan importante como su cantidad. "Para promover la justicia social -explican desde Irena-, la transición a un futuro de energía limpia debe ser justa e inclusiva para todos: trabajadores, empresas y comunidades".
Lo que dice el informe
«Son indispensables marcos coherentes e integrados que pongan el foco en los salarios, la salud y la seguridad ocupacionales y los derechos laborales, y que se basen en un diálogo social eficaz. Las directrices de la Organización Internacional del Trabajo para una transición justa hacia economías y sociedades ambientalmente sostenibles para todos son una referencia central para la formulación de políticas y acciones que respalden una transición justa los Gobiernos y otras partes interesadas puedan utilizar. Una transición energética justa e inclusiva también debe procurar el desarrollo y la diversidad de la fuerza laboral»
El informe destaca además la necesidad de ampliar la educación y la formación e incrementar las oportunidades profesionales para la juventud, las minorías y los grupos marginados. Asimismo -sostiene-, la equidad de género es esencial. El diagnóstico por el momento no es ese: "el empleo en el sector de las energías renovables sigue desigualmente repartido -denuncian los autores del estudio- entre hombres y mujeres". Actualmente -matizan-, la tecnología solar presenta el mejor equilibrio de género en comparación con otros sectores, con un 40% de empleos ocupados por mujeres.
Por fin, el otro apunte clave que destacan los autores de Renewable Energy and Jobs está referido a la localización del trabajo. "Muchos países muestran un creciente interés -dice el informe- en la localización de cadenas de suministro y la creación de empleos a nivel nacional, con el respaldo de políticas industriales adecuadas" (sobre el particular léase La mina, la fábrica y la tienda). Este interés por ubicar en suelo propio las cadenas de suministro del sector -sostiene el informe- va de la mano del creciente deseo de reducir la inseguridad del suministro energético.
"China -destacan los autores del informe- ha llevado a cabo con éxito una amplia gama de estas políticas industriales durante varios años". Más recientemente, la UE, India, Japón, Suráfrica y Estados Unidos han anunciado iniciativas para estimular la producción nacional. La Agencia Internacional de las Energías Renovables y la Organización Internacional del Trabajo advierte en todo caso: "los países tendrán que encontrar maneras de combinar sus esfuerzos de localización con el mantenimiento de la cooperación mundial en favor de una transición energética ambiciosa".