Hasta la llegada de las renovables, que han abierto considerablemente el campo de juego del sector energético, todo se hacía al antojo del oligopolio formado por las grandes empresas. Tal era su posición de dominio que se creían con derecho a presentarse en los despachos de los ministerios de turno con los reales decretos ya redactados, como ha reconocido algún exministro de Energía.
Esto es lo que Conpymes pretende cambiar. En el sector energético y en el resto de ámbitos de actividad. Y para ello ha creado una organización económica y políticamente independiente que “surge de la necesidad de impulsar el desarrollo, el bienestar y sobre todo la representación real de las pymes y de los autónomos y autónomas en nuestro país”.
Las ganas de cambios también parecen arraigadas en el Gobierno. La vicepresidenta tercera y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, que ha acompañado hoy la presentación de Conpymes en Madrid, ha dicho que “nuestro gobierno apuesta por el impulso de las pymes, autónomos y autónomas como protagonistas del cambio porque en este país van a cambiar muchas cosas y es imposible renunciar a todo lo que aportáis a la riqueza y al empleo”. Y ha recordado que as pequeñas y medianas empresas desempeñan un papel fundamental ya que mas del 99% de las empresas de la Unión Europea son pymes, dan empleo a unas 100 millones de personas y generan mas del 50% del PIB de la Unión Europea. Los porcentajes en España son incluso mayores: 99,8% de las empresas son pymes, que generan el 70% del empleo y el 60% del PIB. Díaz les ha deseado “buena singladura y mucha suerte”.
Entre los invitados al acto se encontraban otros representantes políticos, como Pablo Echenique de Unidas Podemos; Ferran Bel Accensi de PDeCAT; Joan Capdevila i Esteve, Esquerra Republicana; Sofía Castañón, coportavoz de Unidas Podemos en el congreso, Begoña Gómez, directora de la Cátedra Extraordinaria para la Transformación Social Competitiva de la UCM o Valeriano Gómez, ex ministro de Trabajo.
El presidente de Conpymes, José Luis Roca, ha abierto el evento insistiendo en que nacen “con el propósito de promover un nuevo modelo productivo que hemos acuñado con el nombre de capitalismo inclusivo, en oposición tanto al capitalismo neoclásico –financiero, clientelar, rentista y extractivo– como al anticapitalismo ideológico. Somos empresarios, buscamos el beneficio, somos capitalistas. El inclusivo está establecido sobre una economía de mercado social, comprometida con su entorno, basada en la igualdad de oportunidades, apoyada en un crecimiento económico sostenible por el interés general y la obtención de un beneficio justo para todas las pymes y autónomos frente a los intereses establecidos por un capitalismo neoclásico favorecedor de grandes empresas con posición de dominio de mercado, oligopolios y monopolios cuyas rentas excesivas suponen un incremento de los costes de producción de las pymes y autónomos”.
Como ya sucede en otros países
En el acto también participó el vicepresidente primero y portavoz de Conpymes, Antoni Cañete, que destacó que “por primera vez las pymes españolas van a tener una voz propia, independiente y autónoma, a través de una organización que va a defenderlas y representar sus intereses situándolas en el puente de mando de la economía”. Además, ha recordado que “en muchos ámbitos, pequeñas y grandes empresas tienen diferentes intereses”, como por ejemplo en el cumplimiento del plazo legal de pago, la contratación pública, el precio de la energía, la fiscalidad o los convenios colectivos sectoriales, entre otras cuestiones.
Por todo ello, ha destacado la necesidad que las pymes tengan “una influencia real en la sociedad y la política españolas, a través de una voz propia sin subordinación” y ha asegurado que “Conpymes llenará ese vacío de representatividad que se ha alargado demasiado tiempo, permitiendo que España quede homologada en el mapa patronal con otros países y con la UE”. Por otro lado, ha recordado que la pandemia ha aflorado las debilidades de la representatividad empresarial: “No se ha defendido con firmeza los intereses de las pymes ante el sector bancario en la reestructuración de los préstamos Covid, ni tampoco con motivo del reparto de los fondos Next Generation EU”.
En el turno de intervenciones de miembros de la nueva organización, Juan Antoni Cabrero, de la junta directiva de Anpier, la Asociación Nacional de Productores de Energía Fotovoltaica –único representante por ahora del sector energético–, ha hablado de la importancia de “articular soluciones de presente y futuro que son esenciales”, tarea que recaerá en “una entidad integradora, multisectorial, rigurosa, comprometida, solidaria” como esta confederación.
El presidente José Luis Roca ha hecho algunas referencias al dominio de las grandes corporaciones en el sector energético. Y lo ha hecho refiriéndose a las subastas de potencia. “¿Con qué criterios se están haciendo? Los pliegos de las subastas solo sirven para promover las instalaciones a gran escala, solo se propician las ofertas de fondos de inversión y de grandes empresas”. Antoni Cañete también ha hecho referencia a la energía para señalar que no podemos pagarla un 20% más cara que nuestros vecinos de Francia y Portugal”.
Defender a Amazon y al repartidor
Por su parte, María José Landaburu, vicepresidenta de Conpymes y secretaria general de la Unión de Autónomos Uatae, destaca que la nueva organización “visibiliza la pluralidad del tejido productivo, que no es uniforme”. Y ha insistido en la necesidad de representar a los pequeños, “porque una misma entidad no puede defender a Uber y a un taxista, a Amazon y a un repartidor”. Para Landaburu, nacemos como “una apuesta que trasciende la defensa de unos intereses de parte: ponemos en valor el capital humano, en términos de talento, de creatividad, de resiliencia y experiencia que los autónomos y autónomas y las pymes representamos, imprescindibles para afrontar el futuro de este país y retos tan importantes como el de la plena igualdad de género, la transición ecológica o la reconstrucción económica y social tras la pandemia”.
Preguntados sobre si Conpymes será a partir de ahora un interlocutor en el diálogo social, Cañete ha apuntado que “de no ser así, en este país hay algunas anomalías en la participación democrática”.
