Con el acuerdo climático entre China y Estados Unidos aún caliente, el informe World Energy Outlook 2014 de la AIE puso el dedo en la misma llaga. Si queremos limitar el cambio climático era preciso cambiar la política energética global porque –reconoce la propia Agencia– el riesgo de un aumento de la temperatura de la Tierra en 3,6 grados a finales de este siglo es cierto, lo que incrementaría los episodios extremos de tormentas, sequías y elevación del nivel del mar.
Pero ese cambio de política es más lento de lo deseable. Las previsiones de la AIE dicen que a largo plazo se consolidan cuatro fuentes de energía con un peso similar: petróleo, gas, carbón y fuentes bajas en carbono, entre las que están las renovables. La evolución es dispar por regiones. Por ejemplo, por cada barril de petróleo que se deja de usar en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), se utilizarán dos más en el resto. A largo plazo el consumo de crudo crecerá hasta los 104 millones de barriles diarios (frente a los 90 millones actuales), porque el número de coches y camiones se duplicará de aquí a 2040.
El informe critica especialmente los subsidios en Oriente Medio, una región donde las renovables se están quedando atrás. La AIE calcula que se están quemando unos dos millones de barriles de petróleo al día para generar una energía que podría venir de fuentes renovables, que se convertirían en competitivas si el petróleo no estuviera subvencionado.
Con todo, las renovables crecen y es previsible que supongan la mitad del incremento de potencia global para 2040. Según los cálculos de la AIE, en los países de la OCDE, las renovables supondrán el 37% del consumo total para entonces.
La energía eólica acaparará un tercio del crecimiento de las renovables, la hidroeléctrica un 30% y la solar un 18%. El viento podría producir hasta el 20% de la energía total de Europa en el año 2040.
En 2013, casi el 70% de los subsidios a las renovables procedieron de cinco países: Alemania (22.000 millones de dólares), Estados Unidos (15.000), Italia (14.000), España (8.000) y China (7.000). La UE seguirá prestando el mayor apoyo financiero a las energías limpias hasta 2040, con Estados Unidos muy cerca de partir de 2035.
Crece la demanda
La demanda de energía crecerá un 37% hasta 2040. Y a pesar de que precisamente hoy el petróleo ha bajado de los 80 dólares por primera en cuatro años, el futuro plantea serias dudas para la AIE. Porque los conflictos en Oriente Medio (Siria, Libia, Estado Islámico…) o la cuasi permanente batalla por el gas entre Rusia y Ucrania pueden poner contra las cuerdas el sistema energético mundial.
Los avances tecnológicos y la eficiencia energética pueden contribuir a aliviar la situación. De hecho, las previsiones de la AIE hablan de un aumento de la demanda de energía en el mundo de un 1% a partir de 2015, la mitad de lo que ha crecido en las dos últimas décadas, en parte también debido a un menor consumo industrial. Según la Agencia, a principios de la década de 2030 China se convertirá en el primer consumidor de petróleo del planeta, por delante de EEUU, que será capaz de reducir su demanda.
El consumo de gas natural aumentará más de la mitad, lo que constituye el ritmo de crecimiento más rápido entre los combustibles fósiles. Y respecto al carbón, la demanda mundial aumentará cerca de un 15% hasta 2040, pero casi dos tercios de este aumento se registrarán durante los próximos diez años. La demanda china de carbón se estabilizará en poco más del 50% del consumo mundial, antes de ceder a partir de 2030.
La demanda global de electricidad crecerá casi un 80% entre 2012 y 20140, lo que supone la mitad del incremento de toda la energía primaria. Eso supone más o menos la misma electricidad que consume ahora Norteamérica. China representa un 33% de ese crecimiento, seguida por India (15%), el Sudeste Asiático (9%) y Oriente Medio (6%).
En el escenario intermedio que la AIE dibuja en su informe World Energy Outlook 2014, la potencia nuclear aumentará casi un 60%. Desde los 392 GW en 2013 hasta más de 620 GW en 2040. Sin embargo su contribución en la generación de electricidad, que alcanzó el nivel máximo hace casi dos décadas, aumentará sólo un punto porcentual, hasta al 12%.
China se llevará el 45% del crecimiento nuclear, mientras que India, Corea y Rusia supondrán colectivamente un 30%. La generación aumentará un 16% en EEUU, se reactivará ligeramente en Japón (aunque no hasta el nivel previo al accidente de Fukushima) y caerá un 10% en la Unión Europea. También reconoce que de los 434 operativos a finales de 2013, casi 200 se cerrarán de aquí a 2040, la mayor parte en Europa, EEUU, Rusia y Japón. LA AIE calcula que el mundo se gastará unos 79.000 millones de euros en el desmantelamiento de centrales nucleares hasta 2040.
Y hace 20 años, esto era noticia