El discurso acuñado en Moncloa por el antecesor de Soria, Miguel Sebastián, y refinado hasta el paroxismo por el vigente ejecutivo, dice grosso modo así: la causa de lo elevado de la factura de la luz no está en el binomio generación/distribución (que es por cierto el gran negocio de Iberdrola, Endesa y compañía); la causa de la carestía de la electricidad -dice ese discurso- radica, por una parte, en todos los peajes e impuestos que ha incluido el gobierno en la factura, y, por otra, en las muy desorbitadas "subvenciones" que perciben las energías renovables. A este segundo culpable de los altos precios de la luz -a las renovables-, los gurúes del ministerio parecen haberle asignado además una cifra muy, muy concreta: los 10.000 millones de euros que contara Soria en Televisión Española el 19 de diciembre, día en que se aprobó por cierto la nueva Ley del Sector Eléctrico; 10.000 millones de euros que volvieron a salir de la boca del ministro de Turismo la semana pasada en el Foro Económico de Davos.
Las energías renovables no le cuestan a los españoles 10.000 millones de euros
Y no cuestan eso, según recogen con precisión las liquidaciones publicadas por la Comisión Nacional de Energía y por su sucesora, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que son dos organismos públicos que dependen directamente por cierto del propio Ejecutivo. Según esos datos, uno (1): en 2012, las renovables percibieron en forma de prima 6.107 millones de euros, es decir, casi un 40% menos que lo que declaró el ministro Soria en Televisión Española y Davos. Y dos (2): en 2013, y con los datos actualizados a 30 de noviembre (última cifra disponible), esa cantidad no alcanza siquiera los 6.500 millones de euros (M€). Es más: todas las previsiones vienen a decir -a falta de la definitiva liquidación- que las primas sumarán al final del ejercicio en torno a los 7.000 millones de euros, es decir, un 30% menos que lo pregonado a los cuatro vientos por el ministro de Turismo en Davos. Todos esos datos son públicos y necesariamente conocidos por los asesores del señor ministro. La pregunta, entonces, es: ¿y a cuento de qué tanta insistencia en la mentira?
Matemáticas
El ministro Soria parece tener, en fin, evidentes problemas con las matemáticas (o con la verdad). Y, por eso, hemos decidido publicar aquí las tablas de "Retribución anual total recibida por los productores del régimen especial en España" de los últimos cinco años, documentos todos ellos que son de acceso público (a través de cne.es y cnmc.es). Como se aprecia, en el régimen especial, y aparte de las tecnologías renovables -las que se alimentan de agua, sol, viento y biomasa-, el Ejecutivo incluye también instalaciones generadoras de electricidad (centrales de Cogeneración, por ejemplo) que emplean combustibles no renovables, como el carbón, el gas de refinería, el fuel-gasóil o el gas natural, combustibles fósiles todos ellos que, aparte de generar kilovatios, emiten gases de efecto invernadero, desencadenantes del cambio climático. Además, ese régimen incluye asimismo -bajo el epígrafe "Tratamiento de residuos"- instalaciones como depuradoras que funcionan también con combustibles fósiles.
Como se aprecia arriba, las primas del Régimen Especial del año 2009 ascendieron a 6.173 millones de euros. Si desglosamos, la Cogeneración se llevó algo más de mil millones (1.048), y Residuos y Tratamiento de Residuos sumaron 412 millones más entre las dos. ¿Total? Casi 1.500 M€ que no percibieron las tecnologías renovables. Estas -la Fotovoltaica, la Eólica, la Hidráulica y la Biomasa- sumaron 4.713 millones de euros. Para que nos hagamos idea del peso de esa cifra en la factura, baste apuntar un dato: en 2009, el gasto en concepto de transporte y distribución de electricidad superó los 5.800 M€. Prácticamente el 100% de esa cantidad se lo embolsaron seis empresas: Iberdrola, Endesa, Gas Natural Fenosa, EDP, E.On y Red Eléctrica de España. Pero, sigamos detallando las primas de las tecnologías renovables. A continuación, los años 2010, 11 y 12, ejercicios durante los cuales las tecnologías renovables percibieron, en el mejor de los casos, 6.109 M€, un 39% menos que lo imputado por Soria. En fin, nada que ver con los 10.000 millones de Davos y Televisión Española. Véase.
Trampa
La trampa de los 10.000 M€ podría explicarse del siguiente modo: primero imputamos las primas que perciben la Cogeneración, los Residuos y el Tratamiento de Residuos en la cuenta de las renovables (se los imputamos, aunque sabemos que esos euros no priman kilovatios renovables, sino de gas o carbón) y, a continuación, redondeamos al alza (o muy al alza) para sumar hasta 10.000 M€... cifra muy redonda y de fácil titular. ¿Es esa la explicación del error (o la mentira, elija el lector) del ministro? En el año 2013, tal y como se aprecia abajo, las primas del régimen especial, en los once primeros meses del año, han supuesto 8.731 M€. Las tecnologías renovables han percibido 6.486 de esos millones. El resto (2.250 M€) ha ido a parar a instalaciones que generan kilovatios eléctricos quemando combustibles fósiles como el carbón, el gas de refinería, el fuel-gasóil o el gas natural.
Ideología
Todo el mundo tiene derecho a considerar esas cantidades francamente insuficientes, o extraordinariamente excesivas; bien empleadas, o desperdiciadas. Y todo el mundo tiene derecho -faltaría más- a considerar que lo idóneo es primar a la nuclear; o eliminar toda ayuda a las energías limpias; o doblar la prima al biogás; o gravar severamente todo kilovatio que emita CO2. Porque, seguramente, son mil y una las maneras en que puede formarse y reformarse un mercado eléctrico. Ahora bien, cualquier gobierno que se respete a sí mismo y a sus ciudadanos debe velar -por encima de todas las cosas debe velar- por la veracidad de la información que aporta a la sociedad. Por respeto a la ciudadanía, a la que está obligada a servir, y por respeto a la democracia misma, esa que solo puede crecer y consolidarse sobre un único cimiento: la verdad, y, de su mano, el conocimiento. El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, ha mentido. Y lo ha hecho ya tantas veces que empieza a ser difícil saber si estamos ante una mentira matemática... o ideológica.