El presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco, y la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, no convencieron en Buenos Aires. Y la candidatura de Madrid fue la tercera en una competición en la que participaron tres. En fin, blanco y en botella, que la alcaldesa se quedó compuesta y sin peineta. Eso sí, "la primera conclusión es que el mejor proyecto ha perdido", dice Blanco hoy en el periódico. Vamos, que, aunque hemos quedado los últimos... merecimos llegar los primeros... A esta España de mandanga y pandereta, a la que le preguntan por un 27% de paro y contestan con un 90 que luego es un 80... al final no le han salido las cuentas. Las cuentas de los votos en el COI oscuro... Hoy lleva a portada El Mundo a un jeque árabe que por lo visto prometió su apoyo y luego no cumplió. Y a uno se le ocurre que, en los despachos secretos del ministerio, hace ya algún tiempo, hablaron dos y uno dijo: "estamos haciendo todo lo acordado, estrangulando al sector renovable para que sigáis vendiéndonos el gas, esperamos contar con vosotros en Buenos Aires".
Fukushima, la peineta y Madrid
Lo que pasa es que eso sucedió hace algunos años, no más emprendida la carrera olímpica, y que luego llegó Fukushima. Y claro, los japoneses pararon 49 de sus cincuenta reactores nucleares y ahora tienen el dinero que España no tiene y tienen más de cien millones de habitantes y no tienen energías renovables y de algún sitio habrán de sacar los kilovatios si me cierran también las centrales nucleares. Pues nada, como la atómica lo lleva mal (Fukushima) y la transición renovable lleva su tiempo, pues a comprarle fósiles al jeque: "sí, yo te aseguro contratos megamultimillonarios, pero tú votas Tokio". En fin, que digo yo que qué confianza puede transmitir un gobierno que ha hecho de la inseguridad jurídica su vitola, un gobierno que lleva tres años legislando marcha atrás -retroactivo- contra el único sector industrial del que podía presumir este país en todo el mundo. Y que digo yo que... qué crédito puede transmitir un ayuntamiento que es el más endeudado de toda España. ¿Qué verosimilitud puede transmitir una alcaldesa que dice primero noventa y luego ochenta, o que viaja a Buenos Aires para convencer al personal de que Madrid merece unas Olimpiadas porque no hay nada como tomarse aquí una "relaxing cup of café con leche"? En fin, reflexión de lunes y peineta. Olímpica.