Sí se puede ir en bici a trabajar, y sí se puede ir en bicicleta a hacer la compra o a la farmacia. Hoy mismo, la Dirección General de Tráfico ha difundido un tuit en el que explicita que “la bicicleta es una buena opción para desplazarte si tienes que hacerlo”. La DGT añade que “no es necesario que lleves mascarilla” y destaca, además, que desplazarse en bicicleta “garantiza la #DistanciaSocial necesaria para evitar contagios”. En la misma línea, ayer, el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz anunciaba que, “sumándose a otras autoridades locales de todo el mundo, anima a la ciudadanía a desplazarse en bicicleta en la actual situación de crisis sanitaria provocada por el Covid-19”.
Amaia Barredo, concejala de Movilidad y Espacio Público de Vitoria: “la bicicleta es un vehículo muy adecuado para trasladarse al trabajo o para realizar cualquier actividad permitida por el Real Decreto. Y, sobre todo, se trata de una estupenda alternativa al transporte público y al vehículo privado a motor. La bici es un modo de transporte con bajo riesgo de contagio, ya que nos permite mantener una distancia con otras personas”
El Ayuntamiento de la capital alavesa lleva años trabajando en el fomento de la movilidad sostenible. Vitoria-Gasteiz cuenta con más de 160 kilómetros de vías ciclistas (si se suman carriles bici, sendas, y espacios compartidos con peatones y vehículos y de tráfico calmado), así como infraestructuras adecuadas para su guarda y su mantenimiento. Según el consistorio vitoriano, “los y las ciclistas, además, representan habitualmente, un 13% de los desplazamientos urbanos en la ciudad”.
A menos de 300 kilómetros de Vitoria, Madrid parece encontrarse sin embargo en las antípodas de la ciudad alavesa. Y es que, en la capital del reino, al consistorio que preside el popular Martínez-Almeida le faltaron horas para suspender la actividad de BiciMAD, el servicio público de préstamo de bicicletas que gestiona el Ayuntamiento. El anuncio de la suspensión de ese servicio también tuvo lugar por twitter, el día 16 de marzo, apenas 48 horas después de entrada en vigor la cuarentena: “EMT [la Empresa Municipal de Transportes de] Madrid suspende la actividad de #BiciMAD en coherencia [eso decía literalmente el tuit: en coherencia] con las recomendaciones de las Autoridades Sanitarias con motivo de la evolución del coronavirus”. (Este periodista no ha encontrado ninguna recomendación de ninguna autoridad sanitaria en ese sentido, pero el mensaje -tal cual- sigue en la portada de BiciMAD a estas horas del día de hoy, jueves, 16 de abril, o sea, un mes después de haber sido suspendido el servicio).
Las autoridades sanitarias recomiendan lo contrario
Explícitamente. Más de un centenar de médicos e investigadores del campo de la salud británica publicaron el pasado 17 de marzo una carta abierta al Gobierno de Boris Johnson pidiéndole que se permita pasear y hacer deporte en bici a las personas asintomáticas durante la cuarentena. Según los firmantes, entre los que se cuentan numerosos profesores universitarios, doctores, investigadores y directores de centros de salud, “el confinamiento, a veces hacinamiento, con escaso o nulo espacio verde privado, y particularmente en períodos de ansiedad, conlleva riesgos para la salud”.
Y al revés: “la actividad física -argumentan los firmantes- reduce el riesgo de enfermedad cardiovascular, diversos cánceres, demencia y diabetes”. Según los expertos, “pasear o circular en bicicleta, particularmente en espacios verdes, es positivo tanto para la salud mental como para la física”.
Los firmantes reconocen que el mantenimiento de la necesaria distancia social es imposible en otros deportes, pero recalcan que, “sin embargo, pasear y montar en bicicleta puede ser compatible con la distancia social si la ciudadanía es responsable” (responsabilidad, la de la ciudadanía española, que destacaba recientemente por cierto el director de la oficina de Europa de la Organización Mundial de la Salud, Hans Kluge, tras su visita a España).
El caso es que, por las razones arriba recogidas y otras, los firmantes proponían, ya el pasado 17 de marzo, en su carta abierta al Gobierno británico, la apertura de parques, vigilados si es preciso, para que la ciudadanía pueda practicar este deporte, así como que se promueva la movilidad en bicicleta para, entre otras cosas y por ejemplo, hacer las compras.
En el debate sobre la bicicleta y su papel en esta crisis ha participado hoy mismo la propia vicepresidenta del Gobierno, y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, que se pronunciaba esta mañana sobre el particular, en respuesta a un tuit de Ignacio Escolar, el director de eldiario.es. Escolar explicaba en esa red social que el Gobierno de Francia está estudiando medidas “para implementar la bicicleta como el principal medio de transporte para mantener el distanciamiento social cuando acabe el confinamiento”. La ministra Ribera contestaba así desde su cuenta de Twitter: “Me parece una idea buenísima y una gran oportunidad en el marco de una #movilidad distinta. Voy a pedir a mis equipos de #clima y de #CalidadDelAire que lo estudien con nuestros compañeros de otros ministerios y de gobiernos locales y autonómicos”.
La ministra, que lo estudien... ¿para cuando acabe el confinamiento? Y más de cien investigadores, médicos y expertos del Reino Unido... para ya. En España también son muchas las voces que plantean soluciones para ya. Ayer mismo, una coordinadora de organizaciones ciclistas del estado español que agrupa a más de 60 asociaciones locales hacía público un conjunto de “propuestas para habilitar de forma urgente” corredores urbanos para que la ciudadanía pueda desplazarse en bicicleta durante la crisis del Covid-19. La propuesta de ConBici no tiene desperdicio. La publicamos aquí.