En reacción a la posición de la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo (ENVI), los fabricantes europeos de camiones y autobuses han expresado su preocupación de que los objetivos puedan expresar ambiciones en el papel pero sean inalcanzables en la realidad. "Descarbonizar el transporte pesado no es un esfuerzo en solitario", ha afirmado Sigrid de Vries, directora general de ACEA. “Operamos dentro de un ecosistema de transporte altamente interconectado. Para crear un entorno en el que los fabricantes de vehículos puedan prosperar y cumplir sus objetivos, necesitamos un esfuerzo de colaboración de todas las partes interesadas, incluidos los responsables políticos”.
Descarbonización del transporte pesado
Para lograr una reducción de CO2 del 45% para 2030, la ACEA estima que "más de 400.000 camiones de cero emisiones tendrán que circular por las carreteras" y que se necesitarán, al menos, "50.000 cargadores de acceso público, incluidos sistemas de carga de 35.000 megavatios (MCS) y 700 estaciones de recarga de hidrógeno con una capacidad diaria de dos toneladas". Los fabricantes europeos señalan que "el desafío va más allá de la falta generalizada de infraestructura de carga y recarga" ya que en su opinión "requiere abordar también otras medidas del lado de la demanda", porque la demanda de camiones y autobuses eléctricos y de hidrógeno "todavía está muy por detrás de los modelos convencionales". En este sentido, de Vries asegura que "los miembros de ACEA han hecho las inversiones y los vehículos de cero emisiones están listos para funcionar, pero los clientes también deben tener la confianza para invertir", dijo de Vries.
Desde la ACEA argumentan que los formuladores de políticas tienen a su disposición "una amplia caja de herramientas", como esquemas de compras e impuestos y otras señales de precios para invertir temprano en modelos de cero emisiones, aunque consideran que "su implementación no está a la altura de la ambición de los objetivos de CO2 propuestos". Por ello, "sin condiciones propicias, los fabricantes tendrán dificultades para cumplir los objetivos y enfrentarán sanciones, mientras que el cumplimiento depende en gran medida de factores fuera de su control directo", añadió de Vries.
Además, los fabricantes europeos lamentan la inclusión de los "camiones pequeños" (inferiores a 5 toneladas) dentro del ámbito de aplicación del reglamento, "a pesar de que los datos sobre los valores de CO2 no se declaran en la herramienta de cálculo del consumo de energía de los vehículos (VECTO) de la Comisión Europea", señalan. Esta "extralimitación innecesaria", desde su punto de vista, "socavará inevitablemente la eficacia del reglamento, ya que estos vehículos representan sólo una pequeña parte de las emisiones del transporte pesado".
También defienden que "la posición de la ENVI no inserta una base de referencia anterior para los nuevos segmentos de vehículos", lo que para la ACEA significa que el objetivo de reducción propuesto para 2030 en comparación con una base de referencia de 2025 –que sólo se conocerá en 2027– "es muy poco realista".
Para solventar la situación, la ACEA pide "una regulación de CO2 adecuada para camiones y autobuses, y que los legisladores aborden las deficiencias en la próxima votación plenaria y negociaciones a tres bandas", porque "sólo abordando de manera integral las condiciones propicias e incentivando la acción de todas las partes interesadas, incluidos los responsables políticos podremos descarbonizar el transporte y salvaguardar la competitividad".
Transport & Enviroment celebra la decisión
Por su parte, la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente (T&E) ha valorado positivamente en un comunicado que los eurodiputados de la comisión ENVI hayan reclamado objetivos más estrictos de reducción de las emisiones de CO2 para los camiones medianos y pesados, incluidos los vehículos profesionales --como camiones de basura, volquetes o hormigoneras-- y los autobuses.
Carlos Bravo, responsable de transporte de mercancías de T&E en España: “Los eurodiputados han redoblado el apoyo de los ministros europeos de Medio Ambiente al proyecto de objetivos de reducción de emisiones, pero han dejado claro que no quieren que una quinta parte de los camiones contaminantes escape a la regulación. Está surgiendo claramente un amplio consenso entre los legisladores de que estos objetivos mejorados son el mínimo necesario para que el sector del camión se descarbonice”.
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