De esta forma, según recoge Europa Press, los eurodiputados reclaman objetivos estrictos de reducción de las emisiones de CO2 para los camiones medianos y pesados, incluidos los vehículos profesionales -como camiones de basura, volquetes o hormigoneras- y los autobuses. Estos objetivos se fijan en una reducción de emisiones del 45% para el período 2030-2034, del 70% para 2035-2039 (frente al 65% propuesto por la Comisión y el Consejo) y del 90% a partir de 2040.
En línea con la posición de los Veintisiete, los eurodiputados han acordado también que todos los autobuses urbanos de nueva matriculación sean de cero emisiones a partir de 2030, aunque han añadido la posibilidad de que los Estados miembros soliciten una exención temporal (hasta 2035) para los autobuses interurbanos propulsados por biometano, en estrictas condiciones vinculadas a la presencia de infraestructuras de repostaje y al origen del combustible.
Según un comunicado del Parlamento Europeo, el ponente Bas Eickhout (Verdes/ALE, Países Bajos) dijo durante su intervención que "la transición hacia camiones y autobuses con cero emisiones no solo es clave para cumplir nuestros objetivos climáticos, sino también un motor crucial para un aire más limpio en nuestras ciudades". Por ello, "estamos aportando claridad a una de las principales industrias manufactureras de Europa y un claro incentivo para invertir en electrificación e hidrógeno".
Eickhout explicó que "nos basamos en la propuesta de la Comisión, pero con más ambición", ya que quieren "ampliar el alcance de las normas a los camiones pequeños y medianos, y a los vehículos profesionales", sectores que son "especialmente importantes" para la calidad del aire urbano".
Está previsto que los eurodiputados adopten el informe durante la sesión plenaria de noviembre, lo que constituirá la posición negociadora del Parlamento con los gobiernos de la UE sobre la forma final de la legislación.