Las previsiones apuntan a que, en menos de 10 años, habrá 27 millones de vehículos eléctricos circulando por las carreteras en todo el mundo (el Instituto ha extraído ese dato de un estudio realizado por IDTechEx para la Asociación Internacional del Cobre en junio de 2017). La otra clave de la movilidad es la dependencia energética. El 99% del petróleo que usa España es de importación; mientras que hasta el 47% del petróleo que se consume en la Unión Europea está destinado al transporte por carretera. Por ello, desconectar la movilidad del petróleo y enchufarla a la red puede ser una medida muy rentable para las economías del Viejo Continente, sobre todo si la electricidad que viaja por esa red es de origen renovable, ergo aautóctona (no importada).
La transición está en marcha
Según el director de la Oficina en España del Instituto Europeo del Cobre, Diego García Carvajal, “en la actualidad, estamos inmersos en un proceso de transformación de una movilidad con vehículos de combustión a otra, más sostenible, con motorización eléctrica. Pues bien, para fomentar esta transición de un modelo a otro -apunta García Carvajal- es necesario una red de recarga adecuada para los vehículos eléctricos".
En el mercado español ya es posible encontrar coches eléctricos con hasta 300 kilómetros de autonomía, distancia mucho mayor que la del recorrido promedio diario, que no llega aquí a los 100 kilómetros. Así -apunta Carvajal-, un usuario "ya no necesita recargar en la calle a diario, pues, en poco más de 3 horas, con un cargador de 3,7 kW conectado en casa, puede tener su vehículo listo con la misma carga con la que comenzó su jornada".
¿Problema?
Que, a día de hoy -apunta el director de la Oficina en España del Instituto Europeo del Cobre-, no existe una solución óptima para la recarga en distancias superiores a los 300 kilómetros”. Un punto de recarga eléctrico de 150 kW -apuntan desde el Instituto del Cobre- permite realizar en menos de 7 minutos una carga para una autonomía de 100 kilómetros. Pero, según el último Plan Movalt Infraestructura, solo se realizaron 33 solicitudes de subvención para la instalación de este tipo de puntos de recarga en alguna de las principales carreteras españolas.
El cobre se perfila como una materia prima imprescindible para la movilidad eléctrica
La Asociación Internacional del Cobre prevé un incremento de la demanda de este material a escala global que podría pasar de las 185.000 toneladas registradas en 2017 a 1,74 millones en 2027. "Esto es debido -apuntan desde la Asociación- al aumento estimado de vehículos eléctricos de todo tipo, desde los 3 millones que había el ejercicio pasado a los más de 27 que se calculan circularán en 10 años".
En este marco, García Carvajal, representante del Instituto en España, considera que la industria del cobre está jugando ya "un papel determinante en el desarrollo de los vehículos eléctricos". Tanto por el hecho de que un motor eléctrico contiene tres veces más cobre que el motor de un vehículo de combustión con gasolina, como por el peso, la importancia, del cobre en los equipos de carga.
Sobre el Instituto Europeo del Cobre
Fundado en Reino Unido en 1996 y con sede central en Bruselas desde 1998, el Instituto Europeo del Cobre (European Copper Institute, ECI) surge de la asociación entre las principales compañías mineras del mundo, las empresas fundidoras y semitransformadoras (representadas por la International Copper Association) y la industria europea del cobre. ECI también forma parte de Copper Alliance, una red internacional de asociaciones patrocinada por la industria del cobre, cuya misión común es ayudar a desarrollar y defender los mercados del cobre.
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