El objetivo de Northvolt en estos momentos es -informa Europa Press- ser capaz de acceder a un préstamo verde (concedido únicamente para desarrollo de proyectos sostenibles) de cerca de 4.500 millones de euros con el objetivo de emplearlos en la reducción de pasivo y en fortalecer las posibilidades de supervivencia de la compañía. De momento, la compañía sueca ha anunciado que recortará en una quinta parte su plantilla tras anunciar la suspensión de varios planes de expansión. Entre ellos, el de la fábrica de Ett en Skelleftea (al norte de Suecia) y donde centrará sus recursos en acelerar la producción de celdas de batería en la planta. Asimismo, a pesar de que Skelleftea será la localidad que más sufra los recortes de plantilla (un millar de empleos), el grupo ha anunciado a principios de semana que recortará otros 400 puestos de trabajo en Västeras, donde los programas y la expansión se ralentizarán en Northvolt Labs.
A medida que reduce el alcance de sus operaciones y programas en Suecia, Northvolt también mermará el tamaño de sus funciones de soporte corporativo, que hoy en día se encuentran en gran parte ubicadas en Estocolmo. La financiación de Northvolt estaba respaldada hasta ahora por un volumen de pedidos valorados en más de 49.300 millones de euros procedentes de fabricantes como Volkswagen o BMW, pero los problemas de producción y la escasa demanda de vehículos eléctricos han privado a la empresa de esos ingresos tras la cancelación de varios pedidos por parte de las automovilísticas. La compañía se encuentra ahora a la espera de que otros accionistas de referencia, como Volkswagen, Goldman Sachs AM y BMW, estén dispuestos a inyectar capital en sus operaciones.
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